Tecnología y conciencia medioambiental en Navidad

Organizaciones civiles y personas interesadas en activar su ciudadanía cada vez más tenemos que ver al desarrollo económico sostenible como un lente eficaz para hacerlo. Usar el lenguaje económico para visibilizar problemas o afectar entornos es cada vez más efectivo para moldear nuestra realidad. Por eso tiene sentido aprender a conectar hábitos de consumo y ciudadanía.

En diciembre de 2017, Portafolio nos contó que el 71 % de los colombianos regalaríamos tecnología en Navidad, sumado a la forma como aumenta la penetración de conectividad en países como Colombia, solo se confirma que somos cada vez más consumidores de tecnología y por tanto somos partícipes de la forma como esta afecta nuestro entorno. Hablemos hoy del medio ambiente y diciembre es una buena época para pensarlo, es época de tomar decisiones de consumo. El uso de tecnología suele tranquilizar nuestra mente sobre temas medioambientales porque nos permite consumir mucho menos papel; facilita trámites que antes debíamos hacer usando carro o bus; nos permite hacer reuniones acercando a personas que se encuentran lejos y así evitamos incluso desplazamientos más largos y por tanto grandes cantidades de consumo de combustible; etcétera. Sin embargo, se calcula que el 5 % del consumo total de energía mundial se produce por el uso de la tecnología y, si esto es cierto, es una industria que usa el doble de energía que la aviación.

¿Cómo podemos reducir este impacto? En Karisma, donde trabajo, escogimos para esta época decembrina siete consejos simples que pueden ayudarnos a un consumo más inteligente y medioambientamente consciente:

1. Reparar antes que reemplazar es siempre una buena idea —en tecnología y en cualquier otro tipo de consumo—.

2. Usar marcadores en lugar de búsquedas. Admito que este consejo fue una revelación para mí: Resulta que marcar tus sitios de búsqueda frecuentes disminuye mucho el consumo de energía.

3. Instalar bloqueadores de publicidad, no solo ayuda a no ver tanta cosa en pantalla, sino que además evita mucha de la actividad que se produce al entrar a una página sin que sepas.

4. Desinstalar aplicaciones que no usas ayuda a evitar que estas aplicaciones envíen datos y así disminuyes tu consumo de datos y de energía.

5. Limitar el uso de 4G y HD a cuando realmente lo necesitas ahorra en consumo de datos innecesarios.

6. Apagar el router de noche y cuando te vas de vacaciones. ¿Sabías que tu router consume dos veces la energía que consume un portátil? Ahora ya lo sabes: apágalo cuando no lo usas.

7. Disminuir el consumo digital y controlar nuestra dependencia de la tecnología es otra forma de ahorrar energía y puede hacer que incremente tu actividad social analógica.

Ser más conscientes sobre nuestro consumo de tecnología nos permite además comenzar a analizar las prácticas de las empresas que nos ofrecen la tecnología y así apostarle a un sector más comprometido con el medioambiente.

Gracias por leerme durante este último año, nos vemos nuevamente en 2019 para seguir conectando tecnología y reflexiones de derechos humanos.