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Temas complicados

Iván Mejía Álvarez
20 de enero de 2009 - 02:51 a. m.

Dicen por ahí que el hombre es esclavo de sus palabras y amo de su silencio. Y en eso de hablar más de la cuenta y actuar con premeditadas intenciones de chantaje se parecen Gabriel Camargo y Eduardo Pimentel.

Los dos dirigentes son hoy esclavos de sus acciones y frases desafortunadas en un momento clave para las instituciones que representan: Tolima y Chicó.

En Ibagué hablan que esta vez sí, que esta vez va en serio, que esta vez el Tolima no saldrá a jugar porque el dueño se cansó de poner y perder dinero. Sus allegados y confidentes nunca hablan de lo que ha ganado Camargo en ventas de jugadores, en magníficos negocios, porque el hombre es un ‘avión’ y vende caro y al contado. Camargo es el único líder institucional del vino tinto y oro. Desde que llegó ha puesto el pecho al viento, resistiendo los malos y los buenos momentos, porque el Tolima bajo su égida ha vivido días de gloria, con títulos y participaciones internacionales. El Tolima le permitió también a Camargo ser Senador de la República y eso debe contar en el libro del haber.

Mala forma eligió Camargo para intentar negociar con la empresa privada la continuidad en el patrocinio. Bavaria está en todo su derecho de gastar su dinero como a bien lo tenga y si el Tolima no entra en su lista de prioridades, mala suerte. Por eso suena a chantaje feo poner a la empresa cervecera contra la pared porque decidió bajar su participación económica en el patrocinio del elenco pijao.

A Camargo le sucede lo del pastorcito mentiroso y parece que esta vez sí llegó el lobo. Camargo no puede pretender ser único en las ganancias pero tener socios en las  pérdidas. Así, cualquiera…

También al ‘Negro’ Pimentel lo castigan ahora sus palabras contra dirigentes boyacenses, porque le incumplieron pagos en la temporada pasada. El Chicó difícilmente podrá utilizar el estadio de Tunja para la Libertadores. Y aunque la ciudad y la afición esperan que se pueda modificar esta situación, el atraso en las obras impediría que se juegue en la sede del equipo tunjano. Existe la buena voluntad pero falta algo que nadie puede cambiar: tiempo. Se comenzó a trabajar tarde. Además, la Federación no va a meter la mano por Pimentel, porque en su momento él se alió con quienes no debió hacer pactos. Recuerda ‘Negro’ que se le advirtió que andar con González no era una buena decisión.

Camargo y Pimentel, dos luchadores del fútbol, dos aguerridos dirigentes, víctimas de sus palabras y de sus acciones.

 

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