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Tiene razón Claudia López

Carmen Palencia
04 de mayo de 2015 - 02:46 a. m.

No pude ocultar mi sorpresa cuando vi la foto de Angelino Garzón en compañía de la política más cuestionada del Valle del Cauca, la excongresista Dilian Francisca Toro quien enfrenta investigaciones delicadas por lavado de activos y parapolítica.

Resulta increíble ver como se sigue con la tendencia del “Todo Vale”, dentro del Partido de la U para hacerse al poder, en este caso el local. Resulta más increíble aun que una persona como el exvicepresidente Angelino Garzón, quien en un pasado de preciaba de ser de izquierda, desde donde pedía actuar con la mejor de las éticas y exigir un buen gobierno, se alíe con quien le puede garantizar una cierta cantidad de votos que le aseguren el triunfo electoral en una posible candidatura para dirigir los destinos de la capital del Valle del Cauca, sin importarle de quien se trate.

Que sucede con el presidente Santos que no le pone orden a las cosas dentro de su partido, llamando a juicio a sus militantes y no permitiendo este tipo de alianzas, que no solo afectan la limpia democracia en Colombia, sino también políticas y propósitos encaminados a la paz y el posconflicto como la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, cosas con las dudo mucho que Dilian Francisca este de acuerdo, entre otras porque atentan contra los intereses de los amigos que parece tener en la ilegalidad.

No creo que sea necesario recordarles el problema de orden público que existe en el Valle del Cauca por la presencia grupos emergentes del paramilitarismo, que tienen atemorizados a los habitantes de municipios como Buenaventura y Tuluá, entre otros, como para que se siga permitiendo que sus posibles amigos en la política sigan dominando en las administraciones de estos territorios.

Lo menos que se espera en quienes hacen parte de la Unidad Nacional, es que no permitan que la ilegalidad se filtre en sus campañas, porque si no entonces con qué autoridad moral se puede criticar al senador Álvaro Uribe, si en la práctica se procede con la misma lógica.

Ya vemos lo que pasa con el departamento de Sucre, donde parece no haber receta alguna para que la mafia no siga en la administración local, como para que no se luche o por lo menos no se haga lo posible por rescatar los territorios y sacar a la ilegalidad con la que se cogobierna en las regiones, que no permite que el desarrollo se convierta en realidad y más bien se actúa con la complicidad del silencio, dejando que estos grupos políticos se sigan apropiando de sus recursos.

Tiene razón la senadora Claudia López en oponerse a que su Partido apoye la alianza entre Angelino y Dilian Francisca. Ojalá la mayoría de políticos en nuestro país, especialmente los jefes de los partidos tuvieran la misma valentía para negarse a este tipo de candidaturas, pero por sobre todo las autoridades electorales como la Registraduría y el Consejo Nacional Electoral que no le ponen el tatequieto final a este cinismo con él que se actúa en cada periodo de elecciones.

Esta visto entonces que de seguir así, la única arma que nos queda a los colombianos que soñamos con una democracia sana, es que la sociedad civil se revele con su voto y no permita que este tipo de personas accedan al poder.

Es urgente la sanción social para quienes se han aliado con el narcotráfico y el paramilitarismo y pretenden seguir dominando las administraciones locales.

@ludispalencia

 

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