Publicidad

Torneo de transición

Iván Mejía Álvarez
12 de enero de 2009 - 10:43 p. m.

Nadie le puede negar al jugador de fútbol la oportunidad de ganar más dinero y de acceder a niveles competitivos más altos. Son profesionales y como tal están en todo su derecho de buscar el mejor horizonte y tratar de salvarse económicamente.

Por eso, es difícil creerle a la mayoría de ellos cuando se besan la camiseta y hacen gestos de profundo e emotivo amor hacia los colores que defienden. Esos demagogos del beso a la tribuna y el amor intenso por el equipo no inspiran la menor confianza.

Algunos aciertan en su decisión de partir al extranjero y logran su cometido salvándose económicamente y abriendo camino hacia mejores metas. Otros se van y empiezan un peregrinar por un lado y por otro, y al final pueden ganar unos cuantos millones más, pero nunca logran triunfar.

Al fútbol colombiano están regresando los “repatriados”, muchos de los que se fueron en la búsqueda de mejores horizontes y hoy vuelven tras embolsarse unos dolaritos, pero no son más en lo deportivo y tienen que llegar a ganarse nuevamente el respeto y el cariño de los aficionados y el periodismo. Volver a triunfar porque ya fueron y hoy no son. No todos los que emigraron pudieron triunfar y algunos como Sergio Herrera y Léider Preciado, quienes escogieron plazas tan difíciles, como los países árabes, donde las posibilidades de éxito son mínimas, debieron regresar.

Las grandes novedades de la temporada 2009 están mucho más cercanas al va y viene de técnicos y algunos jugadores de regreso que a las incorporaciones y contrataciones de cara al torneo que viene. En esta época de recesión económica, con los problemas que se ven venir en el bolsillo para todos, directivos-equipos-jugadores-técnicos, el torneo que viene parece que será de transición.

Aldo Leao, Andrés Orozco y Rubén Darío Bustos vuelven al fútbol colombiano. No fueron buenas sus actuaciones en la última temporada y entre ganar más y ver el torneo en el banco de suplentes prefieren ganar menos y jugar, la única fórmula para readquirir confianza y volver a ser competitivos.

El mejor jugador del torneo pasado, el desequilibrante Carlos Darwin Quintero, viajó a México para probar suerte en un fútbol donde su habilidad puede ser un factor de éxito. Verlo era un gran atractivo en el campeonato, pagaba solo la boleta. Su futuro es incierto, pero nadie le puede quitar las posibilidades de triunfar en el extranjero.

Quince días de enero, falta menos de un mes y los equipos se desperezan lentamente tras la resaca decembrina, las novedades son mínimas, no hay dinero, los patrocinios empiezan a escasear y la Copa Mustang todavía no se arma, apenas está saliendo de la modorra con unos que van y otros que vuelven.

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar