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Un debate necesario

Mario Morales
04 de marzo de 2009 - 02:35 a. m.

RESULTA PLAUSIBLE LA CONVOCAtoria del CPB para debatir este lunes acerca de las tensiones que como una avalancha se han venido sobre el ejercicio del periodismo.

Cuando resucitan voces que piden regular y vigilar la prensa (legalizar lo que de manera sórdida hacía el DAS) urge que el gremio, como tal, asuma una posición contundente, no fruto del corporativismo sino de la reflexión seria pero inmediata. No es justo que el periodismo construya la historia del presente y se piense desde el pasado.

Esa reflexión parte del rechazo a las presiones indebidas que hoy ejerce el poder sobre la prensa, y que van desde las peligrosas estigmatizaciones hasta el acoso judicial, pasando por chantajes con la pauta, vetos y amenazas que han devenido autocensura.

Urge una reacción a los irrespetos a periodistas que comienzan con señalamientos infundados y que se refuerzan con los hechos. Que sirva de ejemplo la petición que la Federación de Periodistas Españoles hizo a sus colegas para boicotear conferencias de prensa de políticos en las que no se admitan preguntas.

Las fuentes deben saber que el silencio o las trabas al acceso de información son al tiempo que censura, motores que llevan a periodistas a atajos, que sin ser los más deseables representan un último recurso, como divulgación de interceptaciones, filtraciones y uso de fuentes anónimas.

Pero ese debate debe incluir la autocrítica en la medida en que la verificación ha sido suplantada por el periodismo de declaraciones. Debe analizar el periodismo de interpretación que llevado al extremo mezcla datos con opiniones particulares, en reemplazo de la investigación, que no ofrece a sus audiencias información para elegir libremente y hace de la escena mediática a la vez que un estrado judicial, una sala de sentencias.

Debe incluir la improcedente intromisión en la esfera íntima como sucede con ese bochornoso episodio en el que se juntaron canibalismo, morbo y vampirismo para ventilar la vida privada de Íngrid.

Y debe plantearse por qué reaccionamos como cuerpo cuando atacan a periodistas de apellidos y nos sumimos en la cobarde indiferencia cuando son periodistas independientes.

Esos debates son necesarios y urgentes, antes de que terminen de culpar a la prensa, como ya lo hacen, de esta hecatombe institucional y moral.

www.mariomorales.info

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