Un manual de censura

En contra de la libertad de información, la desaparecida Comisión Nacional de Televisión (CNTV) en el año 2011 intentó someter a las empresas de televisión abierta a un “código de autorregulación”. Afortunadamente lo impidió el Consejo de Estado en 2014, al encontrar que lo que en realidad pretendía la CNTV era imponer unas normas de comportamiento, para lo cual no tenía competencia. Ahora la Autoridad Nacional de Televisión (ANTV) —heredera de tantos vicios— sigue los mismos pasos. En el proyecto del pliego de condiciones para la concesión de espacios del Canal Uno se prevé que quien resulte concesionario tendrá que entregar un “manual de estilo”. Ese documento deberá contener “una declaración de principios y compromisos éticos para el manejo de la información y los contenidos.” ¿Y quien le atribuye a la ANTV competencia para juzgar la ética?

También se tendrá que reportar cómo se informará sobre violencia, desastres y catástrofes y se debe hacer una “declaración sobre el manejo de las imágenes captadas en espacios públicos” y de “cámaras ocultas y grabaciones no autorizadas”.

En el mismo manual, la ANTV —cual Real Academia— se atribuye la virtud de conocer acerca del “uso correcto y fomento del español”; “gramática, ortografía, sintaxis, uso de extranjerismos”. Para aprender de manejo del idioma, ¿acaso conviene leer los oficios que expide la entidad o el mismo proyecto de pliego de condiciones?

Como si no fuera suficiente con el atropello a la libertad de información, en el desventurado “manual de estilo”, la ANTV quiere obligar a quien resulte concesionario a revelarle a la entidad sus estrategias comerciales y de programación. A eso ni más ni menos implica el deber de anticiparle a la ANTV “la manera en que (sic) se vincularán contenidos radiodifundidos y el manejo de los medios interactivos que haya definido como parte de su oferta televisiva”. ¿Dónde estaban los miembros de la junta de la ANTV que representan a la sociedad civil y a las más prestigiosas y acreditadas universidades del país cuando se aprobó el proyecto del mencionado pliego de condiciones? ¿Así pretende la ANTV que la televisión colombiana le compita a Netflix y a Youtube?

@jcgomez_j