Un plan para la gente

Sorprende la forma poco audaz de afrontar los temas más apremiantes de nuestra sociedad, como el desempleo, en medio de la mayor crisis económica mundial de los últimos 80 años, en pleno siglo de desarrollo del uso de las tecnologías para la gente.

No puede ser política seria aquella que anuncia el Gobierno Nacional que se destinarán $500 mil millones a un plan de salvamento que busca que la gente compre carro, porque sus cuotas bajarán $50 mil mensuales, en comparación con las que hoy paga y compre electrodomésticos porque las grandes superficies ampliarán los plazos de financiación y reducirán las tasas de interés.

Así se pretendan salvar 4.000 empleos en la industria automotriz, creo que una política pública en una crisis como la actual y de cara a un problema tan grave como el desempleo debería comenzar por responder la siguiente pregunta: ¿no será más rentable social y económicamente invertir los $500 mil millones en subsidiar desempleados o pymes y destinar recursos a la adquisición de computadores y a darles conectividad de banda ancha para que aumenten su productividad, se capaciten y creen nuevas formas de trabajar y se ocupen gracias a las nuevas tecnologías?

Aquí tiene plena aplicación el dicho popular que es mejor enseñar a la gente a pescar antes que darle el pez. Especialmente si esto lo sustenta una política pública sobre el papel de las tecnologías y sus efectos en la capacitación y en el empleo. La crisis actual es una oportunidad inmejorable para entender que si bien todos los días se pierden puestos de trabajo, se podrían crear cientos de miles, si en lugar de incentivar la compra de vehículos y electrodomésticos se promueve, incluso con subsidios, que las personas accedan a los nuevos lugares de trabajo del siglo XXI edificados sobre los computadores conectados a la red del conocimiento y de las oportunidades y reforzar el crecimiento personal de la gente.

Con $500 mil millones adicionales a los que hoy tiene el Fondo de Comunicaciones para computadores y conectividad a internet estoy seguro de que se hace, no un plan de salvamento para vehículos y electrodomésticos, sino uno de inversión para incorporar a 200.000 personas sin empleo que replantearán su trabajo gracias al uso de la red universal de la información y las oportunidades, a donde hay que voltear las miradas en momentos de crisis como las que estamos viviendo.