Una excelente tertulia

El pasado 29 de noviembre tuve la fortuna de asistir al evento de lanzamiento del libro Anunciado en mi Columna. El evento fue organizado por la Universidad de la Costa en cabeza de su rector Tito Crissien quien contó con la ayuda de un equipo de trabajo ejemplar. Como lo indiqué en la columna anterior, el libro recopila mis opiniones en materia económica, financiera, administrativa y emprendimiento en los principales diarios del país donde se destaca El Espectador. Más allá del evento es loable destacar la tertulia, que allí tuvo lugar. Conversar profundamente sobre los potenciales de los futuros profesionales, el cambio generacional y del Caribe colombiano como polo de desarrollo me dejan muchas lecciones aprendidas sobre todo por los puntos de vista de la audiencia y los del rector de la Universidad de la Costa y de su excelente equipo de profesionales.

Con una gran presión por la coincidencia de la fecha del lanzamiento con la del partido de semifinal de la copa sudamericana entre el junior de Barranquilla e independiente Santa Fe pensé, con mucha inocencia, que el evento no iba a tener la nutrida participación que se esperaba. A mi sorpresa y la de muchos de los participantes, el evento contó con la presencia de más de 100 personas (se tenía confirmación de 80) quienes demostraron que Barranquilla no es solo fiesta. Asistir al lanzamiento de un libro en lugar de aquél partido de futbol demuestra que el barranquillero y en general los asistentes al evento balancean muy bien sus gustos y no lo digo por el libro sino por asistir a un evento diferente al del jolgorio popular. Por supuesto la gran mayoría de los asistentes eran junioristas, incluyéndome, pero eso no fue óbice de participar interactivamente en aquella tertulia.

Encontrarse con varias generaciones en la audiencia mereció el análisis del cambio generacional y del futuro de los profesionales. Uno de los puntos de vista que resalto de la tertulia es el gran desafío en el que está trabajando la Universidad de la Costa por tener más y mejores profesionales capacitados en áreas de vanguardia. El ímpetu de la Universidad por conocer cuáles son las áreas en donde debe enfocar esfuerzos por formar nuevos y mejores profesionales en una Costa Caribe cada vez más sobresaliente, me hace augurar que el futuro para esas nuevas generaciones es promisorio. Esto independientemente del “chip” con el que se les califique, si son o no millenialls o centenialls etc. La conclusión es que en lo que se debe empezar a maximizar su potencial es en la mezcla de habilidades técnicas y relevantes para la actualidad económica y de habilidades no técnicas en donde se resalta la capacidad de crear redes de contactos y ser más relevante con lo que se dice y hace no solo en redes sociales sino en encuentros presenciales.

Sobre el potencial de la Costa Caribe, siempre he destacado la posición geoestratégica de Colombia. Pero más aún la de la Costa Caribe y en especial la de Barranquilla y lo digo no por ser barranquillero. Es que tener acceso a un río navegable como el Magdalena y la conexión natural con el mar caribe hacen que todo parezca más fácil. Conversábamos en la tertulia acerca de la posibilidad de la intermodalidad del transporte de carga y de pasajeros. En este punto es donde hace falta no solo el dragado a lo largo del río en tramos donde se necesite y su mantenimiento constante sino el deber de construir una red férrea o el rescate de la actual para que pueda existir y convivir una verdadera intermodalidad de transporte. Con ello estoy convencido que Colombia será mucho más productiva y relevante no solo para la arena internacional sino la local.

Me deja un optimismo renovado saber que la Universidad de la Costa tiene una agenda clara en pro del desarrollo del caribe colombiano. También me deja las pilas recargadas por seguir haciendo una mis pasiones que es seguir escribiendo estas columnas que se alimentan de la realidad actual. También quedé satisfecho por el triunfo del Junior que no solo en lo deportivo me gustó sino en el comportamiento de los ciudadanos que se les notó la alegría y su civismo por la hinchada contraria. Definitivamente fue un momento inolvidable.