Urgente: proyectos productivos medioambientalistas

Con el debido respeto por quienes diariamente se rasgan las vestiduras desde las altas esferas del poder pidiendo a gritos medidas urgentes para la preservación y conservación del medio ambiente, es hora de que definan planes y programas de desarrollo sobre el tema.

Esta parte motiva, es importante, pero de tanto hablar y cantaletear, como dicen las queridas suegras, se está entrando a lo insulso y extravagante puesto que hasta la fecha no se ha visto ningún proyecto productivo serio que haga concordancia con la conservación y preservación del medio ambiente.

Considero que para lograr el anterior objetivo se hace indispensable mirar hacia las áreas rurales, es allí donde está la esencia de la razón con los protagonistas que siempre han sido ignorados, pero que son los que tienen la solución en la mano, son los habitantes de la Colombia rural.

Sobre este particular hay que hablar del sector agropecuario y de nuestros campesinos, que son los que tienen los recursos naturales y la mano de obra calificada para estructurar proyectos productivos medioambientalistas, están los suficientemente capacitados para desarrollarlos a menores costos y sin tanto protagonismo.

Desde luego, a nivel gubernamental el Ministerio de Ambiente en coordinación con el de Agricultura deberían presentar los medios legales necesarios para que los proyectos medioambientales presentados por los campesinos tengan los soportes técnicos y jurídicos legales para su buen desarrollo y puesta en marcha.

Siempre he sostenido que las áreas rurales de nuestro país son inmensamente ricas en recursos naturales y humanos, los cuales hay que encauzar, para el caso que nos ocupa, en los diferentes procesos de desarrollo medioambientalistas.

Si vamos un poco más allá de los sectores rurales, nos damos cuenta de que en todas las veredas de los respectivos municipios existen las juntas de acción comunal, que la mayoría de las veces no pasan de ser reuniones de compadres puesto que les han faltado orientación y recursos económicos para estructurar y desarrollar proyectos productivos medioambientalistas.

El Ministerio de Ambiente dispone de un programa para motivar a los campesinos a ser muy vigilantes con los recursos naturales de sus predios rurales; sin embargo, ha hecho falta que se diseñen proyectos que indiquen cómo puede ser el cuidado de las fuentes hídricas y la siembra de árboles en todos los sectores.

Otro recurso humano que podría utilizarse es el de los jóvenes de los últimos años de secundaria, motivándolos para que mediante orientación práctica y pedagógica en sus instituciones educativas se comprometan a la conservación y preservación de ciertos sectores de los predios rurales de sus municipios, con impacto en sus notas académicas.

Comprometer a los niños y jóvenes para que adopten la conservación y preservación de un recurso natural debería estar dentro del pénsum académico en escuelas y colegios, puesto que sería el punto de partida para que se vinculen en un proyecto productivo de conservación y preservación de los recursos naturales.

El proyecto promovido por el doctor Ariel Armel “Hagamos de Colombia un bosque” es muy bienvenido; sin embargo, le hacen falta más señalamientos pedagógicos de hacia dónde deben estar dirigidos estos propósitos, mal podemos lanzar iniciativas al aire sin estar sustentadas pedagógicamente.

Uno de los recursos naturales que debemos recuperar y posteriormente preservar son las fuentes hídricas. No se justifica que predios rurales que otrora fueron manantiales cristalinos hoy estén en vía de extinción o totalmente áridos, razón por la cual hay que someterlos a estudio y evaluación con el fin de determinar las causas de su secamiento y proceder a su recuperación.

En consecuencia, la iniciativa de hacer de cada municipio un bosque, repetimos, es bienvenida, pero ya hay que pasar de la retahíla al campo de acción, esto se logra ubicando los recursos naturales frente a los diferentes procesos de desarrollo, que los hay en toda la Colombia rural.

urielos@telmex.nedt.co