Urgente: se buscan políticos honestos

Uriel Ortiz Soto
26 de febrero de 2009 - 01:38 p. m.

Lo difícil va a ser encontrarlos y protegerlos de la jauría de los caciques corruptos y deshonestos que por su culpa son muchas las regiones y municipios que se encuentran estancadas, porque varios de sus candidatos elegidos por votación popular en las elecciones anteriores, se encuentran en las cárceles, o huyendo de la justica; cuando menos, investigados por los organismos de control.

Ha tarea difícil la que impone nuestra conciencia frente a los próximos comicios que ya empiezan a calentar el ambiente en todos los partidos y movimientos. Vientos huracanados y grandes tempestades se vislumbran para las elecciones venideras. Las sedes serán todo un pugilato por conquistar el poder. Pero lo más grave, actuando sin un cronograma; sin definición de principios; y sin una Ley que los regule y de plenas garantías a los electores, de que sus candidatos avalados, gozan de buena salud: mental, intelectual, moral y jurídica.


Dudo que para el próximo período de sesiones ordinaras del Congreso, que se inician en el mes de marzo, se vaya a terminar de debatir y convertir en Ley de la República, el tan indispensable Estatuto de Partidos; sencillamente, porque, a los gamonales, atornillados en las diferentes corporaciones legislativas, muchos de ellos, con casi cuarenta años, no les conviene que se les limite el liderazgo clientelita, para continuar manejando a su acomodo: institutos, secretarías, gobernaciones y municipios; bajo el mantos de la duda, con contratos amañados, el saqueo y la corrupción.

A poco más de un año de los próximos comicios electorales, lo que el País, está viendo, produce rabia, asco y vergüenza: En medio de la crisis económica mundial y nacional, generadora de desempleo, hambre y miseria; la escases de alimentos que nos está pisando los talones; el problema de los casi tres millones de deudores hipotecarios a punto de perder sus viviendas; las nefastas pirámides que azotaron a gran parte de la regiones; los casi tres millones de desplazados por la violencia que se encuentran en las ciudades fortaleciendo los cinturones de miseria; las carreteras en algunos departamentos que son vergonzosas trochas de la muerte, y tantos otros problemas que nos aquejan y no resisten más espera; sin embargo, los señores políticos con sus ex - presidentes a la cabeza, no les importa la suerte de sus compatriotas, porque prácticamente las veinticuatro horas del día se la pasan produciendo estúpidos comunicados de posicionamiento de poder, que, en nada tienen que ver con la angustiosa situación que está viviendo el País.


Por eso, conscientes de tan delicada situación, tenemos que empezar desde ahora, a identificar los líderes para el inmediato futuro. Ojalá, que no estén contaminados con la política tradicional y actual que es prácticamente la que nos tiene postrados. Que sean verdaderos dirigentes, que entiendan, que las comunidades y sus más urgentes necesidades, están por encima de los partidos políticos y no como ocurre ahora, que, los partidos están por encima, del hambre y la miseria del pueblo, eclipsando su futuro, para beneficio personal de gamonales y grupo de áulicos y aduladores.


Es apenas un derecho del ciudadano, exigir que los futuros dirigentes que aspiren a ocupar cargos por elección popular, acudan a los mecanismos de participación ciudadana, para estructurar el plan de desarrollo con el cual van a ser elegidos y se comprometan a cumplirlo en caso de resultar ungidos. Es verdaderamente desmoralizador, ver candidatos simplemente pidiendo la bondad del voto, a cambio de posiciones burocráticas o en el peor de los casos constriñendo la conciencia por anticipado, o en el día de las elecciones, en las mesas de votación.


Del constituyente primario, depende que los funcionarios por elección popular sean eficientes y transparentes. Si vendemos nuestra conciencia, estamos labrando nuestra propia desgracia y comprometiendo el futuro de nuestros hijos.


No olvidemos que hasta el presente, los partidos políticos, tan cual están operando y constituidos, no son prenda de garantía electoral para el ciudadano. Miremos no más, los miles de procesos que adelantan los organismos de control contra: gobernadores, alcaldes, congresistas, diputados y concejales, elegidos en los últimos comicios por diferentes delitos y lo más grave, después de haber sido avalados por su partido o movimiento. Evitémonos desgastes innecesarios y definamos nuestro voto con conciencia. Cuando dispongamos de un Estatuto Político en el cual se pueda confiar, entonces votaríamos de acuerdo los postulados de la Ley de Partidos. Por ahora preparémonos para votar de acuerdo a nuestro propio criterio avalado por nuestra conciencia.

Comunidad Desarrollo y Gestión
urielos@cable.net.co

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