Úsese y lávese...

Como si fuera cualquier prenda de vestir, el cargo de director técnico ha caído en esta clase de recomendación. Al menos así enfilan baterías los medios de comunicación en México contra Hugo Sánchez, quien se puso a despotricar en contra de su colega Ricardo Lavolpe y hoy los dirigentes mexicanos deshojan la margarita para determinar su futuro.

Hay tantos directores técnicos en el mundo desocupados que, como dice la canción salsera, no hay cama pa’ tanta gente. Por eso me llamó la atención la manera rapidísima como el Atlético Bucaramanga reemplazó a Eduardo Retat. Le oí a un dirigente decir que después de estudiar muchas hojas de vida, había optado por el malgeniado de Víctor Luna. La pregunta es: ¿Estudiaron las hojas de vida, después del empate con el Cúcuta, o como se dice, desde diciembre querían sacarlo y no lo habían hecho por física vergüenza?, pues el samario había conseguido el objetivo principal, cual era salvar a los búcaros del descenso. Y eso que el equipo está en la tabla a cuatro puntos de los líderes y a mitad del camino.

Contrario a lo que esperaba, Santiago Escobar espera llegar, por las buenas, a un acuerdo para legalizar su salida del Júnior. Tiene contrato hasta diciembre de 2008. El club pretende pagar solamente un mes como compensación por los ocho meses que restan del acuerdo. El caso es que en el conjunto barranquillero están Lizarazo, Báez y un hijo de Fuad Char, quien desde su cómodo puesto como embajador ante Portugal, confía en solucionar todo a distancia. Hay muchos interlocutores, aunque ningún pagador serio. Ojalá con Sachi haya un arreglo ajustado a la ley laboral porque más allá de sus capacidades técnicas, es un señor y merece todo el respeto a él y a su profesión.

Por eso, el título de estas líneas encierra una definición clara de este ejercicio, en el que los resultados son los jueces del trabajo de los directores técnicos, más allá de los asesores que se inventen y de los recursos que dispongan los equipos.

La selección

La selección de Colombia que perdió el amistoso con Honduras, dio una voz de alerta sobre el siempre espinoso caso de los volantes de creación. Mientras en Atlético Nacional muchos ven en la ausencia de Aldo Leao Ramírez la causa de sus males, en la selección no fue ni guía ni líder. Giovanni Hernández está contagiado del mal momento del Júnior; Macnelly disimula en el Cúcuta su ansiedad por irse al Colo Colo y otros, como Jaime Castrillón, transitan por un flojo momento, y hasta Giovanni Moreno está en ciernes sobre su real dimensión. Tiene ahí el técnico Jorge Luis Pinto un genuino dilema, porque una vez más queda demostrado que son los jugadores quienes hacen funcionar los sistemas de juego y no al contrario.