Publicidad

Ver y no creer

Dora Glottman
31 de octubre de 2020 - 03:00 a. m.

Eso de ver y no creer nunca ha tenido tanto sentido para mí como con las elecciones presidenciales en los Estados Unidos. Joe Biden y Donald Trump se ponen los guantes para el espectáculo democrático más grande del planeta en un país que sabe montar un buen show. Pero de manera paralela, en los bufetes legales, lejos de la luz pública, los mejores abogados del país se preparan para una lucha, cuyo único objetivo, por el lado republicano, es la reelección de Donald Trump sea como sea, mientras los demócratas, que cuentan con una clara mayoría, se alistan a defender su triunfo. Trump alegará fraude y, en caso de que llegue a la Corte Suprema de justicia, tienen ya colocada su ficha mayor, la reina de su ajedrez, la juez conservadora Amy Coney Barrett.

Los republicanos asignaron un presupuesto de 20 millones de dólares para tres bufetes que se encargan de reclutar a cientos de abogados que buscan fallas en el sistema en todo el país. Los demócratas dicen tener el mejor equipo legal de la historia, que tiene como estrella al exfiscal Eric Holder. Ambos partidos han sacado del olvido a abogados retirados y puesto a trabajar a estudiantes de derecho aún no graduados. Dos ejércitos de letrados sin precedentes preparados para defender la carta que les toque jugar. En eso va la democracia.

Esta semana se dio un fallo de la Corte Suprema a favor de los demócratas. El alto tribunal determinó —con cuatro votos a favor y cuatro en contra— que Pensilvania puede mantener la ley que le permite contar los votos que llegan por correo hasta tres días después de cerradas las urnas, lo que no sucedió con Minnesota ni Wisconsin. Para ese fallo no votó la recién juramentada Coney Barrett porque no tuvo tiempo para estudiar el caso, aunque el asunto de Pensilvania puede llegar a determinar la elección a favor de Biden y quedaría en sus manos.

Pensilvania es uno de los “swing states”, es decir, donde aún no está definido quién ganaría las elecciones y, si el resultado es muy apretado, los republicanos podrían volver a pedir a la Corte Suprema que revise la validez de los votos que llegarán después de las 8 p.m. el 3 de noviembre. Algo similar a lo que sucedió con Bush y Gore en el 2000. Si eso pasa, la Corte ya tendrá nueve miembros al contar con Coney Barrett y el empate lo resolvería su voto. Ahí está el detalle.

Cuando la juez juramentó en la Casa Blanca para asumir el cargo vitalicio, en la mente de los demócratas estaba Pensilvania. Por eso, cuando veo a los estadounidenses haciendo fila para votar, recuerdo que esta elección se puede definir en una corte y es ahí donde me convenzo de que hay que ver y no creer.

 

Win(76151)31 de octubre de 2020 - 03:27 p. m.
El poder convertido en locura paranoide!
Francisco(30227)31 de octubre de 2020 - 03:01 p. m.
No sé porque los gringos ponen a la gente disque a votar para elegir presidente. Allá no gana el que más votos saque. Recuerdan el caso de Hilary?
Atenas(06773)31 de octubre de 2020 - 02:28 p. m.
Sí, de alquilar balcón todo ese espectáculo o show q' acostumbran donde el tío Sam. Y acostumbrados como viven a fumar debajo del agua siempre encontrarán el modo de poder exhalar su humo. Cuan innegable es q' pese a sus ciertos disparatados procedimientos, jamás tendrán la bellaqueria de otras naciones cuyos líderes son capaces de bajar hasta los infiernos y arrastrar consigo a los suyos.
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar