Vino para cada cual

Hugo Sabogal
05 de febrero de 2012 - 01:00 a. m.

El mercadeo de esta bebida también se ha interesado en las etiquetas para atraer a un tipo específico de consumidor.

El argentino Juan Marque, especialista en mercadeo del vino, vaticinó hace un par de años que, así como los automóviles se producen para satisfacer las aspiraciones y necesidades de distintos tipos de usuarios, los vinos también comenzarán a elaborarse según los perfiles de los consumidores.

Marque, quien lanzó sus cábalas en uno de los pocos seminarios de mercadeo del vino realizados en Latinoamérica, citó algunos casos interesantes de etiquetas que han intentado, con éxito, atraer a un tipo específico de consumidor.

Es el caso, por ejemplo, de Little Chica, producida en Estados Unidos. Esta marca aspira a encantar a los consumidores de origen hispano, sin olvidarse del bebedor anglosajón, que también está a la caza de experiencias diferentes. Creada por un español con nexos argentinos, Little Chica elabora vinos de una sola variedad o con mezclas muy sencillas. Lo hace con la intención no de atrapar expertos, sino de promocionar la identidad hispana en un medio étnico diferente. “Nuestros vinos quieren invitarle a explorar la cultura y la herencia latinas y la pasión que sentimos por la familia, la comida y la buena vida”. Quienes han probado el Malbec y le mezcla de Tempranillo y Garnacha de Little Chica manifiestan que es la bebida ideal para animar reuniones familiares y con amigos. Igual ocurre con otra original marca, inspirada en una rara circunstancia de la vida contemporánea. Se llama Monogamy (o monogamia) y persigue atraer a aquellos consumidores con relaciones estables y duraderas. En su publicidad, los productores así lo manifiestan de una manera simple y directa: “Cuando usted ha encontrado el amor de su vida, ¿para qué seguir buscándolo?”.

En el extremo opuesto está PromisQuos, cuyo argumento central es resaltar el valor de la universalidad y la mutabilidad, en vez de la estabilidad tradicional. Lo que proyecta es que, si le gusta mezclarse, PromisQuos debe ser su primera opción.

Y como los machos no constituyen una especie en extinción, otro vino que brilla con luz propia es el Purple Cowboy o Jinete Púrpura. Estamos hablando, no del impecable y bien acicalado metrosexual, sino del hombre que se identifica con los instintos básicos y la bravura, y que no le importa, como lo expresa el valor de marca del producto, teñirse los dientes de un violáceo profundo al beberlo. La idea es que nadie le quite lo vivido. ¿Los nombres? Tinto Tenaz, Jinete Nocturno Merlot y Sendero del jefe Cabernet.

La semana pasada la multinacional Treasury Wine Estates, propietaria de algunas de las marcas más resonantes de California, Australia y Nueva Zelanda (Beringer, Château St Jean, Stags’ Leap, Étude, Penfolds, Lindeman’s, entre otras), también ha promovido su estrategia para moverse en el nuevo territorio. Es así como acaba de anunciar el lanzamiento de B. (incluido el punto), bajo la tutela de la prestigiosa marca Beringer. Es una marca enfocada en mujeres refinadas que esperan encontrar un vino estilizado, pero a la vez informal. Para mujeres más estables y moderadas, elegantes y de fina crianza, Treasury también impulsa la marca Emma Pearl. Su etiqueta azul turquesa recuerda los empaques de Tiffany, la famosa casa neoyorquina de joyas de lujo. Además de un Chardonnay delicado, Emma Pearl invita a un suave y selecto Merlot, un tinto muy cercano al afecto femenino.

Y para los hombres y las mujeres nacidos entre 1980 y 2000 —comunicativos y digitales por excelencia y, por encima de todo, informales—, Treasury lanzó Sledgehammer, que utiliza la imagen de un pesado mazo de hierro. La publicidad dice que este vino no es para beber en pequeños sorbos ni para agitarse en la copa, sino para ingerirse sin preocupación y con sentido social (como en las redes).

¿Cuál le atrae? Bueno: quizás aún estemos lejos de estos juegos de mercado, pero, tarde o temprano, seremos el nuevo objetivo.

El vino de la semana

Bodega: Beringer

Marca: Beringer Knights Valley

Cosecha: 2006

Variedad: Cabernet Sauvignon

Estilo: tinto con cuerpo

Añejamiento: 13 meses en barricas de roble francés

País: Estados Unidos

Región: Sonoma

Importador : Marpico

PVP aprox.: $75.250

Toda la tradición de Beringer, bodega fundada en 1876, está puesta detrás de sus productos. Pero este Cabernet Sauvignon merece una consideración especial porque proviene de un mismo viñedo, de más de 40 años de edad. El suelo volcánico de Knights Valley le transfiere al vino una sensación mineral profunda, al tiempo que la cepa encuentra allí las condiciones favorables para entregar un vino de finos aromas a madera, especias negras y chocolate. Es elegante y persistente, y deja la inolvidable sensación de querer servirse otra copa. Ideal con carnes rojas.

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