Armando Benedetti volvió a cambiar de partido político, luego de haber pasado por el partido Liberal y la U, ahora se va a la Colombia Humana. Dice que el centro no existe en ninguna teoría política. Pero pasar de la derecha de Uribe, a la izquierda de Petro es un cambio fuerte.
El centro se convierte en la aportación del socialismo y el capitalismo para lograr su desarrollo, es decir está más cerca de ser una política en términos económicos mixta, la cual busca lograr lo mejor de ambas tendencias. China es un buen ejemplo, en términos económicos es capitalistas y en términos políticos es de izquierda, es decir tiene lo beneficios de ambos sistemas, pues tienen una economía abierta muy productiva y una política cerrada que le permite controlar y dominar a los ciudadanos.
La teoría del centro como ideología política no existe; las manifestaciones políticas de centro se dan más que todo en las monarquías parlamentarias y en Francia en donde la Unión Democrática Francesa los representa; Benedetti tiene toda la razón, lo que no tiene en cuenta es que a los colombianos les puede gustar más un candidato de centro, así no exista en la teoría política. Si, Benedetti entiende la teoría política, pero parece que poco a los electores.
El giro que da es grande, pues las vueltas políticas que ha dado no parecen obedecer totalmente a creencias políticas, pues pasar del Partido Liberal a la U es entendible, pero esta voltereta política es difícil de explicar a sus seguidores y votantes. Cuando Petro fue destituido como alcalde de Bogotá, Benedetti no se manifestó, pero si lo hizo antes de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH se pronunciara en 2018, “Yo creería, con toda la tristeza del mundo, que ya la vida jurídica de Petro se acabó. Él debería buscar la salida antes de que se pronuncie la Comisión Interamericana de Derechos Humanos”
Petro comete un gravísimo error, pues piensa que lo que cuenta es sumar adhesiones y no se da cuenta que este acto político que dice mucho de él, le puede traer la decepción de muchos electores que ahora lo ven como un político tradicional. En la primera vuelta presidencial según la última encuesta de Invamer, Petro tiene un 25.9% de la intención de voto y Fajardo un 20.5%, en segunda vuelta Fajardo tiene un 36.5% y Petro un 34.8%, si continua así moverá la maquinaria, pero para triunfar se necesita también el voto de opinión y lo puede estar arriesgando.
El asunto para los colombianos va mucho más allá de una voltereta política, pues es muy complicado entender un giro de ese estilo. Si Petro pierde puede argüir que fue un error haber abierto esa puerta. El problema que enfrenta es que ya la abrió y muchos de sus seguidores lo verán como un político tradicional y lleva más de veinte años tratando de que lo perciban de manera diferente.