Voto en blanco

Hernán González Rodríguez
08 de junio de 2018 - 01:30 a. m.

De acuerdo con informaciones que me merecen pleno crédito, numerosos copartidarios de Sergio Fajardo, Claudia López, Antonio Navarro… están promoviendo bajo la mesa el voto por Gustavo Petro para el próximo 17 de junio, al tiempo que vociferan sobre la mesa que van a votar en blanco. Esto, con el fin de que bajen la guardia en forma incauta los partidarios de Iván Duque.

De esta astuta estrategia debemos tomar atenta nota los partidarios del Centro Democrático, Cambio Radical, conservadores y liberales. Se idearon los opositores de Iván Duque la opción de acudir a las urnas y marcar el voto en blanco a manera de “protesta política” de quienes consideran que ni Duque ni Petro llenan sus expectativas; pero la realidad se perfila bien diferente.

Entiendo que la Registraduría Nacional ha explicado que, según las normas vigentes, el voto en blanco no opera para la segunda vuelta presidencial. Que este respetable voto sí debe aparecer en el tarjetón para la segunda vuelta, porque los ciudadanos tienen pleno derecho a votar en dicho sentido. El voto en blanco se contabilizará, por tanto, en los procesos de preconteo y escrutinios, pero no afectará el resultado final como paso a demostrar.

Tomo como ejemplo simplificado de la trascendencia del voto en blanco para la segunda vuelta los resultados de las elecciones del pasado 27 de marzo, en los cuales obtuvieron: Duque, 39 votos; Petro, 25; Fajardo, 24 votos; más 12 votos en blanco, nulos o por otros partidos poco significativos.  Pues ninguno de ellos superó el porcentaje del 50% de los votos requeridos por la ley para ganar en la primera vuelta.

Asumo, a manera de ejemplo, que obtuvieran en la segunda vuelta: Duque, 45; Petro, 35 y que en blanco se depositaran sorpresivos 20 votos.  Pues Duque saldría elegido presidente con el 45/80 = 56%, porque los votos en blanco NO entran a sumar con los 80 votos del denominador, de acuerdo con la Registraduría.

Conclusión evidente para quien esto escribe: estimo que el voto en blanco NO perjudicará, por fortuna, las amplias mayorías que persisten en favor de Iván Duque en todas las encuestas recientes.  Insisto, para el resultado final deberá el ganador superar el 50% de la suma de los votos marcados por Duque más los de Petro, tras excluir los en blanco.

Lo caótico sería que funcionara la estrategia aludida al comienzo y que optaran por Gustavo Petro un porcentaje muy elevado de los votos que en la primera vuelta fueron de Sergio Fajardo, más los que fueron en blanco y los de los partidos insignificantes, y muy pocos de estos partidos aludidos, en favor de Iván Duque. Pero la realidad no se perfilará así, mientras las huestes de Duque permanezcamos alertas.

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