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Sirirí

Vuelven los secuestros

Mario Fernando Prado
26 de marzo de 2021 - 03:00 a. m.

El secuestro, el pasado martes en la mañana, del cañicultor bugueño Jimmy Mejía Azcárate en su finca cercana a Andalucía fue la respuesta de los grupos guerrilleros a las declaraciones del ministro de Defensa, quien en días pasados anunció mano dura contra los grupos ilegales que operan en el departamento del Valle del Cauca.

Y no es que Mejía Azcárate sea un pez gordo en el sentido económico. Por el contrario, ha sido una persona juiciosa que a punta de trabajo honesto y, como dicen, de sol a sol ha sacado adelante un patrimonio familiar con no pocas limitaciones económicas.

Sin embargo, con este plagio anunciaron además que la guerra contra ellos la van a responder con este tipo de delitos para generar zozobra, desaliento y cofinanciar sus actividades criminales.

Ya no es solo en el norte del Cauca donde la situación está al rojo vivo y pareciera que el contubernio entre indígenas, guerrilla y narcotráfico está desplazando a los ganaderos y agricultores, sino también en el corazón del sector vallecaucano más productivo.

Es entendible que se quieran manejar estas situaciones con un bajo perfil, pero es imposible que la ciudadanía no sepa la verdad de las cosas y no presione al Gobierno para que atienda problemas como este, que alteran el orden público y son un desafío a las Fuerzas Militares.

Lo anterior coincide con la propuesta —¿fallida?— de permitir el porte de armas a personas de alto riesgo ante la incapacidad del Estado de garantizar la seguridad de sus ciudadanos.

Se trata, sin duda, de una estrategia para iniciar por esos lares la desestabilización social basada en el chantaje más execrable, que nos recuerda esas épocas en que el secuestro se enseñoreó y dejó una estela de dolor nunca superada.

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jose(33220)27 de marzo de 2021 - 01:54 a. m.
y yo como buen desconfiado me pregunto ¿quienes del centro democratico están programando estos secuestros para que se dé la percepción de inseguridad y hecatombe , y así poder lanzar como candidato un URIBISTA PURA SANGRE o al mismo m tomás? recuerden que uribe gano en el 2002 con los autoatentados.
luis(10162)27 de marzo de 2021 - 12:28 a. m.
Gran miserable discriminador... En todo su pensamiento relega a los pueblos indígenas a lo peor, ¿que odio visceral de este ignorante que se cree sangre ARIA?
ALBERTO(84624)26 de marzo de 2021 - 10:22 p. m.
Ningun secuestro, es bueno, justo, o aceptable, Pero tampoco es aceptable, el asesinato de lideres sociales y de excombatientes, como tampoco es aceptable, la corrupción, la impunidad. Todo eso es INACEPTABLE.
wilson(72314)26 de marzo de 2021 - 04:20 p. m.
Excecrable su pensamiento en el que pone en el mismo saco a indígenas, guerrilleros y narcos; excecrable que no ponga ahí a los útiles y los duques que recibieron plata del Ñeñe...excecrable que tengamos una de las fuerzas armadas más grandes del continente y pase todo lo que pasa...a quién protegen?
Periscopio(2346)26 de marzo de 2021 - 03:09 p. m.
La caída de Sirirí sólo es comparable con la del narcoparaco que tanto defiende. En su ya lejana juventud Mario Fernando CABAL fue un excelente escritor y humorista, y luego un mediocre empresario de la industria publicitaria, y hoy en su decrepitud es solo un vil gacetillero de la bodeguita uribista infiltrado en las honorables páginas de EL ESPECTADOR.
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