En este capítulo de El refugio de los tocados, Ómar Rincón habló sobre el talento y nuestra falta de “oficio”. A partir de “Musa paradisiaca”, una instalación con bananos colgando que, para él, revela más sobre Colombia que cualquier noticiero, contó sobre sus planes de ser sacerdote, su espiritualidad y la “colombianidad”.

Por Laura Camila Arévalo Domínguez
Periodista en el Magazín Cultural de El Espectador desde 2018 y editora de la sección desde 2023. Autora de "El refugio de los tocados", el pódcast de literatura de este periódico.@lauracamilaadlarevalo@elespectador.com