Alto turmequé: De coronavirus y otras especies
Los mejores confidenciales del poder en Colombia.
El Espectador
Por el altiplano
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Por el altiplano
El exgobernador de Boyacá Carlos Amaya, apenas salió del cargo se vino a Bogotá para ser uno de los asesores de Claudia López. Ahora está teniendo más relevancia que nunca, pues es el encargado de la estrategia de integración regional de la capital del país y, además de estar detrás de la integración con Cundinamarca, ha liderado por estos días las acciones para coordinar el simulacro de aislamiento, junto con Cundinamarca, Boyacá y Santander.
Pánico payanés
El anuncio del alcalde de la Ciudad Blanca, de que la prueba de coronavirus le resultó positiva, generó un pánico colectivo en la sociedad payanesa, pues Juan Carlos López tuvo contacto previo no solo con el presidente Iván Duque, sino con periodistas y demás funcionarios públicos del Cauca desde su llegada de España el 22 de febrero pasado. De hecho, después de la noticia (que se dio un mes después por los síntomas que sintió el mandatario) los comerciantes de la ciudad denunciaron penalmente a la presidenta de la Cámara de Comercio del Cauca y a la jefe de control interno de la entidad argumentando que estuvieron en España e Italia, respectivamente, pero que no han querido suspender la atención al
público.
Alcaldada
No solo al presidente Duque y a todos los mandatarios que estuvieron reunidos con él en el Palacio de Nariño tiene enojados el alcalde de Popayán, Juan Carlos López. Esta semana el funcionario estuvo en La República, el diario económico, dando una larga entrevista en su formato conocido como Inside. Pues tras conocerse la noticia de que López había resultado positivo para covid-19, se le ordenó a la redacción mantener cuarentena por los 14 días que se recomienda y, ante el primer asomo de los síntomas, recurrir a la asistencia médica. La preocupación se extendió a las familias de los periodistas y demás colaboradores, pues están con ellos en sus casas a la espera de que los síntomas no aparezcan por allí. Lo mismo ocurrió en el Canal Caracol.
En la cuerda floja
Aunque la recomendación del Comité Olímpico Colombiano para los 29 deportistas que ya lograron cupo a los Juegos de Tokio 2020 es que continúen con un plan de preparación de manera normal, la mayoría están muy desmotivados ante la inminencia de la cancelación de las justas. Casi todos están en el país entrenando en sus casas, porque esta semana se cerraron los escenarios en los que practicaban. Ahora su principal temor es que la crisis económica poscoronavirus afecte al Ministerio del Deporte y se reduzca el presupuesto para el apoyo a atletas de alto rendimiento. Esta medida no afectaría tanto a las grandes figuras, que reciben buena remuneración y tienen jugosos patrocinios, sino a quienes viven de los salarios que les pagan los institutos departamentales y los subsidios del Gobierno Nacional.
Efecto Botero I
Luego de que en entrevista con El Espectador el magistrado de la Corte Suprema Gerardo Botero lanzara dardos a la ministra de Justicia, Margarita Cabello, y de paso a sus compañeros por modificar el quórum para poder elegir vacantes y a su presidente, se sintió malestar por algunos magistrados que aseguraron que Botero no sería ajeno a los intereses burocráticos. Varios recordaron que cuando fue necesario cambiar el reglamento para poder separar del cargo a un integrante que sea cuestionado por la justicia (se hizo para el caso de Gustavo Malo), Botero votó en contra.
Efecto Botero II
De otro lado, algunos magistrados cuestionaron que el jueves pasado en sala plena virtual, cuando la Corte Suprema buscaba elegir siete cargos de magistrados de tribunal vacantes del país, renunciaron al derecho al voto secreto. Botero no estuvo de acuerdo y dejó una carta señalando a sus compañeros de violar el reglamento. La propuesta de levantar el secreto del voto se hizo ante las circunstancias de la pandemia y porque no hay en este momento una herramienta que los magistrados puedan usar para poder votar en secreto virtualmente.
De colección
Esta fue la respuesta que envió a El Espectador Romina C. Spano, una de las dos antropólogas curadoras de la exposición de 402 objetos precolombinos que se exponen en Buenos Aires, Argentina, en el Museo Malba y que habrían salido de Colombia de manera irregular, por lo que la Cancillería y la Defensoría del Pueblo pedirán la repatriación: “Buen día, en relación con el cariz de la consulta y las preguntas, le cuento que no me encuentro trabajando para el Malba; el registro de la colección D´Alessandro fue un encargo puntual, por lo cual cualquier dato o apreciación relativa a la colección escapa a lo que pudiera aportar. A la orden para cualquier otra cosa en la que pueda ayudar, saludos cordiales”. Durante veinte años, el médico Antonio D'Alessandro, que trabajó en Colombia, en el Valle del Cauca, y su esposa, Raquel Montenegro, conformaron la colección con una antigüedad que se remonta al año 1500. Luego la donaron al Malba.