“Esto quiere decir que quedó reconocida oficialmente por el CNE la agrupación, sus voceros, estatutos y plataforma política (...) podrán hacer actividad política, aunque no tendrán derecho a financiación porque todavía no son partido, pero tendrán toda la protección del Estado ya como agrupación política”, explicó el presidente del máximo ente electoral del país, Alexánder Vega.
De acuerdo con el magistrado ponente Héctor Helí Rojas, el reconocimiento de este grupo de ciudadanos es especial y transitorio, es decir, que “sólo va a durar hasta cuando se cree el partido político que propongan las Farc, luego de la entrega de las armas, como dicen los acuerdos”. Rojas señaló, además, que los integrantes de esta agrupación no pueden cambiar de nombre ni de movimiento, como tampoco crear posteriormente un partido político distinto, pues la solicitud ante el CNE se hizo como “representantes de las Farc” y su mandato es crear las bases y preparar el camino para el partido político que la guerrilla constituirá una vez se desarme.
Según lo establecido en el Acuerdo de Paz de La Habana, finalizado el proceso de dejación de las armas, los plenipotenciarios de las Farc en la mesa de diálogos deberán manifestar formalmente ante el CNE la “decisión de su transformación en partido o movimiento político, el acta de constitución, sus estatutos, el código de ética, la plataforma ideológica y la designación de sus directivos”.
Asimismo, las partes acordaron que el partido político deberá cumplir los requisitos de conservación de la personería jurídica y estará sujeto a las mismas causales de pérdida previstas para los demás partidos, “salvo la acreditación de un determinado número de afiliados, la presentación a certámenes electorales y la obtención de un umbral de votación, durante el tiempo comprendido entre la fecha del registro y el 19 de julio de 2026”.