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Este viernes se conoció los varios cambios que llevó a cabo el Ejecutivo para reorganizar el Gobierno en medio de la campaña de austeridad que planteó la administración Duque. Además de eliminar 33 cargos y crear 27 nuevos, hubo una reorganización del aparato estatal.
Entre los cambios está la eliminación de las Consejerías de la Vicepresidencia y la de Asuntos Políticos y Legislativos. También se fusionó la Consejería para Asuntos Económicos y Transformación Digital con la Consejería para la Gestión y Cumplimiento. Además, se creó la Oficina para la Atención e Integración Socioeconómica de la Población Migrante.
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Como parte de esta reorganización estructural, se les sumó funciones a algunas de las dependencias del Ejecutivo. Por ejemplo, a la vicepresidencia se le añadieron cinco funciones desde la última actualización al aparato estatal, que había ocurrido en junio del 2022, cuando se creó la Consejería de la Vicepresidencia.
Ahora, con la nueva actualización, se pasó de 14 a 19 funciones. Entre las nuevas asignaciones está la “misión de presidir la comisión intersectorial para los proyectos de infraestructura y transporte”. Asimismo, está la misión de liderar las estrategias de reactivación de la población informal, seguimiento a la agenda legislativa según encargos especiales dados por el presidente, entre otras funciones que anteriormente no figuraban y que se dan tras la eliminación de la Consejería de la Vicepresidencia.
Además de los cambios en el despacho que dirige Marta Lucía Ramírez, la dependencia que más funciones recibió fue la oficina del jefe de gabinete, que está a cargo de María Paula Correa. Esta pasó de 20 funciones a 32, esto tras la creación de la Oficina para la Atención e Integración Socioeconómica de la Población Migrante y la fusión de la Consejería Presidencia para Asuntos Económicos y Transformación Digital.
Además de las funciones ya conocida, la oficina de Correa tendrá a su cargo varias asignaciones enfocadas a la relación del presidente con el Congreso. En esa línea, las funciones entregadas a Correa incluyen hacerle “seguimiento a la agenda legislativa del gobierno” y hacer recomendaciones sobre esta.
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En este mismo sentido, esta dependencia tendrá a su cargo realizar seguimiento a la agenda legislativa tanto de las comisiones como de las plenarias e informarle al presidente sobre el avance de estas. Además, Correa tendrán que pasar a apoyar al ministro del Interior en las relaciones entre el Ejecutivo y el Gobierno.
En este mismo punto de la relaciones entre Ejecutivo y Legislativo, el decreto firmado este jueves estipula que la jefe de gabinete debe asesora al presidente en la ejecución de programas y proyectos que deben ser desarrollados en coordinación con el Congreso. Asimismo, debe brindar apoyo a los ministros, cuando el presidente lo determine, en el trámite legislativo de proyectos. Otra de las funciones que recibió el despacho de María Paula Correa es coordinar con los ministerios y otras entidades las respuestas a cuestionarios de controlo político que provengan del Congreso.
Además de centrarse en la relación Congreso-Presidencia, la jefatura de Gabinete tendrá a su cargo adelantar gestiones para obtener cooperación internacional. En este punto de política internacional se estableció que la oficina de Correa asesorará al presidente Duque en temas relacionados con política exterior, eso sí, con la coordinación de la Cancillería, a cargo de Marta lucía Ramírez. También en este punto se dejó consignado que tendrá que hacer seguimiento a las propuestas bilaterales y multilaterales de la agenda presidencial.
Con este nuevo cúmulo de funciones, varios han visto a María Paula Correa como el regreso del cargo del superministro, que ejerció Néstor Humberto Martínez durante el gobierno de Juan Manuel Santos. En esta recaerán funciones tanto de índole diplomática como de relación con el Legislativo, dos áreas básicas en cualquier gobierno.