Despiden a Piedad Córdoba en tres ciudades que marcaron su vida política
La de la senadora del Pacto Histórico fue una vida marcada por hitos y también por polémicas, como la FARC-política y la liberación de secuestrados. Tras los ritos fúnebres en Quibdó, su cuerpo estará en cámara ardiente el lunes en el Congreso de la República y luego será sepultada en la capital de Antioquia.
La primera de las tres paradas en los honores fúnebres de Piedad Córdoba fue Chocó. Esa tierra que su tío, el liberal Diego Luis Córdoba, impulsó a convertir en departamento, en 1947, que fue clave en las luchas políticas de la congresista, quien durante su vida defendió los derechos de las minorías. El cuerpo de la senadora del Pacto Histórico, que falleció el pasado 20 de enero por un paro cardíaco, llegó a Quibdó este domingo, donde se celebró una eucaristía en la Iglesia Catedral y una velación en el Concejo Municipal. Córdoba tuvo incidencia en el Chocó hasta casi el final de su vida, cuando el pasado octubre, con su apoyo, llegó Nubia Carolina Córdoba, su prima segunda, a la Gobernación, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar ese cargo.
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La primera de las tres paradas en los honores fúnebres de Piedad Córdoba fue Chocó. Esa tierra que su tío, el liberal Diego Luis Córdoba, impulsó a convertir en departamento, en 1947, que fue clave en las luchas políticas de la congresista, quien durante su vida defendió los derechos de las minorías. El cuerpo de la senadora del Pacto Histórico, que falleció el pasado 20 de enero por un paro cardíaco, llegó a Quibdó este domingo, donde se celebró una eucaristía en la Iglesia Catedral y una velación en el Concejo Municipal. Córdoba tuvo incidencia en el Chocó hasta casi el final de su vida, cuando el pasado octubre, con su apoyo, llegó Nubia Carolina Córdoba, su prima segunda, a la Gobernación, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar ese cargo.
Lució orgullosa sus raíces afrodescendientes con un turbante que, con el tiempo, se convirtió en uno de sus distintivos. Así, después de que su familia y simpatizantes la despidan en el Chocó, el cuerpo de Córdoba será trasladado este lunes a la capital del país, donde estará durante la mayor del día en ese lugar donde pasó tantos años de su vida: el Congreso de la República. Allí, en el Salón de la Constitución, estará en cámara ardiente de 9 a.m. a 5 p.m.
Piedad Córdoba recorrió los pasillos del Capitolio Nacional primero como congresista del Partido Liberal y más recientemente, hasta su muerte, como senadora del Pacto Histórico, la colectividad del presidente Gustavo Petro. El liberalismo fue su primera casa política gracias a su cercanía con William Jaramillo, una cercanía que empezó un poco antes de que él llegaría a la Alcaldía de Medellín. En 1991 fue cabeza de una lista jaramillista que obtuvo 22.000 votos y la llevó a la Cámara en representación de Antioquia. Tres años después, cuando Jaramillo desistió de lanzarse de nuevo al Senado, Córdoba entró a la corporación donde quedaría reelegida cinco veces más (1998, 2002, 2006, 2010 y 2022).
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Cuando supo la noticia de su fallecimiento, el presidente escribió que “había muerto una verdadera liberal”. Y es que Córdoba heredó el liberalismo de su familia en el Chocó, trabajó con grupos liberales de Antioquia y defendió esa ideología política que encarnaban Ernesto Samper y Horacio Serpa. Incluso fue presidenta del partido antes de apartarse de él por sus diferencias con algunos sectores del partido y con el expresidente César Gaviria.
Su resonancia con las ideas progresistas y de izquierda la llevó a crear, dentro del Partido Liberal, el movimiento Poder Ciudadano Siglo XXI, que luego se llevaría, en 2021, a la colectividad que apoyaba la candidatura de Gustavo Petro. “Con gran alegría y total convicción quiero anunciar a todo el país que Poder Ciudadano se suma al Pacto Histórico”, dijo Córdoba en ese momento.
Pero las décadas antes de llegar al Pacto fueron turbulentas. Por orden del líder paramilitar Carlos Castaño, Piedad Córdoba fue secuestrada por las Autodefensas Unidas de Colombia en 1999. Enfrentó varias semanas de cautiverio y al ser liberada, se exilió con su familia en Canadá, aunque pronto la llamaría su compromiso con el país y regresaría al Senado. También salió ilesa de dos atentados en su contra.
Más allá de su integridad física, Córdoba enfrentó también una serie de acusaciones por su presunta cercanía con los guerrilleros de las FARC y su amistad con el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez. En 2007, había sido designada por el entonces presidente Álvaro Uribe mediadora con la guerrilla, diálogos en los que se abanderó de la liberación de los secuestrados.
Su cercanía con el vecino país se reflejó en el mensaje que dio el actual presidente venezolano Nicolás Maduro al enterarse de su muerte: “Desde Venezuela, tierra bolivariana que tanto quiso, envío mis más sentidas condolencias a sus familiares y al pueblo colombiano. Tu nombre, tu idea y tu gran legado de lucha trascienden hoy al escalafón más alto de los que seguimos este camino de transformación de nuestros pueblos. ¡Piedad vive, la lucha sigue!”.
Los señalamientos de promocionar y colaborar con las FARC llegaron al punto de que en 2010 la Procuraduría General, a cargo de Alejandro Ordóñez, la destituyó de su cargo de senadora y la inhabilitó de ejercer funciones públicas por 18 años. Sobre esto trinó el primer mandatario el pasado sábado: “Un procurador fascista la expulsó del Senado y se burló de sus electores, quise resarcir el daño y ayudé a que hiciera parte de la lista del Pacto Histórico; sentí que lo merecía”.
En 2016, en medio de las especulaciones por la cadena de custodia del computador de Raúl Reyes, jefe guerrillero de las FARC, y la información que contenía, el Consejo de Estado tumbó la sanción que la Procuraduría le había impuesto a Córdoba.
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Más allá de estos señalamientos, sus compañeros del Pacto reconocieron este fin de semana su lucha por la salida negociada del conflicto. María José Pizarro, vicepresidenta del Senado, destacó que Córdoba fue “una luchadora incansable por la paz”. Y el exsenador Alexánder López Maya dijo que “su vida de lucha y tenacidad siempre será recordada por aquellos que la vimos apostarle todo a la paz, a pesar de que ello le significara una terrible persecución política”.
Al morir, Córdoba ocupaba una curul en la Comisión Séptima, donde alcanzó a participar en debates de iniciativas del gobierno del cambio, como la reforma pensional. En febrero de 2023, la senadora confirmó que se había reunido con el presidente. “Le dije que ponía a disposición de las reformas sociales en la Comisión Séptima toda mi experiencia y capacidad que como lideresa social y congresista he acumulado durante más de 30 años”, contó en su cuenta de X. Tras su muerte, Petro aprovechó para convocar un “congreso progresista” con el Pacto Histórico, con la intención de volverlo un único partido fuerte para las elecciones presidenciales de 2026.
Ahora, la silla legislativa de Piedad Córdoba podría pasar a manos de Edwin Palma, actual viceministro de Trabajo y siguiente en la lista cerrada del Pacto. Su ingreso al Congreso dependerá de su disposición para renunciar al cargo en el Ejecutivo y realizar el traslado al Legislativo. La muerte de la congresista también ha frenado el proceso de cambio en la junta de Ecopetrol, ya que Palma se perfilaba como candidato para ocupar un cargo allí. En caso de rechazar la curul, esta llegaría a Sonia Bernal.
En una de sus últimas intervenciones en el Congreso, Córdoba expresó solidaridad con congresistas del Centro Democrático que estaban siendo víctimas de violencia política y machista en redes sociales. Dijo en septiembre del año pasado que ella fue agredida en escenarios similares por copartidarios como Roy Barreras y Armando Benedetti.
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La congresista del Pacto falleció, también, con una serie de líos judiciales que llegaban hasta la Corte Suprema de Justicia. En el alto tribunal tenía pendientes investigaciones relacionadas con FARC-política y enriquecimiento ilícito. Este punto lo recalcaron algunos políticos de la oposición al enterarse de su muerte. “Dejó una deuda de dolor por su relación con las FARC y los secuestrados; usó su amistad con Chávez para lucrarse y heredó privilegios con Maduro y su socio Álex Saab. Nos quedó debiendo la verdad, en impunidad”, dijo, por ejemplo, María Fernanda Cabal, senadora uribista.
La despedida de Córdoba, después de una última vez en el Congreso, continuará en Medellín, la ciudad donde nació y murió. Fue allí donde comenzó su vida política. En 1984, ocupó su primer cargo público como subcontralora municipal y luego fue nombrada secretaria general de la Alcaldía por William Jaramillo. Además, fue en Medellín donde obtuvo su primer cargo de elección popular como edil y, más tarde, como concejal.
También fue en esta ciudad donde murió de un paro cardíaco el pasado sábado, en la Clínica de Contadores. Tres días después, el martes 23 de enero, se realizarán sus exequias en la funeraria San Vicente de Medellín y luego se dará la sepultura. Así concluirán los ritos fúnebres por las tres ciudades que marcaron la vida de Córdoba: Quibdó, la tierra de su ascendencia, que marcó sus ideales y herencias políticas; Bogotá, donde fue cinco veces congresista, y Medellín, donde comenzó su carrera política.
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