"Duque desperdició la oportunidad de marcar una identidad": Daniel Ivoskus

En el ejercicio de la política, las estrategias de comunicación y las diferentes herramientas, como las redes sociales, se han convertido en un vehículo esencial para el desempeño de la vida pública, además de los resultados en una contienda electoral.

Reconocer a la Comunicación Política como un saber que mejora la gestión pública ha abierto los debates acerca de la importancia de su profesionalización, así como cuáles son sus objetos de estudio y aplicación. Bajo este panorama, por primera vez en Bogotá se realizará el Congreso Iberoamericano de Comunicación Política, este jueves 4 y viernes 5 de abril.

Los temas que abordará este encuentro son variados, empezando por la creación de una estrategia política efectiva, pasando por la participación de las mujeres en la vida pública, la polarización persistente en toda la región, y terminando por el reconocimiento del papel de las nuevas tecnologías como herramientas de comunicación, entre otros asuntos.

El Espectador habló con Daniel Ivoskus, presidente de la Cumbre Mundial de Comunicación Política, organismo encargado de la organización del evento, acerca de la polarización en el país, la gestión del presidente Iván Duque, las redes sociales y las elecciones regionales de octubre.

¿Cómo define la Comunicación Política a la polarización?

Es cuando hay dos sectores políticos diferenciados, enfrentados y con posturas diametralmente opuestas ante determinados temas estratégicos o claves en la sociedad. Por ejemplo, mano dura o ser flexibles; involucrarse en el caso de Venezuela y definirlo como una dictadura o que el país resuelva democráticamente el problema. Estos son temas que se les da una ideología entre izquierda y derecha.

¿Cómo se vio reflejada esa polarización en las elecciones presidenciales de Colombia en 2018?

Si analizamos a profundidad, encontraremos, seguramente, que hay un gran porcentaje que se terminó volcando por Iván Duque para que no ganara la izquierda. En toda campaña electoral el contraste o las estrategia de diferenciación son las más importantes, porque permite crecer el caudal de votos. Es decir, vota la gente por “x” candidato, a quien ve como el ideal, pero también votan por ese “x” candidato quienes consideran que el adversario es lo peor que le puede suceder al país. Ese es un voto de descarte que termina definiendo las elecciones, sobre todo cuando hay segunda vuelta. Por ejemplo, en México, antes de esta última elección presidencial, en la que ganó Andrés Manuel López Obrador, este se presentó en dos comicios anteriores, pero le crearon un estigma y un eslogan acerca de que AMLO era un peligro, asociándolo a la izquierda.  ¿Cuál era el peligro para México?, ¿los fracasos anteriores de dos partidos tradicionales o AMLO? El miedo pasó a otro lado. Por eso opino que si el Gobierno del presidente Duque no termina de manera exitosa, es muy probable que la consecuencia sea la izquierda.

¿Por cierto, cómo evalúa la gestión del presidente Duque, quien ha manifestado querer construir un país unido, alejado de la polarización?

En primer lugar, creo que él ha desperdiciado una gran oportunidad que son los primeros 100 días de Gobierno, de marcar una identidad, un rumbo.

¿Entonces para usted su gobierno sigue sin rumbo?

Para mí, retomó la iniciativa después del atentado a la Escuela de Cadetes, sumado al caso Venezuela. Ha tomado las riendas con las que quiere marcar una línea política, pero no está relacionada con que desaparezca la grieta causada por la polarización. Vamos a ver a la mano dura, a definir el tema de Venezuela como una dictadura y eso genera división. No genera unión. Insisto, se desperdició el momento con que se cuenta con todo el capital político para tomar las decisiones.

¿Qué significa que Duque no haya logrado crear una identidad en los primeros 100 días de gobierno?

Hay que analizar los niveles de aprobación que fueron muy bajos, cosa que es muy rara. Uno sufre la desfavorabilidad cuando se tienen desgaste, hay reelección, o se está llegando al final de un mandato y el capital político se va diluyendo. Claramente esto no significa que no lo pueda reconstruir. Repito, la iniciativa la ha recuperado fuertemente con estos dos sucesos que marcan una postura clara de ejes centrales, pero que no pueden ser los únicos.

Retomando el ejemplo de México, ¿qué le augura a Gustavo Petro y a la izquierda en Colombia?

Es prematuro hablar de eso. Va haber una primera instancia que serán las elecciones locales y regionales, en las que se contarán con campañas claramente personalistas. La gente hoy vota más por las personas, candidatos que entienden y comprenden hacia dónde va la sociedad. Este va a ser un test electoral interesante, siendo la antesala de los posicionamientos que vengan de manera posterior. Por otro lado, debemos estudiar en los resultados anteriores. ¿Por qué en la última elección presidencial no era lo mismo si en el balotage entraba Petro o Fajardo? Por eso es muy importante que en las estrategias de campaña, además de construir el escenario y la potencialidad de nuestro candidato, se escoja bien al adversario, porque esa puede ser la diferencia entre ganar o perder.  

Tocando el tema de las campañas personalistas, ¿cuál es el futuro de los partidos políticos?

Estamos ante un grave problema que es el debilitamiento de los partidos políticos, en el que los liderazgos superan a los movimientos. Digo que es un problema porque toda democracia se sustenta en estos. Las colectividades tienen que ser fuertes, pese a que la gente no le interesa, pues lo único que quieren es que se les resuelvan sus preocupaciones. Las personas solamente piensan en su primer metro cuadrado, en lo que les pasa cuando salen de sus casas. Entonces la política debe de solucionar el primer metro cuadrado de la gente y no las cuestiones de los políticos y de la política. La agenda ciudadana debe ser la que tenga la atracción. Ahora bien, el sistema democrático se sostiene de partidos políticos. Por eso los dirigentes de los movimientos tienen la responsabilidad de darle contenido y plataforma a los proyectos de los candidatos.

¿Cuál es el éxito de una campaña y qué papel tienen las redes sociales en esta?

Toda campaña lo que tiene que tener en cuenta es que hay que construir un sistema de comunicación que se compone de la televisión, radio, prensa escrita, redes sociales, estructura territorial, puerta a puerta, vida pública. Una vez se construye un sistema de comunicación, a las redes de sociales no hay que ni sobredimensionarlas ni subestimarlas, cumplen un rol importante que debe ser ejecutado por profesionales, de lo contrario se va a perder una gran oportunidad. Las redes son transversales a los medios de comunicación y lo que pasa en las redes genera efecto en la realidad, generando despliegue por parte de los medios y conformando la opinión pública, por ende, al ser tema del día la estrategia digital, planteada a través de las redes, ha tenido resultados.

En el ejercicio de la política, las estrategias de comunicación y las diferentes herramientas, como las redes sociales, se han convertido en un vehículo esencial para el desempeño de la vida pública, además de los resultados en una contienda electoral.

Reconocer a la Comunicación Política como un saber que mejora la gestión pública ha abierto los debates acerca de la importancia de su profesionalización, así como cuáles son sus objetos de estudio y aplicación. Bajo este panorama, por primera vez en Bogotá se realizará el Congreso Iberoamericano de Comunicación Política, este jueves 4 y viernes 5 de abril.

Los temas que abordará este encuentro son variados, empezando por la creación de una estrategia política efectiva, pasando por la participación de las mujeres en la vida pública, la polarización persistente en toda la región, y terminando por el reconocimiento del papel de las nuevas tecnologías como herramientas de comunicación, entre otros asuntos.

El Espectador habló con Daniel Ivoskus, presidente de la Cumbre Mundial de Comunicación Política, organismo encargado de la organización del evento, acerca de la polarización en el país, la gestión del presidente Iván Duque, las redes sociales y las elecciones regionales de octubre.

¿Cómo define la Comunicación Política a la polarización?

Es cuando hay dos sectores políticos diferenciados, enfrentados y con posturas diametralmente opuestas ante determinados temas estratégicos o claves en la sociedad. Por ejemplo, mano dura o ser flexibles; involucrarse en el caso de Venezuela y definirlo como una dictadura o que el país resuelva democráticamente el problema. Estos son temas que se les da una ideología entre izquierda y derecha.

¿Cómo se vio reflejada esa polarización en las elecciones presidenciales de Colombia en 2018?

Si analizamos a profundidad, encontraremos, seguramente, que hay un gran porcentaje que se terminó volcando por Iván Duque para que no ganara la izquierda. En toda campaña electoral el contraste o las estrategia de diferenciación son las más importantes, porque permite crecer el caudal de votos. Es decir, vota la gente por “x” candidato, a quien ve como el ideal, pero también votan por ese “x” candidato quienes consideran que el adversario es lo peor que le puede suceder al país. Ese es un voto de descarte que termina definiendo las elecciones, sobre todo cuando hay segunda vuelta. Por ejemplo, en México, antes de esta última elección presidencial, en la que ganó Andrés Manuel López Obrador, este se presentó en dos comicios anteriores, pero le crearon un estigma y un eslogan acerca de que AMLO era un peligro, asociándolo a la izquierda.  ¿Cuál era el peligro para México?, ¿los fracasos anteriores de dos partidos tradicionales o AMLO? El miedo pasó a otro lado. Por eso opino que si el Gobierno del presidente Duque no termina de manera exitosa, es muy probable que la consecuencia sea la izquierda.

¿Por cierto, cómo evalúa la gestión del presidente Duque, quien ha manifestado querer construir un país unido, alejado de la polarización?

En primer lugar, creo que él ha desperdiciado una gran oportunidad que son los primeros 100 días de Gobierno, de marcar una identidad, un rumbo.

¿Entonces para usted su gobierno sigue sin rumbo?

Para mí, retomó la iniciativa después del atentado a la Escuela de Cadetes, sumado al caso Venezuela. Ha tomado las riendas con las que quiere marcar una línea política, pero no está relacionada con que desaparezca la grieta causada por la polarización. Vamos a ver a la mano dura, a definir el tema de Venezuela como una dictadura y eso genera división. No genera unión. Insisto, se desperdició el momento con que se cuenta con todo el capital político para tomar las decisiones.

¿Qué significa que Duque no haya logrado crear una identidad en los primeros 100 días de gobierno?

Hay que analizar los niveles de aprobación que fueron muy bajos, cosa que es muy rara. Uno sufre la desfavorabilidad cuando se tienen desgaste, hay reelección, o se está llegando al final de un mandato y el capital político se va diluyendo. Claramente esto no significa que no lo pueda reconstruir. Repito, la iniciativa la ha recuperado fuertemente con estos dos sucesos que marcan una postura clara de ejes centrales, pero que no pueden ser los únicos.

Retomando el ejemplo de México, ¿qué le augura a Gustavo Petro y a la izquierda en Colombia?

Es prematuro hablar de eso. Va haber una primera instancia que serán las elecciones locales y regionales, en las que se contarán con campañas claramente personalistas. La gente hoy vota más por las personas, candidatos que entienden y comprenden hacia dónde va la sociedad. Este va a ser un test electoral interesante, siendo la antesala de los posicionamientos que vengan de manera posterior. Por otro lado, debemos estudiar en los resultados anteriores. ¿Por qué en la última elección presidencial no era lo mismo si en el balotage entraba Petro o Fajardo? Por eso es muy importante que en las estrategias de campaña, además de construir el escenario y la potencialidad de nuestro candidato, se escoja bien al adversario, porque esa puede ser la diferencia entre ganar o perder.  

Tocando el tema de las campañas personalistas, ¿cuál es el futuro de los partidos políticos?

Estamos ante un grave problema que es el debilitamiento de los partidos políticos, en el que los liderazgos superan a los movimientos. Digo que es un problema porque toda democracia se sustenta en estos. Las colectividades tienen que ser fuertes, pese a que la gente no le interesa, pues lo único que quieren es que se les resuelvan sus preocupaciones. Las personas solamente piensan en su primer metro cuadrado, en lo que les pasa cuando salen de sus casas. Entonces la política debe de solucionar el primer metro cuadrado de la gente y no las cuestiones de los políticos y de la política. La agenda ciudadana debe ser la que tenga la atracción. Ahora bien, el sistema democrático se sostiene de partidos políticos. Por eso los dirigentes de los movimientos tienen la responsabilidad de darle contenido y plataforma a los proyectos de los candidatos.

¿Cuál es el éxito de una campaña y qué papel tienen las redes sociales en esta?

Toda campaña lo que tiene que tener en cuenta es que hay que construir un sistema de comunicación que se compone de la televisión, radio, prensa escrita, redes sociales, estructura territorial, puerta a puerta, vida pública. Una vez se construye un sistema de comunicación, a las redes de sociales no hay que ni sobredimensionarlas ni subestimarlas, cumplen un rol importante que debe ser ejecutado por profesionales, de lo contrario se va a perder una gran oportunidad. Las redes son transversales a los medios de comunicación y lo que pasa en las redes genera efecto en la realidad, generando despliegue por parte de los medios y conformando la opinión pública, por ende, al ser tema del día la estrategia digital, planteada a través de las redes, ha tenido resultados.