“Esto pone en riesgo la vida de todos nosotros, incluyendo la del personal de guardia, en una cárcel de alta seguridad”, explican los reclusos en una denuncia enviada a los medios de comunicación.
Los presos aseguran que el penal se encuentra en la oscuridad total y que además esto implica que no pueden tomar café ni tener comida caliente. “Sin poder cargar pilas para escuchar radio, sin poder ver absolutamente nada, ni leer, ni siquiera se puede distinguir el interno que está justo al lado”, agrega la comunicación enviada desde la cárcel de máxima seguridad, conocida como ERON Picota.
La denuncia agrega que ante esta situación y para conseguir un poco de luz, han tenido que hacer fogatas internas, lo cual es altamente peligroso, pues podría causar un incendio.
“No ha habido venta de productos de almacén, no hay qué darle a nuestras visitas familiares y niños en plenas festividades decembrinas”, señalan los reclusos.
Según la denuncia, la respuestas del Inpec ha sido amenazar a los internos con cancelar las visitas si se llegan a producir protestas. Al parecer, el daño se produjo en uno de los transformadores y según los reos, las autoridades han advertido que no hay dinero para arreglarlo.
Esto ha conducido a que los reclusos organicen una jornada de desobediencia civil pacífica, con el fin de visibilizar la situación ante los medios de comunicación y que así las autoridades del penal le den solución a este problema.
“La desobediencia irá hasta tanto den solución eficaz y definitiva a tan grave situación. Hacemos llamado a organismos de control y disciplinarios, a organismo de DDHH, CICR y al propio Gobierno Nacional, atender lo aquí dicho”, concluye la denuncia conocida por El Espectador.