Lista la baraja para la Alcaldía de Medellín

Con el anuncio del Partido Liberal de apoyar la aspiración del exsenador Eugenio Prieto para la Alcaldía de Medellín, queda definido el partidor de aspirantes para una de las elecciones más reñidas del país, en la cual también estarán como candidatos por la Alianza Verde, el exalcalde Alonso Salazar; por el Centro Democrático, el exsenador Juan Carlos Vélez, y por la U, el exconcejal Gabriel Jaime Rico, quien curiosamente había empezado su campaña recogiendo firmas a nombre del movimiento Juntos por Medellín. El último de los candidatos es Federico Gutiérrez, uribista en el pasado, pero quien ahora aspira por firmas con el movimiento Creemos y cuenta con el respaldo del actual gobernador, Sergio Fajardo.

Una disputa de pesos pesados que ya en las urnas han demostrado su efectividad. Por ejemplo, Vélez fue senador por la U y en su interior se convirtió en el primer defensor del expresidente Álvaro Uribe, cuando esta colectividad dio el giro hacia el santismo. En las pasadas elecciones a Congreso, y en las dos vueltas presidenciales, se convirtió en punta de lanza del Centro Democrático en Antioquia, donde el partido ganó con holgura. En diálogo con El Espectador, afirmó que “creemos que nos va a ir muy bien, esta es una ciudad donde el uribismo es muy fuerte. El discurso nuestro es el de la seguridad, que la gente lo reconoce y sabe que es una necesidad para Medellín”.

Por su parte, Rico lleva varios meses recogiendo firmas para avalar su aspiración, a nombre del movimiento Juntos por Medellín, con lo que adelantó la campaña y logró un reconocimiento que se ve reflejado en las encuestas. Finalmente, el Partido de la U le dio su respaldo y ahora es su candidato oficial. Su propuesta de seguridad es reactivar el bloque de búsqueda para enfrentar el microtráfico en la ciudad y hacer de Medellín, con el apoyo del Gobierno, la primera ciudad laboratorio para el posconflicto. Se dice que Cambio Radical podría también darle su respaldo.

Federico Gutiérrez, quien fue candidato hace cuatro años con las banderas del uribismo, ahora hace campaña de la mano de Sergio Fajardo, sin duda, un elector ganador en Antioquia. Aunque no es tan reconocido en la política nacional como sus contendores, Gutiérrez ha ganado reconocimiento a nivel local y el estar recogiendo firmas le ha servido para mostrarse. En cuanto a Alonso Salazar, luego de una disputa interna que le generó el divorcio con Fajardo, se quedó con el aval de la Alianza Verde. Además, recibió el apoyo de la Alianza Social Independiente (ASI). Sin embargo, teniendo en cuenta que ya fue alcalde y que terminó su mandato con reconocimiento y favorabilidad, es claro que se trata de un jugador fuerte en la contienda.

Sobre el recién proclamado candidato liberal Eugenio Prieto, ha sido uno de los senadores más votados en el Congreso en dos ocasiones. Fue quien reemplazó en el cargo al gobernador Guillermo Gaviria, tras su secuestro y posterior asesinato a manos de las Farc. Mantuvo sus políticas y eso lo catapultó en la política antioqueña. Y aunque en un principio no tuvo el respaldo de la Casa Gaviria —entre ellos el alcalde de Medellín, Aníbal Gaviria, y la senadora Sofía Gaviria— finalmente decidieron apoyarlo, con la perspectiva de buscar mantener al liberalismo en la administración municipal.

Con el anuncio del Partido Liberal de apoyar la aspiración del exsenador Eugenio Prieto para la Alcaldía de Medellín, queda definido el partidor de aspirantes para una de las elecciones más reñidas del país, en la cual también estarán como candidatos por la Alianza Verde, el exalcalde Alonso Salazar; por el Centro Democrático, el exsenador Juan Carlos Vélez, y por la U, el exconcejal Gabriel Jaime Rico, quien curiosamente había empezado su campaña recogiendo firmas a nombre del movimiento Juntos por Medellín. El último de los candidatos es Federico Gutiérrez, uribista en el pasado, pero quien ahora aspira por firmas con el movimiento Creemos y cuenta con el respaldo del actual gobernador, Sergio Fajardo.

Una disputa de pesos pesados que ya en las urnas han demostrado su efectividad. Por ejemplo, Vélez fue senador por la U y en su interior se convirtió en el primer defensor del expresidente Álvaro Uribe, cuando esta colectividad dio el giro hacia el santismo. En las pasadas elecciones a Congreso, y en las dos vueltas presidenciales, se convirtió en punta de lanza del Centro Democrático en Antioquia, donde el partido ganó con holgura. En diálogo con El Espectador, afirmó que “creemos que nos va a ir muy bien, esta es una ciudad donde el uribismo es muy fuerte. El discurso nuestro es el de la seguridad, que la gente lo reconoce y sabe que es una necesidad para Medellín”.

Por su parte, Rico lleva varios meses recogiendo firmas para avalar su aspiración, a nombre del movimiento Juntos por Medellín, con lo que adelantó la campaña y logró un reconocimiento que se ve reflejado en las encuestas. Finalmente, el Partido de la U le dio su respaldo y ahora es su candidato oficial. Su propuesta de seguridad es reactivar el bloque de búsqueda para enfrentar el microtráfico en la ciudad y hacer de Medellín, con el apoyo del Gobierno, la primera ciudad laboratorio para el posconflicto. Se dice que Cambio Radical podría también darle su respaldo.

Federico Gutiérrez, quien fue candidato hace cuatro años con las banderas del uribismo, ahora hace campaña de la mano de Sergio Fajardo, sin duda, un elector ganador en Antioquia. Aunque no es tan reconocido en la política nacional como sus contendores, Gutiérrez ha ganado reconocimiento a nivel local y el estar recogiendo firmas le ha servido para mostrarse. En cuanto a Alonso Salazar, luego de una disputa interna que le generó el divorcio con Fajardo, se quedó con el aval de la Alianza Verde. Además, recibió el apoyo de la Alianza Social Independiente (ASI). Sin embargo, teniendo en cuenta que ya fue alcalde y que terminó su mandato con reconocimiento y favorabilidad, es claro que se trata de un jugador fuerte en la contienda.

Sobre el recién proclamado candidato liberal Eugenio Prieto, ha sido uno de los senadores más votados en el Congreso en dos ocasiones. Fue quien reemplazó en el cargo al gobernador Guillermo Gaviria, tras su secuestro y posterior asesinato a manos de las Farc. Mantuvo sus políticas y eso lo catapultó en la política antioqueña. Y aunque en un principio no tuvo el respaldo de la Casa Gaviria —entre ellos el alcalde de Medellín, Aníbal Gaviria, y la senadora Sofía Gaviria— finalmente decidieron apoyarlo, con la perspectiva de buscar mantener al liberalismo en la administración municipal.