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Voluntariados Sostenibles

Las actividades de voluntariado, valiosas de por sí, pueden caer en simple activismo si no están ligadas al desarrollo y fortalecimiento comunitario de los beneficiarios y de su entorno

Pacific Rubiales
25 de julio de 2013 - 10:50 p. m.
La sostenibilidad en Pacific es una forma de conducir nuestro negocio de manera transparente e inclusiva para todos nuestros grupos de interés, que genera riqueza y contribuye al desarrollo sostenible de la sociedad en armonía con nuestro medio ambiente” Valeria Santos, Directora de Sostenibilidad de Pacific Rubiales Energy y líder del proyecto de voluntariado.
La sostenibilidad en Pacific es una forma de conducir nuestro negocio de manera transparente e inclusiva para todos nuestros grupos de interés, que genera riqueza y contribuye al desarrollo sostenible de la sociedad en armonía con nuestro medio ambiente” Valeria Santos, Directora de Sostenibilidad de Pacific Rubiales Energy y líder del proyecto de voluntariado.

El pasado viernes 14 de junio parecía un día de fiesta en la comunidad del barrio El Mirador. Cientos de vecinos y de voluntarios se volcaron a las calles y se congregaron en el parque del barrio para recuperar sus espacios de recreación, mejorar aspectos de sus viviendas, y adelantar trabajo de campo con algunas madres cabeza de familia para desarrollar proyectos de emprendimiento.

No es la primera vez que se realiza una intervención sobre esta comunidad deprimida del sector del Codito, en los cerros nororientales de Bogotá, y que pertenece a la localidad de Usaquén. Allí desarrolla actividades la Red Unidos de la Agencia Nacional para la Superación de la Pobreza Extrema (ANSPE) y Conexión Colombia. Y desde comienzos de este año se les unió el programa de voluntariado “Agentes de Cambio” de Pacific Rubiales.

La jornada de voluntariado en El Mirador congregó a 160 voluntarios de Pacific, encabezados por su presidente, José Francisco Arata, y personal de la Red Unidos de la ANSPE y de la Fundación Un Litro de Luz Colombia. Desde muy temprano, las actividades se repartieron en varios frentes: recuperación de la cancha de fútbol y del parque infantil, sitios de esparcimiento vitales para la comunidad; instalación de Litros de Luz (artefactos de iluminación) en 10 viviendas, para iluminar unidades de familias de bajos recursos que no cuentan con el servicio de energía; encuentro con 20 madres cabeza de familia que trabajan con 68 voluntarios de Pacific en la estructuración de planes de negocio rentables y sostenibles para ayudar a su generación de ingresos; y actividades de juego y recreación para los niños, mientras se realizaban las adecuaciones.

Trabajo de largo aliento
El programa de voluntariado “Agentes de Cambio” que maneja Pacific Rubiales contempla intervenciones sostenidas en las comunidades de su área de influencia, así como el trabajo de la mano del Estado. De acuerdo con Valeria Santos, Directora de Sostenibilidad de la compañía, “nuestros colaboradores pueden realizar el voluntariado de diversas formas: haciendo contribuciones económicas, dedicando su tiempo al cuidado de los grupos más vulnerables de la comunidad como niños y ancianos, y transfiriendo su tiempo y conocimiento a madres cabeza de familia para que puedan crear negocios rentables y sostenibles. Nuestro estilo de trabajo es incursionar con otros actores presentes en la zona, y en el caso de El Codito trabajamos como aliados de la ANSPE, lo cual nos permitió generar un impacto positivo para cerca de 500 personas en el barrio El Mirador”.

Aparte de las jornadas de voluntariado, que son proyectos de intervención cortos y masivos para mejorar el entorno de las comunidades, el programa también contempla el desarrollo de proyectos de emprendimiento. “En el caso de El Codito, seleccionamos 20 madres cabeza de familia que pertenecen a la Red Unidos de la ANSPE para brindarles capacitación y acompañamiento en la formulación y desarrollo de ideas de negocio para mejorar sus ingresos. Desde hace seis meses ese grupo trabaja con 68 voluntarios de la compañía, quienes dedican seis horas de su tiempo laboral y más de cuatro de su tiempo personal al mes para mejorar las condiciones de vida de las beneficiarias”, señala Juliana Sardi, Coordinadora de Sostenibilidad de Pacific Rubiales.

Una experiencia en donde todos ganan

Al desarrollar un trabajo coordinado y acompañado por aliados, el beneficio crece. Gana la comunidad, porque mejora su entorno y calidad de vida. Ganan los participantes, porque comparten su tiempo, trabajo y conocimiento con personas menos favorecidas, lo cual redunda en crecimiento personal, y ganan las instituciones involucradas porque pueden potenciar sus intervenciones. De acuerdo con Camilo José Herrera, Director Ejecutivo de la Fundación Un Litro de Luz Colombia, “cada familia que recibió el litro de luz mitigará 200 kilos de CO2 por año, pues el artefacto tiene una vida útil de 10 años, no requiere mantenimiento, y brilla como un bombillo de 60 Vatios”. Por su parte, José Laurentino Reyes, uno de los beneficiaros de esa instalación, señala que “gracias a eso ahora tenemos más iluminación sin necesidad de gastar en energía”.

En el caso del emprendimiento, los resultados también son palpables. María Delia Celis, una de las beneficiarias del programa, sostiene: “hago parte de estas capacitaciones desde enero, y con los conocimientos que me han dado, he montado una venta de helados con la que le colaboro a mis nietos con sus deberes escolares, fotocopias, Internet y útiles. Al principio vendía 15 helados diarios y ahora vendo 40, que es lo máximo que puedo almacenar en mi nevera”. Y por el lado de los voluntarios, la experiencia no deja de ser gratificante. Así lo señala Mauricio Villalobos, coordinador de proyectos en la Gerencia de Responsabilidad Social de Pacific Rubiales: “hago parte del Programa que apoya a madres cabeza de familia con sus ideas de negocio. Hoy, hicimos una visita de campo para identificar el mercado, la principal competencia y los insumos prioritarios para el desarrollo de la idea. Con esta labor contribuimos a que las madres y sus familias mejoren su calidad de vida, lo cual es una experiencia muy enriquecedora”.

El ejemplo del Codito evidencia que, en proyectos de voluntariado, coordinar aportes, identificar necesidades prioritarias de la comunidad, mejorar su entorno y trabajar mancomunadamente, es una forma de potenciar el voluntariado corporativo a la generación de valor compartido.

Por Pacific Rubiales

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