La reciente Sentencia T-319 de 2025 de la Corte Constitucional marcó un punto de quiebre en el sistema de salud colombiano. El fallo ordenó a las EPS garantizar cuidadores profesionales cuando las familias no pueden asumir esta labor, reconociendo el cuidado integral como parte esencial del derecho fundamental a la salud.
La decisión no solo establece una responsabilidad directa para los aseguradores; también expone un problema estructural: el país no cuenta con suficiente talento humano formado para responder a las necesidades de personas con dependencia funcional, enfermedades crónicas avanzadas o condiciones que requieren acompañamiento permanente.
Además, la Corte advierte que el cuidado ya no puede recargarse exclusivamente en las familias. Esto implica retos técnicos, éticos, sociales y financieros de gran escala, especialmente en un contexto donde el envejecimiento de la población, la mayor esperanza de vida y la disminución de la fecundidad reducen el número de cuidadores disponibles en el hogar.
Estudios previos dan cuenta de la magnitud del desafío. En Bogotá, para 2010, se estimaban más de 101.000 cuidadores familiares, el 91 % mujeres. Investigaciones en Medellín revelaron que hasta un 70 % de los cuidadores presenta sobrecarga y un 40 % desarrolla problemas de salud derivados de esta labor. A su vez, cerca del 32 % de las personas dependientes requiere apoyo permanente.
Un vacío formativo que exige respuestas
El escenario planteado por la sentencia dejó en evidencia la necesidad urgente de nuevas capacidades profesionales y de investigación en torno al cuidado paliativo y la dependencia. El país requiere expertos capaces de analizar, transformar y proponer soluciones que integren las dimensiones clínicas, éticas, sociales y comunitarias del cuidado.
En este contexto, el Doctorado en Cuidados Paliativos de la Universidad El Bosque, forma investigadores y profesionales capaces de generar evidencia, modelos de atención y propuestas de política pública acordes con las exigencias de la Corte.
El doctorado articula dos perspectivas complementarias:
• La clínica, centrada en la atención paliativa, el manejo de síntomas y la comprensión de enfermedades avanzadas.
• La social, que analiza la realidad de los cuidadores familiares, la distribución del trabajo de cuidado y las implicaciones emocionales, económicas y de salud asociadas.
Esta mirada integral permite estudiar el cuidado como un fenómeno complejo que involucra tanto la experiencia del paciente como la del entorno familiar y comunitario.
Hacia la construcción de políticas de corresponsabilidad
El programa propone convertirse en un referente regional para la investigación en cuidados paliativos y dependencia, aportando bases científicas y sociales que contribuyan a las políticas públicas que demanda la Sentencia T-319 y los nuevos escenarios demográficos de Latinoamérica.
Con ello, la Universidad El Bosque busca apoyar la transformación del cuidado en el país, formando doctores capaces de comprender sus múltiples capas y de liderar soluciones innovadoras para un sistema que hoy está llamado a garantizar no solo la atención, sino el acompañamiento integral a quienes más lo necesitan.