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La posibilidad de que el propio sistema inmunológico transporte medicamentos directamente a un tumor, sin afectar tejidos sanos, empieza a tomar forma en un laboratorio colombiano. Una investigación desarrollada en la Maestría en Bioingeniería y Nanotecnología de la Universidad Central, en alianza con la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud (FUCS) y con el respaldo del Instituto Distrital de Ciencia, Biotecnología e Innovación en Salud (IDCBIS), explora una estrategia nanotecnológica que busca convertir a los macrófagos —células esenciales del sistema inmune— en vehículos capaces de infiltrarse en tumores y liberar allí un fármaco encapsulado.
La iniciativa, liderada por los grupos de investigación Ciencias Básicas en Salud de la FUCS y Terapias Avanzadas del IDCBIS, retoma una pregunta que hoy guía múltiples desarrollos en oncología: ¿qué ocurriría si las defensas naturales del cuerpo pudieran actuar como mensajeras de tratamientos altamente específicos?
El proyecto propone justamente eso: emplear macrófagos modificados como un posible “caballo de Troya” celular, capaz de infiltrarse en el microambiente tumoral y entregar allí medicamentos anticancerígenos, evitando así la exposición del resto del organismo a los efectos tóxicos habituales.
El trabajo se esta desarrollando por el grupo de la Dra. Luz Dary Gutiérrez, líder del grupo CBS-FUCS y coordinadora académica del posgrado. En este marco, Cristian Siabato Vargas, bioquímico y egresado de la Maestría realizó su tesis, que obtuvo su mención meritoria, bajo la dirección de la Directora del grupo y la codirección del Dr. Carlos Maya
La investigación esta centrada en el cáncer de ovario, una enfermedad que suele diagnosticarse en etapas tardías y cuyo tratamiento requiere el uso sistémico de fármacos, que afectan tanto células malignas como sanas.
El modelo experimental que desarrolla el grupo d einvestigación se centra en “cargar” macrófagos con nanopartículas unidas al fármaco doxorrubicina encapsulada y observaron su efecto sobre células de cáncer de ovario. El procedimiento, que empleó nanopartículas de oxido de magnesio y doxorrubicina y macrófagos, permitió evaluar cómo estas células inmunes actúan como transportadoras directas del medicamento. Según los resultados, el tratamiento produjo cambios en el tamaño y la compacidad de las estructuras tumorales, un indicio temprano de la potencial eficacia de esta aproximación.
Aunque el estudio es una aproximación experimental y aún está lejos de una aplicación clínica, los investigadores coinciden en que abre un camino hacia tratamientos menos agresivos y más selectivos. El proyecto enfrentó retos tecnológicos importantes; sin embargo, la solidez de los laboratorios de la Universidad Central–FUCS, que soportan a la Maestría, sumada al respaldo del IDCBIS y a la orientación de un cuerpo docente multidisciplinario, permitió avanzar en cada fase del proceso. A esto se añadió el apoyo técnico y experimental de los investigadores Jonathan Carvajal y Rubi Rosero Calderón, quienes contribuyeron a la ejecución y validación de los ensayos.
Para Siabato, la formación en el posgrado fue determinante para integrar conocimientos de distintas áreas y desarrollar un trabajo que articula inmunología, nanotecnología y biomedicina. Esta investigación se suma a los esfuerzos nacionales dirigidos a generar soluciones propias frente a enfermedades complejas y demuestra el potencial de la ciencia colombiana para impulsar innovaciones que, en el futuro, podrían transformar el tratamiento del cáncer.