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En un mundo que parece tener cada vez más grietas y desafíos geopolíticos, la IV Cumbre Celac–UE representa un escenario estratégico de América Latina y el Caribe para acercar posiciones, afirmarse como un bloque propio y proyectar una voz común con la Unión Europea en el escenario global.
Entre el 9 y 10 de noviembre, representantes de 60 banderas, 33 de América Latina y el Caribe y 27 de Europa, se sentarán a conversar, escuchar prioridades y buscar caminos comunes para reforzar los vínculos birregionales, en medio de los discursos enfrentados que atraviesan a los países del sur global.
“En esta inestabilidad mundial en la que nos encontramos, esta alianza es más importante que nunca. La Unión Europea y los Estados Celac tenemos que ser tenidos en cuenta porque representamos el 21 % del PIB mundial y un tercio de los miembros de la UE compartimos una visión de hacer frente a las dificultades en pro de la paz y la prosperidad. Juntos queremos defender el derecho internacional y el multilateralismo”, señaló un funcionario de la Unión Europea.
Sin embargo, a medida de que se acerca el encuentro diplomático, algunos mandatarios han cancelado su participación. Esto volvió a poner sobre la mesa la pregunta por el impacto real de estos espacios multilaterales, que parecen atravesar un momento de desgaste. Aunque la Cumbre Celac–UE se había presentado como un espacio para reposicionar el rol de América Latina en el tablero internacional -y de paso ser casi la última oportunidad del presidente Gustavo Petro de liderar un espacio con sus pares regionales-, no es ajena a esa tendencia.
Una de las participaciones claves era la de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, de quien se confirmó su cancelación a inicios de esta semana por la baja asistencia a la Celac. Estaba previsto que copresidiera la cumbre junto al presidente Gustavo Petro -quien asumió la presidencia “pro tempore” del organismo el pasado 9 de abril- y António Costa, presidente del Consejo Europeo.
Entre los invitados de alto nivel confirmados hasta el momento están el presidente de España, Pedro Sánchez; el de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y el de Uruguay, Yamandú Orsi. Además, la primera ministra de Barbados, Mia Amor Mottley; el primer ministro de Portugal, Luis Montenegro, y el primer ministro de Finlandia, Petteri Orpo.
🇧🇷🤝🇨🇴 El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva (@LulaOficial), confirmó su asistencia a la IV Cumbre CELAC–UE, que se celebrará en Santa Marta los 9 y 10 de noviembre.
— Cancillería Colombia (@CancilleriaCol) November 4, 2025
Colombia, como presidencia pro tempore de la CELAC, impulsa este encuentro para fortalecer la… pic.twitter.com/U5Q7OtqzKu
Pero la cumbre no es simplemente un punto de llegada. Como explicó a este diario Francisco Gutiérrez, director de Mecanismos de Concertación e Integración Regionales de la Cancillería, “es un momento de revisión, revalidación y continuidad; una oportunidad para mirar hacia atrás, evaluar lo que se ha hecho y proyectar el camino de los próximos dos años”.
Desde la fecha en la que se tomó ese liderazgo, Colombia ha dirigido al menos unas 20 reuniones con los países miembros de la Celac y con la Unión Europea, para evaluar avances y preparar la agenda del encuentro en Santa Marta.
“Una declaración no se negocia en un día o dos, señaló Gutiérrez, sino que es el resultado de un proceso que se construye durante los dos años previos. Los compromisos que se adquieren se van implementando y de cada resultado que se va produciendo, se va recogiendo un insumo que va alimentando justamente lo que se lleva a esa mesa de diálogo de los jefes de Estado”.
Los acuerdos a los que se espera llegar
La canciller Rosa Villavicencio explicó a El Espectador que el objetivo de la cita diplomática es dejar “proyectos concretos y tangibles”. Estos se plasmarán en la Hoja de Ruta 2025-2027, que incluirá temas como la triple transición (energética, digital y ambiental) -que es uno de los principales ejes del encuentro-, y también “el fortalecimiento del comercio sostenible, la cooperación migratoria, la educación y cultura, los sistemas integrales de cuidado, la autosuficiencia sanitaria y la lucha coordinada contra la delincuencia organizada transnacional”.
Este 5 y 6 de noviembre avanzó en la capital de Magdalena la XIX Reunión de Coordinadores Nacionales de la Celac y altos funcionarios de la Unión Europea para avanzar en la construcción de la hoja de ruta y la Declaración Final, que guiarán la cooperación entre ambas regiones por los próximos dos años, hasta cuando se celebre el siguiente encuentro, que será en Uruguay.
El 29 de septiembre, en Bruselas, se desarrolló una de las reuniones más recientes, donde ministros de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Celac y la Unión Europea revisaron los progresos en materia de transición digital. En ese espacio se abordaron temas como la adopción responsable de la inteligencia artificial, el fortalecimiento de la investigación científica y la incorporación de tecnologías digitales en la educación. “La cumbre de este año incorporará algunos de los elementos o compromisos que allí se acordaron”, afirmó Gutiérrez.
En materia energética, el país también ha liderado un proceso de diálogo previo al encuentro de Santa Marta. “Justamente parte de los compromisos que se acordaron hace dos años en Bruselas era avanzar con la implementación de la transición energética, en este caso, a través de ventanas de cooperación como el Global Gateway, algo que se ha venido poniendo a disposición de los países para avanzar en la transición energética”, añadió Gutiérrez.
Ante ese panorama, en julio pasado, el Ministerio de Minas y Energía de Colombia se reunió con sus pares de la Celac. En ese encuentro se hizo un balance del progreso de la región frente a la descarbonización y se definieron prioridades comunes para fortalecer el trabajo con la Unión Europea. Durante los días de encuentro en Santa Marta se espera que haya un mensaje dentro de la declaración que dé continuidad a esos compromisos.
Esa apuesta se articula con la transición ambiental, que busca garantizar el respeto al medio ambiente y la coherencia con otros compromisos internacionales, como la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Acuerdo de París. En la cumbre también se buscará renovar esos compromisos.
“Al día de hoy, más de 100 proyectos están en curso. Esperamos que los líderes avancen en su implementación para promover interconexiones eléctricas, mejorar la conectividad digital, fortalecer las cadenas de valor y aumentar la capacidad de producción de medicamentos y vacunas. La cumbre será una oportunidad para acelerar nuestra alianza en materia de recursos críticos”, señaló una fuente de la Unión Europea.
De los 34 minerales que la UE considera indispensables para avanzar hacia la transición ecológica, 25 provienen de países de América Latina. Además, la región posee más del 60 % de las reservas mundiales de litio y alrededor del 40 % de las reservas de cobre, elementos claves para baterías, energías renovables y vehículos eléctricos.
Lucha contra el crimen organizado, un tema prioritario en la agenda
Dentro de la agenda de la cita en Santa Marta también habrá otros asuntos claves que los representantes de los 60 países buscarán posicionar para alcanzar compromisos más concretos. Entre ellos la lucha contra el crimen organizado.
Se espera que este tema sea mencionado en la declaración conjunta que actualmente se negocia, pero debido a su relevancia también se prevé una declaración no vinculante -un instrumento político abierto a los países interesados, que no hay obligación de cumplirlo- que abordará el tema con mayor profundidad y detalle, explicó una fuente de la Unión Europea.
“Desarrollaremos mecanismos de cooperación para intercambiar información, fortalecer capacidades institucionales y estrategias coordinadas que ataquen a las redes criminales efectivamente, respetando estándares internacionales de derechos humanos, todo enmarcado en el fortalecimiento democrático e institucional que es prioritario en la agenda birregional”, señaló a este diario la canciller Villavicencio.
El contexto de la crisis diplomática entre Colombia y Estados Unidos le da aún más peso a esa discusión. Sobre todo en medio del despliegue militar de Washington en el Caribe y sus ataques contra lanchas que el gobierno de Donald Trump ha vinculado con estructuras criminales, como el Tren de Aragua y el ELN. Desde el 2 de septiembre se han registrado ataques a 17 embarcaciones y 66 personas fallecidas. La ONU condenó la ofensiva y la calificó como “ejecuciones extrajudiciales”.
El otro punto es la posibilidad que ha abierto el gobierno Trump sobre una incursión terrestre en Venezuela.
El presidente Lula da Silva afirmó en una rueda de prensa que “la reunión de la Celac solo tiene sentido en este momento si discutimos esta cuestión de los buques de guerra estadounidenses aquí en los mares de América Latina”.
También se hablará del fortalecimiento del comercio birregional. Francisco Gutiérrez explicó que se buscará impulsar, por ejemplo, el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea. La Celac-UE busca avanzar hacia un comercio más amplio y equilibrado que genere beneficios para ambos bloques.
Otro de los temas será la migración, que toca de cerca a ambas regiones. Se espera que haya compromisos más concretos enfocados hacia los derechos humanos.
El director de Mecanismos de Concertación e Integración Regional de la Cancillería, Francisco Gutiérrez, destaca el papel de Colombia como país anfitrión y líder de la IV Cumbre CELAC–Unión Europea, que se realizará en Santa Marta. 🇨🇴🤝🇪🇺#ColombiaEsCELAC pic.twitter.com/Lyz6kTzShB
— Cancillería Colombia (@CancilleriaCol) November 6, 2025
Voces ciudadanas y empresariales estarán en la escena
De manera paralela a la cumbre, se llevará a cabo el Foro de la Sociedad Civil, este 7 y 8 de noviembre, que reunirá a más de 1.500 representantes de organizaciones sociales, académicas y culturales. Este espacio girará en torno a temas como género, juventud y las preocupaciones de los pueblos originarios, afrodescendientes e indígenas.
También se desarrollará el Foro Empresarial, entre el 9 y 10 de noviembre, que contará con la participación de líderes del sector privado, pequeñas y medianas empresas y agencias de financiamiento. En esta ocasión la Celac ha buscado dar mayor protagonismo a microempresarios y emprendedores locales, con el fin de que puedan dialogar directamente con empresarios europeos y de la propia región.
“Cada uno de estos espacios permitirá que las voces de quienes impulsan el cambio desde los territorios sean escuchadas en el proceso birregional. Queremos que esta cumbre no solo sea un encuentro entre gobiernos, sino entre pueblos. Que las decisiones que tomemos reflejen las aspiraciones de nuestras juventudes, de nuestras mujeres, de quienes crean empleo, de quienes generan conocimiento”, dijo la canciller Villavicencio.
Un plan de trabajo más concreto, tras ocho años de inactividad
Entre 2015 y 2023, la Cumbre Celac-UE no se llevó a cabo. Una vez se retomó en Bruselas, explicó un funcionario de la Unión Europea, se fortalecieron los contactos a todos los niveles, con más de 30 visitas de alto nivel de la Unión Europea y una mayor articulación con distintos países.
La decisión de reactivar el encuentro, ocho años después, trajo consigo la urgencia de las regiones de hacer un plan de trabajo con temas de su interés. Sin embargo, explica Gutiérrez, era un listado muy amplio.
“Había temas muy técnicos en materia de interconectividad, en materia de infraestructura. Era un listado demasiado amplio que no permitía dar una imagen concreta de a qué compromiso en particular le podemos dar continuidad para los próximos dos años, es decir, en este 2025. Entonces, la cuestión, se trata de enfocar ese diálogo sobre temas concretos y específicos que nos permitan avanzar”.
La expectativa está en que ese plan de trabajo más concreto se traduzca en una declaración que no pierda peso político por la baja participación del encuentro. La IV Cumbre Celac-UE será la prueba de si la región puede reafirmar su peso en el escenario internacional.