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Una nueva manera de contar la realidad del país se presentó este viernes en Cali. Es un museo que tiene un valor diferencial: son las mujeres del Pacífico, junto a investigadoras e investigadores académicos, quienes recopilaron las historias y quienes figuran en esa narración.
Se trata del Museo Virtual Mujeres, Territorio y Vida, una iniciativa del Fondo para la Investigación de la Fundación WWB Colombia. El museo reúne las historias de mujeres del Pacífico que participaron en diversos proyectos investigativos y que, desde sus territorios, le apuestan a la vida, el cuidado, los saberes, la memoria y el liderazgo social. Entre los relatos destaca, por ejemplo, el proceso de un grupo de mujeres de Istmina, Chocó, que creó una propuesta para salvaguardar la vida y tomar decisiones informadas en derechos sexuales y reproductivos.
Daniela Konietzko, presidente de la Fundación WWB Colombia, ahonda en que el propósito de la Fundación, y por supuesto del Fondo para la Investigación, no versa únicamente en trabajar sobre las mujeres, sino con ellas y con la comunidad. “Hay que construir este conocimiento donde se generan investigadoras comunitarias y que el mismo se quede en la comunidad. Este museo virtual permite entender cuáles son los contextos y las realidades del Pacífico colombiano”, explica.
El arte de contar
Las investigaciones que aparecen en el museo duraron meses y hasta años en realizarse y se sitúan en alguno de los departamentos del Pacífico colombiano: Chocó, Nariño, Cauca o Valle del Cauca. Su exposición será virtual para que cualquier persona con conectividad acceda a la información y para que las investigaciones no se queden en anaqueles de una biblioteca o relegadas al mundo académico. Para eso, la Fundación WWB Colombia se encargó de que cada uno de los proyectos de investigación contenga infografías, videos pedagógicos y podcasts para que todas las personas puedan consultarlos y aprender de ellos.
Las historias que aparecen en cada uno de los espacios del museo han sido acompañadas por investigadores/as académicas y comunitarias, en la que más allá de describir cómo viven las mujeres en territorios específicos, también se ahonda en soluciones.
Ese es el caso de Tejiendo Futuro, una investigación que se desarrolló en Silvia, Cauca, y que evidenció cómo las mujeres, a través de espacios de participación política como alcaldías o ediles, le han apostado a reducir las brechas de género y a fortalecer la autonomía de otras mujeres en el municipio y las demás latitudes caucanas.
“Para cerrar las brechas de género se necesita, antes que todo, conocimiento e información de los contextos y por eso es fundamental realizar investigaciones rigurosas. Este museo es un ejemplo de cómo podemos darle visibilidad, con un lenguaje sencillo, a esos hallazgos ante el mundo”, afirma en diálogo con este diario Soraya Husain, directora de investigación de la Fundación WWB Colombia.
Otra de las investigaciones profundiza en cómo a través de oficios como tejer, sembrar, recolectar o enseñar, las mujeres campesinas en Valle del Cauca, además de contribuir a un bien social, han forjado identidad en sus territorios.
“Es posible tejer redes y seguir investigando con las mujeres rurales, no solamente de la región vallecaucana sino pensar también en el país y atender esa diversidad cultural que tenemos”, expresa Florencia Mora Anto, investigadora de ese proyecto.
Con y por el territorio
La primera colección incluye los resultados de cinco proyectos de investigación. Su objetivo: difundir y destacar algunos procesos comunitarios en los que las mujeres han logrado convertirse en sostén de sus poblaciones y la manera en que las investigaciones que han sido co-construidas con la academia les han permitido contribuir a diversas transformaciones en los territorios.
Ese es el caso de una investigación que le puso la lupa a la Comuna 11 en Cali, conocida por el alto porcentaje de trabajo informal que desempeñan principalmente las mujeres migrantes que llegan a la “sucursal del cielo”. Tras analizar las condiciones socioeconómicas se encontró que las cocinas comunitarias se convirtieron en su bastión.
Ante los retos, las mujeres lograron organizarse en colectivos para apoyarse entre ellas y fortalecer su autonomía económica. “Algo muy valioso de este proyecto de investigación fue que las iniciativas de las mujeres también se fortalecieron”, agrega Husain.
También aparece la historia de “Camellando en Fucsia”, otro proyecto de investigación realizado en Cali en el que mujeres trans muestran sus luchas por reivindicar sus derechos y, cómo a pesar de encontrar barreras y discriminación en algunos espacios, también se empiezan a gestar escenarios dignos e inclusión para insertarse al mercado laboral.
Y es que es fundamental conocer este tipo de procesos y apuestas en el que se analizan los retos y las oportunidades que tienen las mujeres, precisamente para poder generar iniciativas que contribuyan a mejorar sus vidas. Desde 2017 hasta la actualidad, Husain comenta que desde el Fondo para la Investigación se han apoyado al menos 140 proyectos de este tipo con una inversión de más de COP 7.000 millones en los que se pretende “generar conocimiento con perspectiva de género y contextualizado, mostrando un rostro diferente del Pacífico y sus mujeres. Sus historias, saberes y maneras de resistir también hacen parte de una historia que debe ser contada”.
Construyendo legado
El Museo Virtual es, para Husain, un primer y crucial paso de un paradigma que comienza a transformarse en Colombia; un espacio donde la investigación académica se conecta directamente con los procesos de las comunidades, y en particular, con las mujeres del Pacífico. Gracias a esta plataforma virtual, el Pacífico —región usualmente asociada a indicadores de pobreza y problemas de seguridad— adquiere un nuevo y poderoso rostro. El museo demuestra, a través de las voces e historias de estas mujeres, que la región es también un epicentro de resistencia cultural, de liderazgos, de esfuerzos comunitarios significativos y de apuestas sociales valiosas.
Con esta iniciativa, dice la directora, ganan las protagonistas que cuentan sus vivencias y preocupaciones y se demuestra que es posible difundir investigaciones rigurosas con lenguajes sencillos; gana el Pacífico, al recibir una oportunidad para visibilizar las realidades que lo rodean, y Colombia, al tener un lugar donde la investigación, las mujeres y los territorios del Pacífico se conectan.
