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Elecciones en 2026: Nuevo presidente, mismas necesidades para la niñez

Expertos alertan que entre los más de 107 candidatos presidenciales faltan propuestas para ofrecer soluciones a la niñez.

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Tomás Tarazona Ramírez
12 de diciembre de 2025 - 01:05 p. m.
Charlas y diálogos de paz con los niños y niñas del Asentamiento Humano Villa Pez | Imagen referencia.
Charlas y diálogos de paz con los niños y niñas del Asentamiento Humano Villa Pez | Imagen referencia.
Foto: Save The Children
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En menos de ocho meses, Colombia conocerá quién será el próximo nombre en llegar al Ejecutivo y mover los hilos del poder en el Estado.

Pero hay quienes alertan que a estas elecciones le falta un punto clave para garantizar que la niñez, una de las poblaciones con más vulneraciones a sus derechos, puedan ver un cambio real a una avalancha de violencias, agresiones y juventudes truncadas que hoy viven.

Niñez Ya, plataforma de organizaciones que defienden los derechos de la niñez, alerta que hay asuntos pendientes que los candidatos deben atender para saldar una deuda que se ha prolongado por décadas. En una serie de informes que hizo aparecen pendientes en asuntos como seguridad, nutrición y educación, y otros temas más puntuales, como dejar de tratar a los niños como adultos en el sistema penal de justicia y, como lo ha sugerido la ONU, fortalecer a las familias para que crezcan en ambientes protectores.

Aulas vacías

En 2025 el Ministerio de Educación hizo un mea culpa por la situación que viven millones de niños en los puntos alejados del país. En los municipios más remotos, una clase es una verdadera lotería que depende más del entorno y del clima que de un sistema robusto que enseñe. A eso se suma la deserción escolar, ya sea por falta de recursos o por la inseguridad, ya que Colombia es el país donde más se registran ataques a la educación, docentes o jóvenes en etapa de estudio, solo por debajo de Ucrania, Palestina y República Democrática del Congo.

Los datos indican que más de 335.000 estudiantes abandonaron la escuela en 2023, cifra equivalente al 4 % de la matrícula nacional, convirtiéndose en la segunda tasa de deserción más alta de la última década. “Se debe garantizar la universalización y calidad de la educación: que haya cobertura necesaria, servicios pertinentes y fortalecimiento y sostenibilidad”, comenta Niñez Ya.

Entornos seguros

Que ser menor de edad no siga relacionado con derechos vulnerados también es otra tarea que debe resolver el próximo presidente. De acuerdo con Aldeas Infantiles, el 85 % de los casos de violencia sexual contra menores de edad se da en entornos domésticos y la institucionalidad llega cuando los derechos ya han sido vulnerados.

La misión del nuevo jefe de Estado también es monitorear a tiempo las posibles amenazas con voluntad política e inversión. Y es que Colombia invirtió en 2024 apenas el 0,95 % del PIB en infancia y adolescencia (COP 12,37 billones del Gobierno central y COP 3,75 billones de entidades territoriales), muy por debajo del 5 % del PIB que en promedio destinan los países de América Latina y el Caribe, según la Unicef y CEPAL; y lejos de los COP 18,2 billones anuales que, según el estudio LLE, realizado por la U. Javeriana y Save The Children, se requieren para garantizar plenamente los derechos hasta 2030.

“Esto da cuenta de la deuda histórica con la niñez. Es fundamental tener claridad sobre los posibles costos, directos e indirectos, de la política y de su implementación por su bienestar”, reza la investigación.

Ni alimento ni solución

La próxima persona que llegue a la Presidencia encontrará un problema de menores de edad que a diario son diagnosticados con patologías a causa de la desnutrición. Los registros del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar indican que 649 menores, sobre todo en áreas rurales, murieron al no tener comida para satisfacer su demanda alimenticia. Hay datos que potencian el problema: la mayoría de estas defunciones se dan menores de cinco años, pero hay un problema adicional: casi uno de cada cinco niños muestra conducta de malnutrición. El panorama es una señal de alarma, dice la OMS, pues estos patrones muestran que el 30 % de ellos están casi condenados a no desarrollarse plenamente a causa de deficiencias cognitivas.

Aunque la contienda electoral ya arrancó, ahora es tarea de los candidatos que sus programas de gobierno, más allá de la seguridad, los asuntos internacionales o la economía, incluyan propuestas concretas para atender a una población que, aunque no vota, sigue esperando que la deuda se salde.

Del despacho presidencial dependerá que Colombia pueda saldar una deuda con su niñez o, por el contrario, continuar viendo a miles de sus jóvenes en situaciones vulnerables y poniendo en riesgo a las generaciones venideras.

Un diálogo necesario

El pasado 10 de diciembre, El Espectador y Save The Children organizaron un foro al que asistieron candidatos presidenciales y niños de las regiones de Colombia. El propósito: que los menores de edad manifestaran directamente algunas de sus principales necesidades y, de inmediato, los aspirantes a la Casa de Nariño ofrecieran propuestas y posibles soluciones. Al panel asisitió Paloma Valencia, Juan Daniel Oviedo y Héctor Olimpo.

Se discutió sobre seguridad, la importancia de reformar un sistema educativo que parece desactualizado en las regiones y cómo encontrar una fórmula para que solventar la situación de vulnerabilidad de miles de niños, en lugar sea realmente una propuesta en los planes de gobierno.

A través de este enlace puede consultar ese diálogo y conocer qué dijeron los candidatos, pero también qué esperan los niños del próximo ocupante de la Casa de Nariño.

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