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Muchas personas han tenido la experiencia, en mayor o menor medida, de sentirse vulnerables al cruzar una frontera. Esa vulnerabilidad suele agravarse por motivos de etnia, género, edad e, incluso, ingresos económicos. Es por eso que, para explorar los mecanismos legales y operativos que garanticen una migración segura en las fronteras de América del Sur, los pasados 16 y 17 de noviembre se llevó a cabo en Bogotá el Encuentro Regional para la “Garantía de la movilidad humana con base en los Derechos Humanos” de EUROFRONT, un programa financiado por la Unión Europea (UE), e implementado junto a los gobiernos de siete países de la región.
La reunión, celebrada en Bogotá, contó con seis paneles en los que se habló sobre los desafíos de las dinámicas migratorias actuales, junto a la cooperación entre América del Sur y la Unión Europea en la implementación de mecanismos que aseguren el respeto, la protección y la promoción de los derechos de las personas en contextos de movilidad. Reunió también a autoridades de Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Paraguay y Perú, junto a representantes de la Unión Europea y la Cancillería del país anfitrión, para realizar un balance de los hitos logrados en 2023 y trazar las líneas de trabajo para el próximo 2024.
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EUROFRONT, para dinamizar y acelerar la cooperación existente entre los países mencionados, ha basado su trabajo en cuatro fronteras piloto: Frontera Rumichaca (entre Colombia y Ecuador), Frontera Desaguadero (entre Perú y Bolivia), Triple Frontera (entre Argentina, Brasil y Paraguay), y Frontera Aguas Blancas - Bermejo (entre Argentina y Bolivia). En todas ellas, ubicadas en las principales rutas utilizadas por los migrantes en el continente, la prioridad se concentra en importantes labores como contribuir a la seguridad, promoción y respeto por los derechos humanos de las personas en movilidad, favoreciendo una gestión fronteriza más efectiva y el apoyo a la prevención del delito transfronterizo, lucha contra la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes.
“Este tipo de encuentros son fundamentales para intercambiar ideas, establecer un ambiente de confianza y respeto mutuo, que permita trabajar temas sensibles”, dijo Olivier Luyckx, jefe de Unidad para Suramérica y Operaciones Regionales en la Dirección General de Asociaciones Internacionales de la Unión Europea (DG INTPA).
Además, Luyckx mencionó algunos de los aspectos clave que se trataron durante ambos días, como el anteproyecto de ley que se está tramitando en el Congreso de Paraguay contra el tráfico ilícito de migrantes, el nuevo protocolo que Bolivia va a poner en marcha para la atención consular de las personas que son víctimas de trata y abuso por parte de organizaciones criminales, o el acuerdo alcanzado entre Colombia y Ecuador para el paso por Rumichaca
Acuerdo fundamental entre Colombia y Ecuador
Durante los 6 paneles del evento y sus diversas temáticas, se habló del importante desafío de las instituciones involucradas en la gestión migratoria: asegurar que los procesos de movilidad humana sucedan en un marco de seguridad y respeto por los derechos de las personas migrantes. Esto, a su vez, debe ir de la mano con las normativas y regulaciones migratorias de cada frontera.
Asimismo, es preciso reducir la vulnerabilidad de las personas que migran para evitar que sean víctimas de organizaciones criminales. La irregularidad o la falta de información agudizan esta vulnerabilidad, junto a otros aspectos como el género, la edad, la etnia o la nacionalidad. Es por eso que, durante el evento, se mencionó la situación de personas que, por desconocimiento, le pagan una suma de dinero a las redes ilegales y se exponen a peligros, cuando, en realidad, pueden transitar libremente por una frontera sin necesidad de acudir a medios irregulares.
Al respecto, Carolina Brill, especialista regional de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) Suramérica, dijo que “la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes son dos de los crímenes que más nos preocupan de los movimientos masivos e irregulares. Además, pueden estar conectados con otros delitos, como las amenazas, la violencia sexual y el abuso a la niñez”.
En relación con el primero de dichos delitos, Álvaro Calderón, Director de Cooperación Internacional de la Cancillería de Colombia, afirmó que 2.5 millones de personas son víctimas de trata de personas a nivel mundial, con América Latina y el Caribe como dos de las regiones más vulnerables.
De manera más puntual, y en palabras de Brill, en América del Sur, la explotación sexual en movimientos migratorios predomina con un 64 % de los casos, de los cuales más del 90 % son mujeres. Por eso, la especialista regional alertó que solo el 10 % de los casos se procesan, y solo un 2 % tienen condenas judiciales.
Es allí donde radica la importancia de EUROFRONT y su apoyo a la cooperación entre países. Un ejemplo concreto de ello es la firma del acuerdo “One Stop Control”, sucedido el día previo al inicio del evento, para agilizar el movimiento de personas entre Ecuador y Colombia en la frontera de Rumichaca. Este es un avance relacionado con la armonización normativa entre los Estados, uno de los ejes de trabajo de EUROFRONT, como también lo es la Guía de Actuación Regional para la Detección Temprana de Situaciones de Trata de Personas en Pasos Fronterizos del Mercosur y Estados Asociados.
Uno de los pilares fundamentales del programa es la capacitación de los funcionarios en los puestos fronterizos, y el desarrollo de soluciones tecnológicas y dotación de equipamiento que contribuyan a una migración segura, ordenada y regular.
Otro gran logro en materia de cooperación internacional alcanzado por el programa es el apoyo a la creación de la Plataforma Regional contra la Trata de Personas y el Tráfico Ilícito de Migrantes, integrada por 10 países de América del Sur, junto a la campaña de prevención y sensibilización “Alerta Trata”, que reúne los esfuerzos de los países miembros contra estos dos delitos.
Un caso de éxito adicional de EUROFRONT puede encontrarse en el lanzamiento de la Red Atenas, una iniciativa de colaboración entre países para la detección de documentos falsos en la frontera.
Logros y retos de los componentes de EUROFRONT
El desarrollo de EUROFRONT es posible gracias a un consorcio liderado por la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP), la Organización Internacional Ítalo-latinoamericana (IILA), y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
EUROFRONT tiene dos componentes: el primero promueve la implementación de mecanismos de gestión fronteriza que faciliten la movilidad humana con seguridad y respeto de los derechos humanos. El segundo busca contribuir a la prevención y sensibilización de las sociedades ante la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes, así como la persecución de las organizaciones criminales que los perpetran y el acompañamiento a las víctimas de estos delitos.
Sus objetivos también se encuentran alineados con los de la Agenda 2030 que adoptó la Asamblea General de las Naciones Unidas para el desarrollo sostenible o el Nuevo Consenso Europeo sobre el Desarrollo. Recientemente, la Declaración de la Cumbre Unión europea- Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños de 2023, incluía entre sus objetivos el refuerzo de las iniciativas de cooperación en el ámbito de la seguridad ciudadana y la justicia social mediante el desarrollo de capacidades, reconociendo el desafío que supone la lucha contra grupos criminales internacionales implicados en la trata de seres humanos.
Tras la reunión en Bogotá, José Antonio Cambronero, director del Componente I de EUROFRONT, dijo que se abordaron las problemáticas de la región con los flujos migratorios irregulares y las condiciones de vulnerabilidad de las personas. “Ha sido fundamental el compromiso de los países por velar por los derechos humanos. Aun cuando hay personas que se mueven en condiciones no regulares, los Estados tienen la obligación de que sus sistemas de protección lleguen a esas personas”, dijo Cambronero.
Asimismo, y según Cambronero, hasta ahora EUROFRONT ha permitido avanzar en diferentes líneas estratégicas en los cuatro puestos fronterizos para, así, desarrollar protocolos operativos que ayuden a los agentes de seguridad a realizar sus trabajos de manera coordinada y profesional. “Necesitamos que las personas que gestionan las fronteras tengan la mejor de las formaciones. También se ha desarrollado una línea de trabajo que ha dotado a las cuatro fronteras en el mejoramiento de su infraestructura y sistemas tecnológicos”, concluyó Cambronero.
Por su parte, Laura Estomba, directora del Componente II, recalcó que el intercambio entre los distintos funcionarios que participaron del encuentro demostró la importancia de la continuidad de EUROFRONT. “El Programa ha ejecutado avances muy significativos, particularmente dinamizados en los últimos meses, como la campaña regional contra la trata o los diagnósticos de líneas de base para que los Estados puedan trabajar en sus políticas públicas y la formación de su personal, por lo que es muy importante poder dar continuidad a estas iniciativas en marcha”, mencionó Estomba.
La directora también destacó el trabajo que se ha llevado a cabo con los países del Mercosur (Brasil, Paraguay, Uruguay, Argentina y Venezuela como Estados partes) para la construcción de una guía de detección temprana de trata de personas y tráfico ilícito de migrantes, que le servirá a cada país para implementar en sus fronteras por parte de sus agentes migratorios y la policía. “Queremos hacer hincapié en la necesidad de continuar el fortalecimiento de los equipos técnicos y funcionariado de los países miembros para este propósito, que sin duda es prioritario para detectar estos delitos de maneras que nos permitan llegar cada vez más temprano.”, afirmó Estomba.
Luyckx recalcó que la Unión Europea tiene un recorrido de casi 7 décadas de integración regional. Entre las experiencias significativas que la UE compartió, Luyckx destacó el caso de Schengen, un pueblo de Luxemburgo donde se acordó el nacimiento legal y operativo de un sistema de gestión de fronteras en el que se ha eliminado el uso de pasaportes y otros requisitos de control fronterizo.
“Por eso, nuestra idea no es dar lecciones sobre lo que se debería hacer en materia fronteriza, sino ofrecer asistencia para estas problemáticas. Así, cada Estado lo puede adaptar a su marco de diseño de soluciones. Nuestros programas de justicia y seguridad, como EUROFRONT, pretenden compartir nuestra experiencia en gestión de fronteras, haciendo un reconocimiento político de los esfuerzos y avances que se están haciendo en la región”, concluyó Luyckx, quien además confirmó que EUROFRONT se extenderá por 18 meses más para continuar con las labores conjuntas entre países.
