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En medio del incremento sostenido de población migrante en el Caribe colombiano, Santa Marta se consolida como una de las ciudades con mayores avances en la atención e integración de comunidades venezolanas y retornadas.
Con más de 81.600 migrantes venezolanos en Magdalena —de los cuales 58.959 residen en la capital— la ciudad se ha convertido en un referente nacional en la articulación entre asistencia humanitaria, desarrollo económico y cohesión social.
Los resultados más recientes del proyecto “Conexo – Uniendo Fuerzas, Transformando Vidas”, implementado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de Cooperación Internacional de Corea (Koica), confirman esta tendencia.
Durante la visita oficial de Jung-Wook Lee, director país de Koica, y María Oliveira Ramos, coordinadora del Programa de Emergencia y Estabilización de la OIM en Colombia, se destacaron los avances logrados en los últimos dos años y medio con el apoyo de la Alcaldía Distrital, la ESE Alejandro Próspero Reverend, el Sena, el Centro Intégrate y la Cámara de Comercio de Santa Marta.
“Este proyecto está ayudando a construir un mecanismo sostenible a través del autodesarrollo y la autoformación, fortaleciendo las capacidades individuales y colectivas para generar un impacto duradero”, afirmó Jung-Wook Lee durante la visita.
Y agregó: “Conocimos de primera mano el impacto del proyecto Conexo en salud, transferencias monetarias para arrendamiento, empoderamiento económico y cohesión social, dialogando con las personas para quienes estos apoyos significan una mejora en su vida y en su proceso migratorio o de retorno”.
Además de Santa Marta, el proyecto “Conexo – Uniendo Fuerzas, Transformando Vidas” también se ha implementado en Cali y Palmira, donde ha fortalecido procesos de integración, asistencia humanitaria y empoderamiento económico en comunidades con alta presencia de población migrante y retornada. Estas experiencias conjuntas han permitido consolidar un modelo de intervención replicable en distintos territorios del país, adaptado a las particularidades de cada contexto local.
Salud, una de las prioridades del proyecto
Según datos de Migración Colombia (septiembre de 2025), el departamento del Magdalena alberga 81.618 ciudadanos venezolanos, de los cuales el 73,6 % ya está regularizado con Permiso por Protección Temporal (PPT), el 12,5 % se encuentra en proceso de regularización y el 13 % restante permanece en condición irregular.
El perfil migratorio es predominantemente joven y femenino: el 53 % son mujeres y más del 60 % tiene entre 18 y 39 años, es decir, población en edad productiva. Los municipios con mayor concentración de migrantes, después de Santa Marta, son Ciénaga (7.219), Zona Bananera (2.763) y Fundación (2.528). Estos datos reflejan la magnitud del desafío social que enfrenta la ciudad, pero también el alcance de los esfuerzos institucionales y de cooperación internacional que buscan generar condiciones de estabilidad y convivencia.
Uno de los componentes más sólidos del proyecto ha sido la atención en salud. Más de 400 personas sin afiliación al sistema recibieron 3.500 servicios en salud sexual, reproductiva y mental a través de la E.S.E. Alejandro Próspero Reverend, donde 77 profesionales fueron capacitados en atención sensible a la migración. “Hemos visto durante el recorrido todas las mejoras que hemos tenido en la prestación del servicio a las personas migrantes. Por eso quiero agradecerles y ojalá que su ayuda se siga efectuando para poder ayudar a estas personas”, expresó el doctor Haroldo Pizarro Nay, gerente de la entidad.
En materia de asistencia humanitaria, el programa ha beneficiado a 400 familias con transferencias monetarias para arrendamiento, mejorando el acceso a una vivienda digna para más de 1.600 personas.
En el frente de empoderamiento económico, 78 emprendimientos recibieron capacitación y fortalecimiento empresarial; 50 emprendedores accedieron a acompañamiento psicosocial; y 352 empresarios locales participaron en jornadas de sensibilización sobre migración y desarrollo, fomentando entornos laborales más inclusivos. Además, de las 350 personas formadas en competencias laborales, 80 lograron vinculación formal en diferentes sectores económicos.
“El proyecto CONEXO demuestra que Santa Marta puede ser un referente nacional en la construcción de oportunidades para quienes buscan rehacer su vida en nuestra ciudad”, dijo, por su parte, Carlos Jaramillo Ríos, secretario de Desarrollo Económico y Competitividad del Distrito.
El fortalecimiento de la cohesión social también ha sido una prioridad del proyecto. En los barrios Bastidas y Luis R. Calvo, 39 líderes y lideresas fueron capacitados en habilidades blandas, prevención del consumo de sustancias psicoactivas y atención a casos de violencia basada en género.
Además, se adecuaron espacios comunitarios que hoy funcionan como puntos de encuentro entre población migrante y comunidades de acogida: el parque Semillas de Amor fue mejorado e incluye un circuito psicomotor, y la cancha múltiple del colegio Nicolás Buenaventura se convirtió en un espacio para actividades culturales y deportivas. A finales de este año, se sumarán nuevas iniciativas en Chimila 2 y Altos de Bahía Concha.
La visita de KOICA y OIM reafirmó la importancia de conectar la asistencia humanitaria con el desarrollo sostenible y la construcción de paz territorial. En palabras de Jung-Wook Lee, “este tipo de programas no solo brindan ayuda inmediata, sino que construyen capacidades locales y esperanza compartida”.
Con más de 81 mil migrantes venezolanos integrados al tejido social del Magdalena, Santa Marta avanza hacia un modelo de inclusión sostenible, donde la solidaridad se traduce en políticas públicas, oportunidades reales y convivencia intercultural.