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Avanza iniciativa para cuidar páramos: Chingaza, Sumapaz, Guerrero y Guacheneque

El proyecto se desarrollará durante los próximos 30 meses y busca garantizar el suministro de agua para más de 10 millones de personas en la Región Central.

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Redacción Región en Acción
05 de octubre de 2025 - 01:00 p. m.
Los complejos de páramo Chingaza, Sumapaz, Guerrero y Guacheneque albergan ecosistemas únicos que depuran, regulan y entregan el agua que sostienen las ciudades.
Los complejos de páramo Chingaza, Sumapaz, Guerrero y Guacheneque albergan ecosistemas únicos que depuran, regulan y entregan el agua que sostienen las ciudades.
Foto: RICARDO CASTTRO
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Con una inversión superior a los $12.300 millones, comenzó la implementación de la primera fase del proyecto “Ordenamiento alrededor del agua y adaptación climática en el paisaje Chingaza–Sumapaz–Guerrero–Guacheneque”, una estrategia que busca garantizar el suministro de agua para más de 10 millones de habitantes de la Región Central y fortalecer la resiliencia frente a la crisis climática.

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Este proyecto, que se desarrollará durante 30 meses, cuenta con financiación del Fondo para la Vida y la Biodiversidad del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, además de aportes de la Región Administrativa y de Planeación Especial (RAP-E) Región Central, Conservación Internacional y la Gobernación de Cundinamarca. Su enfoque integral promueve la conservación de ecosistemas de alta montaña, la protección de la biodiversidad, el fortalecimiento de capacidades comunitarias y la construcción de una gobernanza territorial centrada en el agua.

“Este corredor de páramos marcará un antes y un después en la Región Central. No es solo un esfuerzo técnico, es un compromiso ético y colectivo con la vida. El agua debe ser el eje que ordena la vida, estructura el paisaje y sostiene el desarrollo. Poner el agua en el centro del ordenamiento territorial es reconocer que sin ella no hay biodiversidad ni sostenibilidad”, afirmó Ricardo Agudelo Sedano, gerente de la RAP-E.

La implementación se hará en tres fases, iniciando con una etapa centrada en la conservación de ecosistemas de alta montaña, el monitoreo del clima y la biodiversidad, así como en la educación ambiental y restauración ecológica.

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Durante esta primera etapa se restaurarán 800 hectáreas de páramo, bosque andino y humedales, y se reconvertirán productivamente 180 hectáreas hacia sistemas agrícolas más sostenibles. Además, se fomentará la creación de 30 Reservas Naturales de la Sociedad Civil, se instalarán 32 estaciones para monitoreo climático y de biodiversidad, y se formulará el Plan de Manejo del Parque Regional Natural Vista Hermosa de Monquentiva.

El proyecto también incorpora un enfoque de género, promoviendo el liderazgo femenino en asociaciones locales y contribuyendo directamente a tres Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU: Agua Limpia y Saneamiento, Acción por el Clima y Vida de Ecosistemas Terrestres.

“Este proyecto es fundamental porque ordena el territorio alrededor del agua e involucra a las comunidades, que deben estar en el centro de la conservación. Confiamos en que fortalecerá la cultura del cuidado de los páramos y nuestras áreas protegidas”, señaló Nydia Doris Ramos Garzón, lideresa ambiental de Guatavita.

La primera fase impactará a municipios como Villapinzón, Sesquilé, Guatavita, Guasca, Choachí, La Calera, Ubaque y la localidad de Usme, en Bogotá. En este proceso participan autoridades locales, organizaciones ambientales y Juntas de Acción Comunal.

Para Fabio Arjona, director ejecutivo de Conservación Internacional Colombia, “el corredor Chingaza–Sumapaz–Guerrero–Guacheneque conecta ecosistemas que no solo abastecen a millones de personas, sino que también permiten adaptarnos al clima cambiante con soluciones basadas en la naturaleza”.

A largo plazo, se proyecta una inversión total superior a $90.000 millones, que beneficiará a 14 municipios de Cundinamarca, 2 del Meta y Bogotá. Al concluir todas las fases, se habrá logrado la conservación de 13.467 hectáreas, la restauración de otras 7.200 y la capacitación de más de 10.000 personas en gobernanza ambiental y gestión territorial.

“Le apostamos a la reconversión productiva y a modelos de gobernanza que permitan consolidar una economía dinámica en los territorios, siempre respetando la conservación y el cuidado de los páramos y bosques de alta montaña. El departamento ha sido articulador, con un equipo técnico que impulsa estas actividades a través del trabajo comunitario”, afirmó Diego Cárdenas Chalá, secretario de Bienestar Verde de la Gobernación de Cundinamarca.

Este trabajo conjunto entre entidades públicas, comunidades locales y organizaciones ambientales marca un referente nacional en la lucha por la seguridad hídrica, la resiliencia climática y la conservación de la biodiversidad en el corazón de Colombia.

Primer hito

Durante un taller en la vereda Guandita, municipio de Guatavita, se presentó el alcance del componente de manejo del parque, incluyendo un ejercicio de cartografía social y la oferta institucional que llegará a las comunidades, como el monitoreo de biodiversidad y clima, y talleres para fortalecer competencias en gestión sostenible del territorio. En el encuentro participaron representantes de comunidades locales y entidades comprometidas con la conservación de ecosistemas de alta montaña.

“El páramo es vida, es mi casa y el tesoro más grande que debemos cuidar. Si no lo protegemos, pronto estaremos sin agua. Haber nacido allí me enseñó que el agua es el eje de la vida”, concluyó Nydia, con más de 40 años de trabajo en el territorio. “Nuestro propósito es que este proceso se convierta en una oportunidad real para fortalecer la gobernanza territorial, integrar el conocimiento local con la ciencia y consolidar un modelo de desarrollo que ponga al agua como centro de las decisiones. La RAP-E seguirá trabajando de la mano de las instituciones y la gente de los territorios para que este proyecto sea un referente de sostenibilidad y justicia ambiental en Colombia”, afirmó Agudelo Sedano.

Esta iniciativa representa un compromiso colectivo que no solo protege los páramos, sino que asegura el futuro hídrico y ambiental de millones de colombianos, reafirmando el liderazgo de la Región Central en la conservación y la sostenibilidad.

*Contenido desarrollado en alianza con la RAP-E

Por Redacción Región en Acción

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