El reguetonero Mora convirtió la noche bogotana en un viaje de más de tres horas por el universo de su Lo mismo de siempre tour, un recorrido cargado de nostalgia, beats potentes y una producción visual que hizo vibrar cada rincón del Movistar Arena.
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Mora abrió en Bogotá el primero de sus dos conciertos del ‘Lo mismo de siempre tour’
Apenas se apagaron las luces, un grito colectivo de miles de asistentes–en su mayoría entre los 18 y los 30 años– llenó el recinto, completamente al tope. En medio de la penumbra, se alzaron unas rejas metálicas detrás de las cuales apareció Mora, desatando la euforia. Cuando comenzó a sonar Bandida, uno de sus mayores éxitos, las rejas se elevaron y el escenario se iluminó por completo, marcando el inicio de una noche que sería tan explosiva como emotiva.
El artista, fiel a su estilo urbano con gorra y gafas oscuras, continuó el recorrido con temas del disco Lo mismo de siempre, como Aurora, De inmediato, Mil vidas, Tema de Jory, Droga y, por supuesto, Detrás de tu alma, la más coreada de la noche.
Cada canción estuvo acompañada de un despliegue visual que incluía luces láser que barrían el recinto, llamaradas de fuego y columnas de humo que explotaban al ritmo de los bajos, reforzando esa dualidad que Mora ha construido: la del reguetón que invita al perreo, pero que también tiene espacio para la melancolía y el desamor.

"Los amo, Colombia. Estoy muy contento de estar frente a un público que canta conmigo de principio a fin": Mora.
El público no solo bailó, también cantó a todo pulmón. Hubo momentos donde la energía se transformó en algo más íntimo, especialmente con temas como Detrás de tu alma, en los que la multitud bajaba el ritmo para levantar sus celulares y convertir el Movistar en un mar de luces, acompañando las letras cargadas de nostalgia.
A lo largo del concierto, Mora se mostró agradecido con Bogotá. “Ustedes nunca fallan”, repetía entre canciones, provocando nuevas olas de aplausos y gritos. Fue un show que, más allá de la potencia del reguetón, dejó ver la conexión emocional que el artista logra con su público: jóvenes que se reconocen en letras sobre relaciones rotas, recuerdos y momentos que duelen, pero que se bailan.
Lo mismo de siempre tour demostró por qué Mora es una de las figuras más fuertes del género urbano actual. En Bogotá, la mezcla de beats contundentes, producción de alto nivel y una entrega de más de tres horas sobre el escenario dejó claro que su música va más allá del perreo: es también un espacio para recordar, para cantar y, sobre todo, para sentir.

