Andrea Fernández Rojas, una de las participantes más recordadas del Desafío Súper Humanos en 2017, se casó con su novia Cindy Valbuena el pasado 31 de mayo en Perth, Australia. Así lo dio a conocer la geóloga y deportista en sus redes sociales, publicando varias fotos de la ceremonia.
Fernández y Valbuena se casaron por lo civil, en una ceremonia pequeña y privada. “Hace una semana empezó todo y aún no lo creo. Eres mi sí para siempre. 31/05/2025″, escribió la ex participante en un post de Instagram, donde publicó varias fotos del importante momento.
Ella lucía un traje blanco, y su ahora esposa, Cindy, tenía un vestido blanco y largo. La ceremonia se celebró en un lugar con naturaleza y un gran lago detrás, acompañadas de sus amigos y seres queridos.
¿Quién fue Andrea Fernández en el Desafío 2017?
En la edición 2017 del popular reality Desafío Súper Humanos, grabado en Cap Cana (República Dominicana), una joven geóloga santandereana se convirtió en una de las figuras más comentadas del programa. Su nombre: Andrea Fernández Rojas. Deportista de élite, estratega implacable y mujer de carácter, su paso por el reality fue todo menos desapercibido.
A sus 25 años, Andrea no solo representaba a su región con fuerza física, sino también con una mentalidad competitiva forjada en el campo de juego. Miembro de la Selección Santander de Rugby y de la Selección Colombia, ya contaba con una hoja de vida destacada: medalla de oro en los Juegos Bolivarianos de Playa (2016) y subcampeona del Sudamericano Seven’s en 2012. En paralelo a su carrera deportiva, se formó como geóloga, demostrando un perfil multifacético que no es común entre participantes de realities.
Sin embargo, lo que más marcó a la audiencia fue su actitud dentro del juego. Andrea se convirtió en el centro de múltiples polémicas por su liderazgo en estrategias cuestionadas dentro del equipo de los Santandereanos, particularmente en torno al trato hacia Óscar, un concursante del equipo contrario. A él se le llevó reiteradamente al temido Desafío a muerte, y se le acusó de ser excluido del grupo, llegando incluso a negarle comida, en lo que muchos llamaron “la negra”.
Su famosa frase al despedirse de Óscar —“Fresco, yo a usted ni lo quiero escuchar”— se volvió viral y la consolidó como una figura divisiva: amada por unos, criticada por otros. Tal fue la controversia que, a diferencia de otros eliminados, Andrea no fue invitada al matutino Día a Día para su tradicional entrevista posterior a la eliminación.
Aun así, el tiempo le dio una segunda oportunidad. En 2018, Andrea volvió al programa como exparticipante invitada. Consciente del peso de su imagen pública, mostró una actitud más conciliadora, enfocándose en su desempeño físico y su deseo de redención frente a la audiencia.

