El desierto de la Tatacoa, en el departamento del Huila, ha sido durante años un destino turístico para aventureros y amantes del paisaje. Pero ahora, se convierte en mucho más que eso: es escenario de una nueva edición de “Colombia te veo bien”, la iniciativa de Caracol Televisión que combina entretenimiento, turismo consciente y labor social en una misma ruta.
La serie de cápsulas televisivas ha recorrido diversas regiones del país, como el Pacífico, los Llanos y la Ruta Libertadora, siempre con el propósito de exaltar la diversidad cultural y natural de Colombia. En esta ocasión, el equipo llegó al corazón del Huila para realizar jornadas comunitarias, promover el consumo local y redescubrir las maravillas que esconde el bosque seco tropical espinoso que muchos llaman desierto.
Una experiencia entre estrellas, cactus y comunidad
Los encargados de darle rostro a esta aventura son reconocidos talentos del canal: Melina Ramírez y Laura Acuña, presentadoras de “Yo me llamo”, junto a Edwin Maya y Manuel Prieto, actores de “La venganza de Analía 2”. Durante varios días, se sumaron a las actividades del proyecto que incluyen desde pintar una escuela y entregar kits escolares, hasta ordeñar cabras o promover productos elaborados con cactus, como mermeladas, jabones y bebidas.
“Llegué a Colombia te veo bien por la intensidad de Pablo Aponte y por la fortuna de estar con un proyecto que es muy especial para mí: La venganza de Analía 2. Se cruzaron estos dos proyectos y aquí estamos”, cuenta Edwin Maya, con una sonrisa cómplice, mientras recuerda su primera travesía en bote por el río Magdalena: “He pasado mil veces por distintas partes del río, pero nunca había navegado en él. Ayer lo hice y fue maravilloso”.
Melina Ramírez, por su parte, destaca el valor de la experiencia: “Cuento con la fortuna de hacer parte de esta linda familia de Caracol Televisión. Esta es la primera vez que me invitan a un viaje con una labor social importante, por eso lo acepté, esa fue la razón principal”.
Más que televisión, una experiencia transformadora
El formato de “Colombia te veo bien” permite a los participantes vivir el país desde otra perspectiva. “Estos planes uno no se los propone normalmente, destinos como el desierto de la Tatacoa, que requieren inmersión y pedagogía, muchas veces la gente prefiere hacerlos fuera del país. Me parece una maravilla visibilizar que aquí adentro tenemos estas maravillas y las podemos aprovechar”, afirma Ramírez.
Además de redescubrir el territorio, la experiencia también ha sido una oportunidad para generar conciencia ambiental. “Me llevo conocimientos nuevos para mi casa. También un mensaje importante sobre el cuidado de los ecosistemas y el medio ambiente. Cuando vengan, siempre busquen un guía, y si vienen solos, por favor respeten el ecosistema tal cual está”, añade.
Una conexión auténtica con las regiones
El impacto social del proyecto no se limita a mostrar la belleza natural. Las cámaras de Caracol también captan momentos donde los talentos comparten con la comunidad: “Trabajamos restaurando una escuela y entregando kits escolares. Eso es muy bonito porque no solo vamos a los emprendimientos y conocemos personas, sino que también le aportamos a la comunidad”, resalta Ramírez.
La cercanía con la gente, la espontaneidad de cada jornada y el propósito de cada actividad han hecho de este viaje una vivencia única para los participantes. “Trabajo en dramatizados donde hay un libreto y un orden para hacer las cosas. No digo que acá no exista, pero es una experiencia más espontánea y tranquila, y el resultado es igual de hermoso”, señala la presentadora.
El valor de mirar hacia adentro
“Colombia te veo bien” no es solo una producción televisiva: es un mensaje. En un país con tanta riqueza natural y cultural, esta iniciativa recuerda que no es necesario salir al extranjero para sorprenderse. Desde los cielos estrellados del Huila hasta la calidez de sus comunidades, el programa invita a mirar hacia adentro, a redescubrir lo propio y, sobre todo, a cuidarlo.
“Claro que sí, vendría muchas veces con toda mi familia. Soy una enamorada de las estrellas, y aquí es uno de los mejores lugares para verlas. Además, hay un dato curioso que me llamó mucho la atención: lo que nosotros llamamos ‘desierto’ no lo es, es un bosque seco tropical espinoso”, concluye Ramírez.

