Pedro Antonio González González, mejor conocido como Don Jediondo, es uno de los humoristas más populares del país, entre otras razones, gracias a los 34 años que lleva dedicado a la comedia y la televisión. Sin embargo, fue hasta hace poco que salió a la luz una conmovedora historia que lo marcó desde la infancia.
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Resulta que Don Jediondo abrió las puertas de su pasado, así como de su intimidad familiar, y reveló que fue un niño criado bajo la ausencia de un padre, pues este hombre no lo reconoció.
“Mi apellido debería ser Villamil porque mi padre era de apellido Villamil, pero infortunadamente en aquella época no estaba de moda darle el apellido a los hijos fuera del matrimonio. Mi madre afortunadamente me dio el apellido González y con ese tuve y con ese tengo más que suficiente”, expresó entre lágrimas al programa Los Informantes.
Fue entonces cuando Pedro González aprovechó para resaltar la labor de Margarita, su madre, quien “solita levantó a 7 hijos”. Además, comentó que, siendo un niño, la acompañaba a vender empanadas y masato por las calles de su natal Sutamarchán, Boyacá.
Don Jediondo no siguió el ejemplo de su papá
A pesar de crecer sin el apoyo y los consejos de un padre, Pedro González se convirtió en un gran papá y, sobre todo, en un excelente abuelo. En una charla con la revista Vea, por ejemplo, destacó el valor que tiene la familia en su vida.
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“Las personas que más amo son mis hijos y mi esposa María Eugenia, pero sobre todo a Pedro Pablo, mi nieto, porque me mueve la aguja, el corazón y el panorama. Dios lo puso en mi camino, así que gracias al Señor. Durante la pandemia nos acompañamos y vivimos momentos muy lindos en mi familia. Tiene mi nombre y todos los días le doy gracias a Dios por su vida, y pido para que la vida me permita compartir muchos años con él”, expresó Don Jediondo, quien ha mostrado al pequeño en varias ocasiones, incluso, con su ruana y tradicional sombrero.
Por último, el integrante de Sábados Felices mencionó que el tiempo en que no está trabajando, lo comparte al lado de sus seres queridos y esa es su mayor alegría.
