Cuando la actriz francesa, Charlotte de Casabianca, residenciada en Colombia hace casi una década, se casó en el 2016 no tenía en mente tener hijos de manera natural, no porque no quisiera, sino por temor. Por alguna razón pensaba que su vida podía peligrar, si se animaba a convertirse en madre. Su esposo, el ingeniero argentino Karol Dolega, por el contrario, si quería. Charlotte creyó que la adopción sería una buena idea.
De Casabianca es un rostro que llama la atención en la pantalla, no solo por su belleza sino por su acento. Nacida en París, comenzó su carrera artística hace menos de diez años, en Toronto, donde se animó a tomar talleres de iniciación en actuación. De regreso a Colombia rápidamente se ganó sus primeros papeles. La vimos como Lola, la mejor amiga de Celia, en la serie sobre la ‘guarachera’ de Cuba. Luego estuvo en ‘Tormenta de amor’, junto a Mabel Moreno y Gregorio Pernía y más tarde, en ‘Nadie me quita lo bailao’, donde fue una de las novias de Julián Román, el protagonista; después trabajó ‘El General Naranjo’ y más recientemente en Las Villamizar y Bolívar, donde encarnó a Marie Claire.
Charlotte pensaba que moriría si se embarazaba
Volviendo al sueño de agrandar una familia, pese a sus temores, hasta ese momento infundados, la actriz comenzó a hacerse chequeos y exámenes para prepararse para un eventual embarazo. Fue así como entre análisis especializados fue diagnosticada con un síndrome llamado de Turner. En su caso no era tan fuerte, sin embargo ponía aprietos su aspiración de embarazarse, no por el embarazo mismo, sino por su evolución “Si te embarazas (con este síndrome), tienes una probabilidad de morir en el parto. Desafortunadamente tienen lo que se llama una disección aórtica”. En entonces cuando la artista, de alguna manera, entiende ese temor que la había acompañado. “Entonces yo ahí hago clic con ese miedo”. Charlotte no quería tomar ese riesgo y fue cuando en compañía de su esposo, comenzar a acariciar la idea de la subrogación.
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La idea de hacer una inseminación también resultaba riesgosa por el historial médico de la actriz. Como no había problemas para quedar embarazada sino para llevar con éxito un proceso de gestación durante nueve meses, decidieron que buscarían una mujer que estuviera interesada en alquilar su vientre. Lo anterior representaba un nuevo desafío, teniendo en cuenta que en Colombia no es ilegal, pero tampoco está reglamentado. “Y entonces ahí empieza una búsqueda muy particular, porque en el país es un proceso que es lícito, pero no está legalizado”. Así comenzó la tarea de asesorarse legalmente para evitar que “por ejemplo, esa persona quiera quedarse con el bebé”. De ahí que fuera necesario que el vientre hallado correspondiera a una mujer que ya tuviera hijos y ya hubiera vivido la experiencia de ser madre. “Imagínate el miedo que puede generar, que se insemine a una gestante y después desaparece o después no quiere devolver al niño. Por eso, es muy importante llevar todo este proceso de la mano de un abogado. Nosotros acudimos a la abogada especializada en el tema de subrogación que se llama Martha Gómez”.
Fue así como después de descartar a cinco aspirantes por inconvenientes médicos, llegaron a una sexta y definitiva. Se lee rápido y sencillo, pero habían transcurrido casi 6 años en el proceso.
Vino la etapa de vivir su embarazo a través de otra persona. Estaban muy emocionados preparando la llegada de la pequeña Cleo, que nacería en marzo del 2023.
Un mes antes del nacimiento, sucedió lo imposible
Sin embargo, en febrero llegó una noticia que los sacudió y a ella la llenó de miedo. Charlotte se enteró de que estaba embarazada. “Fue tan inesperado e inusual que de alguna manera fue el shock mas grande de mi vida y fue a la vez lo más divino y lo más espantoso. Fue un segundo milagro. A un mes de que nuestra gestante diera a luz a Cleo, me embaracé. Naturalmente, nunca entendimos cómo fue posible esto”, dice la actriz que solo recuerda que un poco antes de tener esa noticia se sentía distinta: Se sentía preparada y con una energía impresionante que creía era por el anhelo del nacimiento, pero en realidad era por su misma condición.
En marzo hubo doble felicidad: el embarazo se desarrollaba sin inconveniente y la pareja recibió a la pequeña sin problema. “Me dediqué a tener fe en que yo no iba a morir en el parto, porque igual eso fue un embarazo de altísimo riesgo y me controlaron mucho”, esto porque la artista tuvo preeclampsia.
Cada mes que transcurría se convertía en un meta parcial cumplida que finalmente llegó al desenlace esperado. En septiembre del año pasado, cuando Cleo tenía ocho meses, nació su hermano Cosmo “Yo quería justamente tener la parejita”.
Naturalmente ahora que Cleo tiene 15 y Cosmo 7 meses Charlotte y su esposo están felices, aunque admite que ha sido un trabajo arduo que le ha demandado dejar pro un tiempo la actuación. Está sencillamente agradecida.
“La vida ha sido increíblemente generosa con nosotros, imagínate la mujer infértil que tiene dos hijos. Yo creo que ya eso es un headline bastante bastante increíble. Y tenemos las manos llenas”.
De momento solo aguarda que sus pequeños crezcan un poco más y el estreno de la película que rodó en Colombia sobre la vida de la hija de Fidel Castro, que estelariza James Franco.
