Por más de una década, Greeicy Rendón y Mike Bahía han demostrado que el amor y la complicidad pueden sobrevivir a la fama, la distancia y las exigencias de la industria musical. Su historia comenzó en 2012, cuando dos jóvenes artistas colombianos cruzaron caminos en Medellín y, sin imaginarlo, iniciaron una de las relaciones más queridas del entretenimiento latinoamericano.
La pareja, que en 2021 celebró su compromiso ante millones de seguidores en redes sociales, dio un nuevo giro a su historia en abril de 2022 con la llegada de Kai, su primer hijo. Desde entonces, el niño se ha convertido en el centro de sus vidas, aunque ambos han sido cuidadosos en mantener su privacidad. En septiembre de 2024, cuando finalmente mostraron el rostro del pequeño, las imágenes causaron revuelo entre sus seguidores, quienes celebraron ver a la familia completa.
Más allá de las imágenes idílicas, Greeicy y Mike han sido honestos al hablar de los retos que enfrentan. En entrevistas recientes, han explicado que la base de su relación es la confianza y el respeto a la independencia del otro. “Parte de lo que nos mantiene fuertes es no intentar controlarnos”, dijo Bahía en una conversación con medios. Greeicy, por su parte, ha señalado que Mike le ofrece “tranquilidad y respaldo”, una estabilidad emocional que le permite explorar creativamente sin temor a juicios.
No han estado exentos de rumores. En varias ocasiones, publicaciones y usuarios de redes sociales han especulado sobre posibles crisis, desde supuestas infidelidades hasta separaciones. Sin embargo, la pareja ha respondido de manera abierta, aclarando malentendidos y recordando que los altibajos son normales en cualquier relación. Uno de los episodios más sonados ocurrió en mayo de 2025, cuando un video de Greeicy bailando sensualmente con el cantante Beéle provocó comentarios malintencionados. Ella aclaró que Mike conoce su personalidad extrovertida y confía en ella: “Él me ama como soy”.
Pese a sus agendas individuales —con giras, grabaciones y proyectos que los obligan a pasar tiempo separados—, ambos han mostrado que priorizan los momentos en familia. Las celebraciones del cumpleaños de Kai o sus apariciones públicas juntos suelen ser discretas pero llenas de cariño. En palabras de Greeicy, ser padres los ha llevado a “ver la vida con más calma y gratitud”, y a valorar los pequeños momentos lejos del escenario.
Hoy, la pareja sigue comprometida y enfocados en su hijo mientras continúan desarrollando sus carreras. Sus redes sociales, aunque no siempre revelan grandes detalles, muestran destellos de complicidad: miradas cómplices en conciertos, viajes familiares y mensajes que sugieren que, para ellos, la fama es secundaria frente a lo que han construido juntos.
En un panorama donde las relaciones mediáticas suelen ser efímeras, Greeicy y Mike representan una historia diferente: la de dos artistas que, sin renunciar a sus sueños, han aprendido a crecer juntos y a criar a Kai en un ambiente de amor y respeto. Y aunque los rumores y la curiosidad pública los sigan acompañando, ellos parecen tener claro que, como escribió Greeicy en una de sus publicaciones recientes: “No es para tanto… es para siempre”.

