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Iván Lalinde recordó la muerte de sus 4 hermanos: “Mis papás debieron ser fuertes”

El presentador de ‘Día a Día’ compartió íntimos detalles sobre la partida de sus seres queridos y cómo estas afectaron a su familia.

Por Redacción Vea
01 de agosto de 2025
Iván Lalinde tuvo un accidente en su viaje.
Fotografía por: Cromos captura de pantalla

Iván Lalinde es un hombre que, fuera de los sets y de los escenarios de televisión, ha debido enfrentar lecciones de vida muy duras, sobre todo aquellas que le han dejado la partida de varios seres queridos, entre ellos familiares y amigos. Precisamente, en una reciente entrevista con el pódcast Sin Tapujos, de Bravíssimo, habló sobre la muerte de sus cuatro hermanos y se enfocó, sobre todo, en tres de ellos que partieron de formas trágicas o dolorosas.

El presentador relató cómo estas ausencias han marcado la historia familiar, desde accidentes imposibles de anticipar hasta enfermedades que obligaron a sus padres a mostrar una fortaleza admirable para salir adelante con el resto de sus hijos.

¿Cuántos hermanos de Iván Lalinde han fallecido?

“Fueron tres inicialmente, y después un cuarto. Los tres primeros fueron Gustavito, Ana Lucía y María Cristina—. Luego Humberto, cuya despedida fue la más dura... al menos para mí”, contó el integrante de Día a Día, quien es el décimo hijo de la familia. El primero en partir fue Gustavito, un niño de apenas tres años que murió atropellado por accidente. Luego, dos años antes de que Iván naciera, falleció su hermana Ana Lucía a los 17 años por leucemia. Años más tarde, murió Humberto, quien convivía con los padres de Iván y que también tuvo una despedida muy dolorosa tras un diagnóstico de cáncer.

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El relato comenzó por Ana Lucía, la segunda hija de la familia. “Murió a los 17 años… pues, grande es un decir”, comentó Lalinde, quien explicó que esta pérdida golpeó con fuerza a su madre. De hecho, después de que Ana Lucía falleció, la señora Teresita estaba esperando un bebé, pero por el impacto emocional terminó perdiéndolo. “Mira que no le pudo hacer ni duelo ni nada. Tenía nueve chiquitines que atender y ella tenía que ser la mamá fuerte”, recordó.

Luego vino la historia de Gustavito, quien murió siendo un bebé de apenas tres años en un accidente que aún estremece a Iván cuando la cuenta. “Lo atropella el carro de la leche… bueno, no lo atropella como tal, fue un accidente. El carro reversó un poquito y el niño estaba ahí atrás, sentado en el andén… y es donde pasa la tragedia”, relató. Gustavito estaba jugando en la calle con los demás niños del barrio cuando ocurrió todo. Su mamá, que lo había sacado a tomar el sol, entró un momento a buscar una peinilla y, al salir, lo encontró tendido en la calle.

Iván Lalinde habló con detalle de cómo ese episodio marcó a sus padres: “Yo me les quitaba el sombrero cada que revivíamos esa historia… no sé cómo lograron superar eso. Porque, imagínate, como seres humanos… ¿cómo se perdonan?, pues uno siempre busca al culpable de lo que pasó”.

El presentador confesó que conoció la historia siendo mayor, tras encontrar por accidente en la casa la ropa rota del niño el día del accidente. A partir de ahí, comenzó a preguntar a sus tías y hermanos hasta armar el rompecabezas.

La despedida más reciente y también muy dura fue la de Humberto, el séptimo hijo, quien siempre vivió con los padres de Iván y cuidaba de ellos. Lalinde admite que, como familia, le exigían mucho a Humberto, sin darse cuenta de lo que realmente él asumía: “Nunca valoramos el trabajo de él. Era paciente, servicial, y siempre estaba ahí”.

Humberto empezó a mostrar síntomas extraños: repetía frases y se veía cada vez más débil. Tras varias consultas médicas, le detectaron un tumor cerebral avanzado. Mientras la familia intentaba entender la noticia, Humberto organizó todo en silencio: dejó carpetas preparadas, pagó su entierro y arregló papeles para que sus padres no tuvieran que preocuparse.

Iván Lalinde recordó el dolor de contarles la noticia a sus padres, ya mayores. “Decirles a los papás, que han tenido que despedir tantos hijos, que tenían que despedirse del cuarto… como que: ¿esta mierda qué es?”, relató. A pesar del dolor, Humberto pudo estar en su casa, rodeado de su familia, hasta el final. “Fue muy duro, pero fue bonito. Pudimos despedirnos dentro de todo”, reflexionó.

Finalmente, Lalinde concluyó que la suma de estas despedidas lo ha marcado profundamente, pero también le ha dejado el ejemplo de sus padres, que nunca dejaron que el dolor los consumiera ni contaminara de tristeza al resto de la familia. “De todas estas despedidas que he tenido que vivir, no sabría decir cuál ha sido la más dura… porque la lista de gente que se ha ido es larga”, concluyó.

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