La relación entre Joaquin Phoenix y los premios Oscar ha sido una montaña rusa de emociones y controversias. Desde sus primeras nominaciones hasta su eventual victoria en 2020, el actor ha mantenido una postura crítica hacia la Academia y esto generó admiración y polémica en la industria cinematográfica.
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La relación de odios y amores entre Joaquin Phoenix y los Oscar
El actor recibió su primera nominación al Oscar en 2001 por su papel en Gladiador, seguido de otra nominación en 2006 por Johnny y June: pasión y locura (Walk the line). Sin embargo, fue en este último año cuando comenzó a expresar abiertamente sus críticas hacia la Academia.
En varias entrevistas, Joaquin Phoenix cuestionó la validez y la integridad de los premios, sugiriendo que estaban más influenciados por la política y las campañas de marketing que por el verdadero talento artístico. Estas declaraciones lo posicionaron como una figura rebelde dentro de Hollywood, alguien que no temía desafiar el status quo.
A pesar de sus críticas, Phoenix continuó entregando actuaciones magistrales que le valieron más nominaciones, incluyendo una por The Master, en 2013. Sin embargo, su relación con los Oscar permaneció tensa, con el actor evitando en gran medida las ceremonias y las alfombras rojas. Esta actitud distante y crítica hizo que muchos se preguntaran si alguna vez lograría reconciliarse con la Academia.
La reconciliación de Joaquin Phoenix con los Oscar
El punto de inflexión llegó en 2019 con la interpretación del icónico villano en Joker. La película no solo fue un éxito de taquilla, sino que también recibió elogios de la crítica, consolidando a Phoenix como uno de los actores más talentosos de su generación. Su actuación en este filme le valió múltiples premios, culminando en el Oscar a Mejor Actor en 2020.
Durante su discurso de aceptación, Joaquin Phoenix aprovechó la plataforma para abordar temas sociales y ambientales, incluyendo el maltrato animal y la desigualdad de género. Su discurso fue emotivo y sincero, y aunque mantuvo su tono crítico, también mostró una faceta más conciliadora.
Este momento marcó una especie de reconciliación entre Phoenix y los premios Oscar. A pesar de sus diferencias, la Academia reconoció su talento y su capacidad para utilizar su voz en favor de causas importantes. Phoenix, por su parte, demostró que, aunque crítico, podía aceptar el reconocimiento sin comprometer sus principios.

