En 1992, Luis Miguel era ya un ídolo latinoamericano, pero ya en esos días, su padre, Luisito Rey, no era su mánager y la relación tanto familiar como profesional, se había quebrado hacía 5 años, en medio de acusaciones de manipulación y malos manejos que, en su momento, llevaron al cantante casi a la bancarrota, pues Rey era quien lo manejaba todo. Hugo López era quien lo manejaba, y las fechas de conciertos se sucedían una tras otra. ‘El sol’ estaba, a final de ese año, en plena gira por Suramérica y el público argentino deliraba con su música. Estando allí le avisaron que su progenitor, músico y cantante español, conocido por su éxito Frente a una copa de vino, estaba muy grave, pero ‘Micky’, sin saber que la crisis era de verdad de vida o muerte, siguió adelante con sus compromisos. Malas noticias llegaron desde España, y el hijo mayor del polémico hombre, dejó todo y viajó a Barcelona.
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Se dice que para vivir tranquilo y sin que los fotógrafos lo sigan, Luis Miguel tiene varios dobles.
Luis Miguel no pudo hablar con su padre
Cuando Luis Miguel llegó al lado de su padre faltaban pocas horas para el desenlace fatal. El otrora poderoso hombre de la música, quien descubrió el talento de su hijo y lo llevó al estrellato, estaba internado en un hospital público, conectado a múltiples máquinas que lo ayudaban a seguir con vida. Luis Miguel no pudo hablar con él, pues estaba ya inconsciente. El fotógrafo Luis Piko, citado por Infobae, fue testigo del último encuentro entre el ídolo y el autor de sus días. “Le tocó las manos. Lo mió fijo. Le acomodó el pelo, le dio un beso en la frente y le preguntó, ‘Qué pasó papá, qué pasó?’”.
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El cantante no pudo contener el llanto y desesperado, intentó que a su papá lo atendieran los mejores médicos del país, pero horas después, el 9 de diciembre de 1992, su papá, Luis Gallego Sánchez, dejó de existir a causa, según el parte oficial, de una neumonía. El ídolo estaba acompañado por personas cercanas, muy pocas, y por su hermano Alejandro Basteri. Tuvo un shock y debió ser atendido en el lugar. Después de las exequias en el cementerio de Collserola, y según las enseñanzas de su padre, Luis Miguel Gallego Basteri se ‘tragó’ el dolor y regresó a cumplir con su trabajo, cumpliendo aquella premisa “el show debe seguir”.
Las emotivas palabras de Luis Miguel hicieron recordar a su padre
Se dice que es el concierto más emotivo y triste del genial intérprete, en el Luna Park Arena, en Buenos Aires, donde le pidió a sus seguidores que lo apoyaran. “Muchas gracias, antes que nada quisiera disculparme de alguna forma por no tener la oportunidad de estar esta noche, como siempre he deseado estar, pero esta noche, es una noche un poco diferente para mí, y yo quisiera que entendieran que, básicamente, el poder tener la oportunidad de poder estar con ustedes”.
Aunque no se refirió directamente a la muerte de su papá, ‘Luismi’ le pidió al público que le ayudara a pasar una noche agradable. “Quiero desearles a todos y cada uno de ustedes que están aquí esta noche, mucha felicidad y que compartan todo lo que tengan con la gente que quieren, no mañana, sino hoy y que siempre tengan algo que dar a otra persona, porque lo más bonito que tenemos es el amor y el cariño de un ser humano”.
