En Ana María, Marcela Carvajal interpreta a una mujer que debe reinventarse para sobrevivir. Pero más allá del argumento, la actriz encontró en este papel una oportunidad para mirar de frente los prejuicios sociales y las cargas invisibles que muchas mujeres llevan dentro del hogar y fuera de él.
La serie, ambientada en Cali y recientemente estrenada en Lifetime, narra la historia de una ama de casa que, tras la muerte de su esposo, se ve obligada a sostener a sus hijos en medio de una crisis económica y emocional. Para lograrlo, decide convertirse en taxista y transformar su vehículo en una pequeña cafetería móvil. Lo que en principio parece una salida desesperada termina convirtiéndose en un proceso de autodescubrimiento.
“Me encantó la sola premisa de esta mujer que, después de haber vivido cómodamente, se ve obligada a trabajar de taxista. Solo eso ya me pareció tremendo porque es algo que pasa más de lo que imaginamos”, cuenta la bogotana de 56 años. “En nuestras sociedades todavía se juzga a las personas por el tipo de trabajo que hacen. En cambio, en otros países eso no tiene peso: si trabajas de mesera o de chofer, nadie lo ve como algo vergonzoso. Me pareció chévere poder contar esa historia para mostrar que los trabajos no tienen estrato social”.
Marcela Carvajal habla con entusiasmo, pero también con una claridad poco común sobre lo que significa interpretar a una mujer enfrentada a las exigencias del día a día. En su lectura, Ana María no es una historia sobre heroínas, sino sobre sobrevivientes. “Ella es una mujer que se enfrenta al machismo, al prejuicio de clase y a la mirada de su propia familia. Queda viuda y le toca sostener a todo el mundo: a los hijos, a la mamá, a la casa. Es como el pegamento que mantiene a la familia unida”, reflexiona.
Esa imagen del “pegamento” resume gran parte de lo que la actriz ha observado a lo largo de su carrera: la manera en que las mujeres —sin importar la edad o el estrato— terminan asumiendo el peso de las decisiones y de las emociones. “A muchas mujeres les toca ser el pegamento que mantiene a la familia unida. No solo a nivel económico, sino también afectivo. Somos las que cuidamos, las que mediamos y las que no podemos permitirnos desmoronarse. En la serie, los hijos sienten vergüenza de ver a su mamá manejando taxi, y la madre la juzga desde una moral antigua. Y, sin embargo, ella sigue, porque no tiene de otra. Esa es la fuerza de muchas mujeres reales”.
Marcela Carvajal: de la ficción a la realidad
Durante el rodaje, Marcela Carvajal se acercó a mujeres que trabajan como taxistas en Cali y en otras ciudades. Quería entender sus rutinas, sus miedos y las estrategias que han creado para protegerse: “Me encantaron las conversaciones con los taxistas, pero sobre todo con las taxistas (...) Las mujeres son más vulnerables en ese oficio, y muchas de ellas comenzaron a cuidarse entre sí, a recoger solo mujeres. De ahí salió la idea de una aplicación exclusiva para pasajeras y conductoras. Es una forma de protegerse y proteger a otras”.
Esa mirada empática —sin condescendencia ni victimismo— atraviesa toda su interpretación. Para la actriz, lo poderoso de la historia es que pone en primer plano lo que normalmente permanece invisible: las formas cotidianas de resistencia.

Entre generaciones
La relación entre el personaje y su madre también refleja una tensión muy actual: los prejuicios que se heredan. “La vergüenza viene de dos generaciones”, dice Marcela. “Por un lado, la madre que no acepta que su hija trabaje de taxista; por el otro, los hijos que no soportan verla en un oficio que consideran menor. Ella está en medio de ambos mundos, sosteniendo la casa mientras lidia con sus propios duelos. Y eso es lo que hace esta historia tan cercana, porque muchas mujeres en Colombia viven algo parecido”.
Marcela Carvajal, quien ha construido una de las carreras más consistentes de la televisión colombiana, se muestra especialmente sensible ante las historias de mujeres comunes. En producciones anteriores ha interpretado a ejecutivas, empresarias o profesionales, pero esta vez, dice, la experiencia fue distinta: “Este personaje me tocó mucho. No es solo la transformación de una mujer, sino la forma en que descubre su ciudad, a la gente, y se descubre a sí misma. Es una historia de renacimiento”.
El oficio y el paso del tiempo para Marcela Carvajal
Más de dos décadas después de Pecados capitales y Hasta que la plata nos separe, Marcela reconoce que su manera de acercarse a los personajes ha cambiado. “Lo bonito de ser actriz es que la experiencia se vuelve parte de tu herramienta. Hoy puedo entender personajes que hace veinte años no habría podido hacer”, afirma.
Actualmente, además de la promoción de Ana María, está grabando una película titulada La residencia, centrada en tres mujeres que superan los cincuenta años y se preguntan cómo quieren vivir su vejez. “Es una historia sobre la amistad, sobre mujeres que no necesariamente tienen familia o hijos, y que encuentran en otras mujeres su red de apoyo. Me encanta poder contar esas historias que no suelen aparecer en la pantalla”.
Más allá del personaje
Marcela Carvajal evita los discursos grandilocuentes, pero su conversación deja ver una reflexión profunda sobre los cambios sociales y culturales que atraviesan a las mujeres de su generación. “Yo no pienso en mensajes ni en banderas. Me interesa que las historias sean honestas, que la gente se vea reflejada. ‘Ana María’ muestra una realidad que existe, y si eso genera conversación, ya vale la pena”.
La serie, producida por Telepacífico y Hiper Next Media con apoyo del Mintic, demuestra —dice ella— que la televisión regional puede tener impacto internacional cuando se cuentan historias verdaderas. “Las historias locales se vuelven universales”, asegura. “Por eso me gusta participar en este tipo de proyectos: porque no idealizan a nadie, sino que retratan la vida como es”.
En un país donde la mayoría de las mujeres siguen asumiendo la doble carga del trabajo y el hogar, Ana María no busca dar lecciones, sino mirar de frente a esas realidades. Y Marcela Carvajal, con la serenidad de quien lleva años observando la vida desde distintos ángulos, resume así su papel y el de tantas otras mujeres: “Nos toca hacer malabares, cuidar, sostener y seguir. Pero también encontrar espacios para nosotras mismas. Al final, eso es lo que nos salva”.
Todo lo que debe saber de ‘Ana María’
Es una producción dirigida por Carlos Forero y escrita por Teresa Saldarriaga. Consta de 15 episodios grabados en Cali, y cada entrega combina drama social con retratos de vida cotidiana.
El canal emite la serie todos los domingos desde el 5 de octubre, con cuatro capítulos por noche, y repeticiones los lunes en horario de la tarde.
El elenco reúne a figuras reconocidas de la televisión colombiana como Marcela Carvajal, Luis Mesa, María Fernanda Martínez, Alejandro Buenaventura, Mariluz Barrera, Daniela Martínez, Camila Durán, María Claudia Torres y Julio Correal, entre otros.

