Ozzy Osbourne, ícono del heavy metal conocido como el ‘Príncipe de las Tinieblas’, falleció el 22 de julio de 2025 a los 76 años. Su familia confirmó la noticia a través de un mensaje en redes sociales: “Con más tristeza de la que unas simples palabras pueden transmitir, tenemos que informar que nuestro amado Ozzy ha fallecido esta mañana. Estaba con su familia y rodeado de amor”.
La partida del músico británico no solo marca el final de una era para millones de seguidores en todo el mundo, sino que también despierta curiosidad sobre el legado material que construyó durante más de cinco décadas de carrera ¿De qué vivía cuando ya no podía girar? ¿Qué negocios y proyectos mantuvieron su nombre vigente más allá de la música?
¿De cuánto es la fortuna que dejó Ozzy Osbourne?
Según el último cálculo de Finance Monthly realizado en junio de 2025, Osbourne dejó un patrimonio estimado en 220 millones de dólares. Esta fortuna no se forjó solo con discos y conciertos: a lo largo de su vida, supo aprovechar su carisma y su personaje público para diversificarse y seguir generando ingresos incluso cuando la salud empezó a fallarle.
El punto de partida fue Black Sabbath, la banda que fundó a finales de los años sesenta y con la que vendió más de 75 millones de discos en todo el mundo. Como solista, Osbourne añadió otros 51 millones de copias vendidas, según datos de Chartmasters, dejando un legado discográfico que supera las 120 millones de unidades.
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En la era digital, el catálogo de la banda siguió creciendo gracias al streaming: en Spotify, por ejemplo, sus canciones suman más de 3.800 millones de reproducciones. Crazy Train es su tema más escuchado, con 242 millones de streams, mientras que Paranoid superó los 1.000 millones y entró al exclusivo Billions Club.
El patrimonio de Ozzy Osbourne también se alimentó de regalías por la inclusión de su música en películas, series y videojuegos, así como de negocios como el festival Ozzfest, creado junto a su esposa Sharon Osbourne. A esto se sumó la serie de telerrealidad The Osbournes, contratos publicitarios y participaciones como figura mediática, construyendo un legado que trasciende lo económico y confirma su lugar como leyenda irrepetible del rock.
