La antioqueña Paola Jara es sin duda una de las máximas figuras de la canción popular colombiana. La artista de 41 años hoy en día llena escenarios, no solo en las distintas ciudades colombianas, sino en el exterior. Justamente está desarrollando su gira por Europa por estos días. Jara, esposa del también exitoso intérprete popular Jessi Uribe se ubica como una de las mejor pagas en su renglón y aunque, si bien es cierto ella no ahonda en la tarifa que maneja actualmente, también lo es que es una de las más cotizadas.
Sin embargo, y como es apenas natural, no siempre fue así. Paola en conversación con Roberto Cardona recordó las épocas en las que el pago era muy poco, casi simbólico y los distintos géneros musicales que interpretaba.
Paola Jara comenzó a cantar desde niña
Para comenzar hay que recordar que la trayectoria musical de Paola data desde su misma niñez, pues hizo parte de un grupo cuando aún era menor de edad, que interpretaba distintos ritmos y se presentaba en escenarios variados.
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“Yo me acuerdo que antes de eso, cantaba en un grupo, éramos 5 y se llamaba Tares Group, el grupo cantábamos villancicos, cantábamos de todo. Nos contrataban para las primeras comuniones, centros comerciales, hacíamos las novenas… En esa época me pagaban 50 mil pesos”, recordó en al conversación con el conductor de’ Los 40 principales’.
La pequeña cantidad que Paola Jara cobraba por cantar
Paola que vivió en varios municipios antioqueños como Apartado y Abejorral, e incluso un tiempo en Palmira, se radicó después en Medellín, donde su carrera empezó a afincarse y su gran escenario eran las discotecas de la capital antioqueña “En esa época me pagaban 150 mil pesos por seis canciones y entonces hacía como una gira de discotecas. Pasaba a una, luego a la del frente, la de más arribita y así me hacía unas cinco o seis″, recordó.
Y a medida que el tiempo fue pasando Jara comenzó a subirle a su tarifa. “Ya con mariachi cobraba, digamos 800, un millón y con Jhoncito hace 14 años, de pronto me corrija, pero creo que nuestro primer contrato fue de dos millones y medio”.
La cantante intérprete de éxitos como Si se fue, se fue; Como si nada, Murió el amor y Que sufra, que chupe y que llore, entre otros, en sus inicios como profesional abrió conciertos multitudinarios como el de Vicente Fernández o Juan Gabriel en Medellín.
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