En la tercera temporada de La primera vez, serie colombiana ambientada en los años 70 y protagonizada por Emmanuel Restrepo, los personajes dan un salto clave en sus vidas: terminan el colegio y comienzan su camino universitario. Para el actor, ese tránsito no es solo un argumento más del guion, sino un espejo de lo que vivió en carne propia cuando decidió dejar su natal Medellín para estudiar actuación.
“Fue una etapa maravillosa y, de verdad, llena de primeras veces: llegar a Bogotá, vivir solo, conocer nuevos amigos, llegar a un nuevo barrio…”, recordó en entrevista con Vea. Esa etapa fue, como él mismo dice, su verdadera “gran primera vez”.
El valor del tiempo en una época sin prisa
Aunque la serie está ambientada en una década ajena a su generación, Emmanuel Restrepo se identifica con muchas de las costumbres y el ritmo de vida de esa época. “Soy súper romántico en ese sentido”, afirma, al hablar de lo que más le gustaría recuperar de los años 70. Según dijo, lo que más valora es el tiempo que antes se tomaban las personas para hacer las cosas: escribir una carta a mano, revelar un rollo fotográfico, escuchar un disco completo sin interrupciones.
“Ahora vivimos en un mundo de inmediatez, que quizá es mucho más práctico, pero yo también vivo en la nostalgia”, confesó.
Esa búsqueda deliberada de una vida más pausada se refleja en su cotidianidad. Lejos de los excesos y la aceleración del medio, Emmanuel conserva hábitos analógicos: tiene su cámara de rollo y un espacio especial en casa para poner discos y escucharlos. “Me gusta volver a esos rituales. Me hacen sentir más presente”, agregó.
Emmanuel Restrepo y una carrera construida a punta de primeras veces
Más allá del personaje de Camilo Granados —un joven sensible, idealista, y muchas veces conflictuado con su entorno—, Emmanuel ha sabido conectar emocionalmente con la historia que narra la serie. No solo porque aborda la juventud y el despertar emocional, sino porque también pone sobre la mesa los grandes cambios personales que definen una vida.
Él mismo ha vivido varias “primeras veces” que lo marcaron profundamente: dejar la casa de sus padres, viajar como mochilero por Europa y empezar a estudiar actuación con plena convicción. Más recientemente, vivió una experiencia que lo desbordó emocionalmente: aparecer en el Movistar Arena frente a 10.000 personas durante el concierto de Juliana, en una entrada especial de la canción La primera vez. “Fue hermoso”, dijo con asombro, y luego agregó: “Uno está lleno de primeras veces y esa fue una de las más inesperadas”.
Aprender a perder también es crecer
Si hay un tema que recorre esta temporada de la serie, es la pérdida. Camilo, su personaje, empieza a enfrentarse a la necesidad de soltar, de equivocarse, de aceptar que la vida no siempre responde a lo planeado. Para Emmanuel, esa lección también ha sido personal.
“Yo era un fanático de ganarlo todo y no perder en ningún sentido”, reconoció con honestidad en su charla con Vea. Durante años vivió con la presión de ser el mejor en todo, una exigencia que lo llevó a rechazar el error como parte del proceso. El cambio vino cuando conoció la improvisación teatral, una técnica que transformó su forma de ver la vida.
“La improvisación llegó a mi vida para enseñarme mucho y ha sido mi gran escuela. Perder es maravilloso porque te da la oportunidad de levantarte y hacerlo mejor. Creo que esa filosofía es la que me impulsa”.
En escena y fuera de ella, Emmanuel ha aprendido a abrazar la incertidumbre. A aceptar que no todo se puede controlar y que a veces lo más poderoso surge precisamente del caos.
“Así como Camilo Granados, Emmanuel Restrepo también ha tenido que aprender a perder en la vida real”, dijo en su conversación con 'Vea'.
Emmanuel Restrepo: entre la pantalla y la vida cotidiana
Aunque hoy es uno de los rostros más reconocibles de la televisión colombiana, Emmanuel mantiene una actitud serena frente al reconocimiento. No ha perdido el gusto por lo cotidiano, ni la sensibilidad por los pequeños gestos. Antes que correr de un proyecto a otro, prefiere bajarle el ritmo a la vida y disfrutarla con calma. “Para mí, las cosas sencillas tienen un valor enorme”, advirtió con naturalidad.
Esta tercera temporada lo encuentra más maduro, no solo como actor, sino también en sus búsquedas personales. La primera vez ha sido una constante en su carrera reciente, pero también una excusa para mirarse hacia adentro, cuestionar y entender quién es más allá de las cámaras. Con cada nueva entrega, el personaje de Camilo crece y se transforma, y lo mismo ocurre con él.
En sus planes no solo está seguir actuando. Le interesa explorar otras formas de narrar, escribir, crear desde otros lenguajes. La música y los viajes también son parte de su universo, y no descarta que en algún momento puedan convertirse en caminos paralelos a su trabajo escénico.
La primera vez se
ha convertido en una producción que va más allá de la nostalgia por los 70. Para Emmanuel Restrepo, es una historia que, aunque situada en el pasado, lo interpela en su presente. Es una oportunidad para hablar del tiempo, del amor, de la pérdida y del proceso —a veces caótico, a veces luminoso— de crecer.
