Por años, Ozzy Osbourne fue conocido como el “Príncipe de las Tinieblas” por su voz rasposa, su estética rebelde y su legado como líder de Black Sabbath. Pero en los últimos tiempos, el músico británico libró una serie de batallas lejos del escenario, en una guerra silenciosa contra su propio cuerpo.
¿Qué enfermedades tenía Ozzy Osbourne?
Ozzy, que murió a los 76 años, enfrentó un cúmulo de problemas de salud que lo obligaron a suspender giras, cancelar presentaciones y recluirse por temporadas en su casa, lejos del bullicio del rock. El diagnóstico más contundente llegó en enero de 2020, cuando reveló que padecía Parkinson tipo 2, una forma genética del trastorno neurodegenerativo. Fue un golpe duro para un artista acostumbrado a desafiar los límites, pero también un momento de claridad: “No es una sentencia de muerte”, dijo entonces, “pero afecta muchos aspectos de tu vida”.
El Parkinson se sumó a un historial clínico complejo. En 2019, Ozzy sufrió una caída en su casa que agravó viejas lesiones cervicales ocasionadas por un accidente en cuatrimoto en 2003. La caída lo obligó a someterse a múltiples cirugías de columna, además de enfrentarse a un largo y doloroso proceso de recuperación que redujo significativamente su movilidad.
Ese mismo año, fue hospitalizado por una neumonía severa que lo dejó al borde de la muerte. Meses antes, había enfrentado una infección por estafilococo resistente a los antibióticos (MRSA) en su mano, que requirió cirugía inmediata. Los médicos temían que la infección llegara al corazón.
En medio de todos estos problemas físicos, Ozzy tampoco escondió su lucha con la salud mental. Habló abiertamente sobre sus episodios de depresión, el abuso de drogas y alcohol que marcó sus primeras décadas como artista, y el precio emocional que pagó por los excesos. Sin embargo, siempre fue enfático en su deseo de seguir vivo, seguir grabando, seguir tocando.
En 2022, su estado de salud volvió a ser noticia cuando Sharon Osbourne, su esposa, confirmó que Ozzy había contraído COVID-19. A pesar del susto y las alertas que se encendieron por su condición preexistente, logró superar el virus sin complicaciones graves.
Para muchos, resultaba sorprendente que Ozzy siguiera en pie. Incluso él mismo bromeó con frecuencia sobre haber desafiado las estadísticas. En entrevistas recientes confesó que extrañaba el escenario más que nunca, aunque en 2023 se vio obligado a cancelar una gira europea por recomendación médica. “Mi cuerpo ya no responde como antes”, reconoció, “pero mi espíritu aún quiere subir a tocar”.
El último concierto de Ozzy Osbourne
Apenas 17 días antes de su fallecimiento, Osbourne ofreció un emotivo último concierto en Birmingham, su ciudad natal, como parte del evento “Back to the Beginning”, una especie de despedida simbólica junto a sus compañeros originales de Black Sabbath. Sentado en un trono y visiblemente frágil, interpretó clásicos como War Pigs, Iron Man y Paranoid frente a miles de fanáticos conmovidos. La presentación fue también una causa benéfica: recaudó 140 millones de libras esterlinas para hospitales infantiles y la fundación Cure Parkinson’s.
Nacido como John Michael Osbourne en 1949, Ozzy se convirtió en una figura central del rock en los años 70 con Black Sabbath, banda considerada una de las creadoras del género heavy metal. Su voz única y su presencia escénica contribuyeron a darle forma a un sonido que influenció a generaciones enteras de músicos.
Después de ser expulsado de la banda en 1979, Ozzy inició una exitosa carrera solista que incluyó himnos como Crazy Train, Mr. Crowley y No More Tears. Fue también protagonista de uno de los momentos más excéntricos de la historia del rock: morder la cabeza de un murciélago en pleno escenario en 1982, un acto que lo acompañaría hasta el final de sus días como parte de su leyenda.
En los 2000, su popularidad se renovó gracias al reality show The Osbournes, que mostraba su vida familiar y lo convirtió en un personaje entrañable para nuevas audiencias.
Reacciones y homenajes
Tras conocerse la noticia de su muerte, músicos, actores y figuras del deporte expresaron su dolor y admiración. Desde Elton John y Metallica hasta Jack White y Jason Momoa, todos coincidieron en que “nunca habrá otro como Ozzy”. Sus compañeros de Black Sabbath —Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward— compartieron mensajes emotivos recordando su talento y su humanidad.
Incluso equipos deportivos como el Aston Villa en Inglaterra y los New England Patriots en Estados Unidos rindieron tributo al ídolo. Crazy Train, una de sus canciones más emblemáticas, sonó en estadios y redes sociales como símbolo de despedida.
