El caso de Marianne Gonzaga, influencer mexicana de 17 años, ha generado un intenso debate en la opinión pública tras su reciente liberación asistida, ocurrida a finales de julio de 2025. La joven, conocida en redes sociales por sus transmisiones en vivo y publicaciones virales, fue detenida en febrero de este mismo año luego de apuñalar 14 veces a Valentina Gilabert, pareja de su exnovio y madre de su hija. La víctima sobrevivió al ataque, aunque resultó gravemente herida y su testimonio fue clave en la vinculación a proceso de Gonzaga.
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¿Qué pasó entre Marianne Gonzaga y Valentina Gilabert?
La Fiscalía la acusó por el delito de lesiones dolosas que ponen en riesgo la vida, y debido a su edad fue ingresada a un centro especializado para adolescentes en espera de juicio. El caso no tardó en captar la atención mediática, tanto por la brutalidad de los hechos como por la fama digital de la agresora. En medio de la indignación social, el proceso judicial avanzó bajo la mirada de medios, especialistas y usuarios de redes, que convirtieron a Gonzaga en tendencia en múltiples ocasiones.
En julio, la historia dio un giro inesperado: Valentina Gilabert otorgó el perdón legal a la joven, lo que permitió que se alcanzara un acuerdo en un juicio abreviado. La sentencia estableció un internamiento de dos años y 24 días, pero con la posibilidad de cumplirlo bajo la figura de libertad asistida, siempre y cuando Gonzaga se someta a tratamiento psicológico, mantenga buena conducta y repare económicamente el daño. De acuerdo con fuentes judiciales, la reparación ascendió a 750,000 pesos mexicanos.
En un video publicado por Gilabert, ella aclara que el perdón que le concedió a su agresora no fue legal, sino más bien personal, y reiteró que Gonzaga sigue teniendo una condena y unos acuerdos que debe cumplir. En caso de no hacerlo, podría perder de nuevo su libertad.
@eluniversalmx "No me vendí, es una reparación del daño que hubiera salido en libertad o no, se tenía que pagar", Valentina Gilabert niega haberle dado el perdón legal a Mariannae Gonzaga #ValentinaGilabert #MariannaeGonzaga
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Polémica por la liberación de Marianne Gonzaga
El anuncio de su liberación provocó un nuevo estallido de reacciones. Para algunos, el perdón de la víctima refleja un acto de reconciliación y un paso hacia la sanación. Para otros, el desenlace constituye un ejemplo de impunidad mediática, pues señalan que si se tratara de una persona sin influencia ni seguidores en redes sociales, la resolución habría sido distinta. El debate alcanzó incluso espacios legislativos, donde se planteó la necesidad de revisar el marco de la justicia juvenil y la aplicación de penas en casos de violencia grave cometidos por menores de edad.
La controversia se intensificó con el regreso de Gonzaga a redes sociales. A pocos días de salir, la influencer publicó mensajes ambiguos en TikTok e Instagram, en los que agradecía por tener “una segunda oportunidad”. Aunque también aseguró estar en un proceso de sanación personal con ayuda profesional, muchos consideraron inoportuno que retomara su actividad digital tan pronto, lo que alimentó críticas sobre la normalización de la violencia y la influencia del espectáculo mediático en temas judiciales.
El caso de Marianne Gonzaga no solo ha abierto interrogantes sobre los alcances de la justicia para adolescentes en México, sino que también pone sobre la mesa la tensión entre redes sociales, fama y legalidad. En un país donde los índices de violencia siguen siendo altos, la imagen de una joven que ataca con saña, recibe perdón y regresa a su vida digital en cuestión de meses plantea dilemas profundos: ¿se trata de un ejemplo de rehabilitación o de un sistema permisivo con quienes tienen visibilidad pública?
Por ahora, Marianne Gonzaga deberá cumplir con las condiciones impuestas por la justicia. Sin embargo, la discusión en torno a su caso parece lejos de cerrarse, pues sigue siendo símbolo de un debate mayor: la delgada línea entre la justicia restaurativa y la percepción de impunidad.

