Esta semana, la icónica Shakira— recientemente nombrada por Billboard como la mujer artista latina más grande de todos los tiempos—oficialmente arrancó la etapa por Norteamérica de su gira que ha batido récords Las Mujeres Ya No Lloran World Tour.
El recorrido inició con un electrizante espectáculo en Charlotte, NC con las entradas totalmente agotadas en el Bank of America Stadium, seguido por la primera de dos noches con entradas totalmente vendidas en el MetLife Stadium en East Rutherford, NJ.
En Charlotte, se unieron al escenario antigüos colaboradores como Wyclef Jean, Alejandro Sanz y D-Nice en una noche de estreno inolvidable. Shakira mantuvo el ímpetu con la aparición especial de Ozuna, quien se unió al escenario para interpretar “Monotonía” juntos durante su primera presentación en el MetLife Stadium.
El viernes en la noche, tomó el escenario para una segunda presentación en el MetLife, y lo hizo al lado de Rauw Alejandro. Con una coreografía impactante y una química indiscutible, Shakira y Rauw Alejandro enamoraron a los asistentes. Juntos interpretaron “Te Felicito”, y al final de la presentación se dieron un abrazo. “Gracias Rauw. Eres increíble”, dijo Shakira.
Rauw Alejandro sirvió y devoró, cantando y bailando junto a Shakira. La parte de la coreografía 🤩👏🏻👏🏻 pic.twitter.com/K6xHhuXWqG
— Jonatan Clay (@MundoClay) May 17, 2025
Shakira recuerda su historia inmigrante en EE.UU.
Shakira se transformó en una ‘loba’ apoteósica este jueves en su concierto de Nueva Jersey (EE.UU.), donde recordó su historia de inmigración en el país, envió un mensaje de empoderamiento femenino y acabó bailando entre billetes mientras se gozaba sus éxitos.
“A los 19 años me mudé a EE.UU., igual que muchos de ustedes, desde otro país y en busca de un futuro mejor”, dijo en inglés la estrella de Barranquilla al introducir uno de sus éxitos, ‘Objection (Tango)’, que escribió “cuando apenas hablaba el idioma” y describió como “la canción de un inmigrante”.
La segunda parada de la gira “Las mujeres ya no lloran” en EE.UU. fue en el mayor recinto del área de Nueva York, el estadio Metlife (unos 82.000 asientos) de Nueva Jersey, pero estuvo marcada por una huelga de trenes que, si bien no frenó a su legión de fans, sí retrasó el inicio del ‘show’una hora y media.
No obstante, una vez Shakira entró en acción, fue imparable: primero con una oda a “las latinas”, para quienes proyectó sus banderas en unas enormes pantallas situadas en la parte de atrás del escenario, y después con un popurrí de sus temas más recientes, bailables y reguetoneros, como ‘Te felicito’ o ‘TQG’.
Entre tanto, la artista aprovechó para agradecer a los presentes haberla apoyado en sus momentos más “vulnerables”, simpatizó con las “mujeres solteras” y las “madres solteras”, y aconsejó a los emparejados dar prioridad al “amor propio”, aunque no se excedió en palabras.
Sobre todo, Shakira hizo un viaje en el tiempo hacia su “niña” interior, quien la guió en estos “tres últimos años que no han sido fáciles”, según dijo, y llegó sus orígenes más étnicos y rockeros, dando espectáculo hasta en sus cambios de vestuario, puesto que las cámaras la acompañaron al camerino.
Y es que el componente audiovisual de las pantallas fue parte imprescindible del concierto, guiado por un personaje 3D a semejanza de la cantante y una loba protectora que cuidaba a sus cachorros, luego representados con fotos de sus hijos Milan y Sasha, quienes la acompañan en ‘Acróstico’.
Shakira, que tan pronto se contoneaba junto a una barra de metal como hacía la danza del vientre o se colgaba la guitarra al cuello, interpretó clásicos como ‘Don’t bother’, ‘Underneath your clothes’, ‘Soltera’ o ‘Pies descalzos, sueños blancos’.
Y, si al principio de la semana, en Charlotte (Carolina del Norte), Shakira sacó como invitados a Alejandro Sanz y a Wyclef Jean, en esta ocasión dio la sorpresa al llamar a Ozuna, con quien entonó ‘Monotonía’.
Pero más sorprendente fue la despedida, con la rompedora ‘Bzrp Music Sessions, Vol.53’ y la esperada ‘Loba’, que cantó en inglés, con una estimulante puesta en escena: una enorme escultura de este animal que lanzaba rayos láser por los ojos, aunque la mirada de la artista quemaba aún más.
Animando al público a aullar en cada coro, Shakira bajó al cuadrilátero del público, que la acogió teléfono en mano, y sus famosas pullas a su expareja Gerard Piqué se escucharon como rugidos: “Porque una loba como yo no está pa tipos como tú” y “A ti te quedé grande y por eso estás con una igualita que tú”.
Y entonces, como colofón final, compartió los frutos de su trabajo, el de “las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan”, como un obsequio invalorable: una lluvia de billetes que a primera vista parecían de dólar, pero llevaban su rostro, y que muchos se apresuraron a atrapar en el aire.

