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Streamer francés falleció en plena transmisión en vivo. Investigan causas de su muerte

El creador de contenido de 46 años falleció en Contes, cerca de Niza, en medio de un maratón de streaming que se había extendido por casi dos semanas.

Por Redacción Vea
22 de agosto de 2025
Raphaël Graven.
Fotografía por: Cortesía

El mundo del streaming en Francia atraviesa un momento de conmoción tras la repentina muerte de Raphaël Graven, más conocido en internet como Jean Pormanove, durante una transmisión en vivo en la plataforma Kick. El creador de contenido de 46 años falleció el pasado 18 de agosto en Contes, cerca de Niza, en medio de un maratón de streaming que se había extendido por casi dos semanas.

La tragedia no solo dejó a miles de seguidores en shock, sino que abrió un intenso debate en torno a los límites de los contenidos digitales y la responsabilidad de las plataformas de transmisión en directo.

Entre la humillación y la monetización

Durante los días previos a su muerte, Graven fue objeto de burlas, agresiones y humillaciones por parte de otros streamers y conocidos que aparecían en las emisiones. En los videos, que circulan ampliamente en redes sociales, se observa cómo le lanzaban objetos, lo empujaban e incluso lo golpeaban frente a miles de espectadores que seguían el “reality” en directo.

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Aunque este tipo de dinámicas habían sido normalizadas dentro de la comunidad de Pormanove, medios como Mediapart ya habían advertido en 2024 sobre un circuito de “maltrato consensuado” con fines de monetización, lo que levantó cuestionamientos éticos sobre la explotación del sufrimiento como espectáculo digital.

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¿Cuáles son los límites de #Kick ? La plataforma está en la mira por lo que pasó con #JeanPormanove #Chile #LaJuntaPlus #LaJunta

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La autopsia descarta un crimen

Tras la conmoción inicial, la Fiscalía de Niza ordenó una autopsia para esclarecer las causas de la muerte. El informe forense descartó que el deceso se debiera a un homicidio o a un traumatismo reciente, como se especuló al inicio.

Los médicos solo hallaron hematomas antiguos en las extremidades inferiores, ya cicatrizados, y no se encontraron lesiones internas graves. La investigación apunta a un origen médico o toxicológico, teniendo en cuenta que Graven padecía problemas cardíacos y estaba bajo tratamiento por una enfermedad de la tiroides. Se esperan análisis complementarios para determinar con exactitud la causa del fallecimiento.

Reacciones en Francia

La ministra de Asuntos Digitales, Clara Chappaz, calificó lo sucedido como “un horror absoluto” y denunció el fenómeno como una muestra del “Salvaje Oeste digital” que impera en algunas plataformas. La funcionaria también pidió a las autoridades reforzar la regulación de los contenidos en vivo y cuestionó la responsabilidad de Kick, que permitió que las emisiones continuaran a pesar de las evidentes vejaciones.

La plataforma, por su parte, suspendió temporalmente las cuentas de los participantes que intervinieron en el maratón, anunció que coopera con la investigación y prometió revisar sus políticas de moderación, especialmente en el mercado francés.

Un debate urgente sobre los límites del streaming

La muerte de Raphaël Graven ha puesto en evidencia la delgada línea entre entretenimiento y explotación en el ecosistema digital. Mientras algunos defienden que el contenido era voluntario y formaba parte de un espectáculo pactado, otros señalan que normalizar la violencia, incluso consentida, genera dinámicas de abuso y vulnerabilidad difíciles de controlar.

El caso ya es investigado por la Fiscalía de Niza, que incautó equipos, entrevistó a testigos y revisa las grabaciones completas de la transmisión. Entretanto, en Francia crece la presión para imponer controles más estrictos a las plataformas de streaming y proteger tanto a creadores como a audiencias de dinámicas nocivas que pueden tener consecuencias fatales.

La muerte de Pormanove, lejos de quedar como un caso aislado, se ha convertido en símbolo de un debate más amplio sobre los límites del espectáculo digital y la urgencia de repensar la responsabilidad de quienes consumen, producen y regulan contenidos en línea.

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